Cientos de pulpos muertos aparecieron ayer en las playas de Bizkaia. No es la primera vez que ocurre cuando se dan circunstancias metereológicas similares a las de estos días. La cantidad de lluvia de la pasada semana ha hecho que baje la salinidad del agua de mar, lo que provoca la muerte de los pulpos que no soportan el agua dulce. Conviene recordar que estos pulpos no se pueden comer, ya que son altamente tóxicos. Se trata de un fenómeno natural bastante corriente. Por ejemplo, en 2015 los servicios de limpieza de Getxo retiraron 500 kilos de pulpos.
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