Filomena, la amatxi de Antton Harispe, tuvo que dejar su pueblo natal, Amaiur, a los 16 años para marchar a París a trabajar. Varias décadas después, hace 16 años, su nieto recorrió el mismo camino a la inversa, para volver a Euskal Herria, y desde hace casi 10 años reside en Amaiur.
Desde que ha vuelto a sus orígenes, Antton se siente muy feliz, siente que es su lugar. Desde hace aproximadamente un mes, su felicidad es mayor, debido a que ha abierto una cervecería artesana en la misma localidad, una actividad que comenzó entre amigos, y que poco a poco ha derivado en su actividad profesional. El 15 de julio abría sus puertas Ama-Ur, que está situado a la entrada de Amaiur.
A Antton le encanta la cerveza, en particular la belga. Hace varios años, cuando era entrenador de rugby del equipo Baztango Rugby Taldea-Menditarrak, un jugador le comentó la posibilidad de elaborar cerveza artesana. La idea le gustó, y se puso en contacto con un productor de Ezpeleta, quien le enseñó los primeros pasos para comenzar a hacer pruebas, “empecé entre amigos, pero luego vi que podía ser una buena opción de negocio”. Apostó por ello, y el año pasado se formó en la empresa de su amigo de Ezpeleta, donde trabajo durante algunos meses, aprendiendo todos los entresijos de la elaboración de la cerveza artesana.
Harispe estaba decidido a elaborar y comercializar su propia cerveza, y no cesó en su empeño, realizando pruebas para lograr cervezas que pudieran satisfacer la demanda del público. Paralelamente se puso a buscar un local en Amaiur, y logró un local a la entrada del pueblo, “es pequeño, pero está bien situado, porque todos los visitantes que vienen a Amaiur tienen que pasar por delante de él al entrar o salir del pueblo”, señala.
Es un local muy recogido, coqueto, que dispone de todo lo necesario, un expositor de las diferentes cervezas que produce, una barra para degustarlas, y también está visible el obrador, donde elabora los caldos, “es bastante reducido, pero muy cómodo, porque además de degustar y vender el producto, la gente puede ver cómo elaboro la cerveza y les puedo enseñar el proceso”, comenta.
Ama-Ur es su marca, y está ligado a una de las hipótesis del origen del nombre de la localidad, Amaiur. Según cuentan, los primeros moradores del lugar se encontraron con muchas fuentes, admirados por el descubrimiento, lo denominaron así, “me pareció un buen nombre para mi negocio, muy adecuado, no en vano, para elaborar una buena cerveza artesana es imprescindible contar con agua de calidad”.
Por el momento, elabora 7 tipos de cerveza, de las que 5 ya están a la venta. En el futuro seguirá probando nuevas fórmulas, “es lo bonito de la cerveza artesana, puedes jugar, probar con nuevas recetas”.
Entre las variedades que comercializa, “una de las que más han gustado ha sido Argintto”, sobre todo en Amaiur, toma el nombre del caserío natal de su amatxi, Argineneko borda, “en el pueblo a los originarios del caserío se les llama Argintto”. Con ello, ha querido homenajear a su amatxi. Es una tipo de cerveza suave, muy recomendable para la gente que no está acostumbrada a beber cerveza artesana.
Otro de los que no podía faltar era alguna cerveza ligada al Castillo de Amaiur. En este caso, Harispe ha comercializado 1522, en homenaje a los que pelearon por la independencia de Nafarroa. Una cerveza rubia de estilo rubia belga, con cuerpo, 7º, con sabor a malta y cereal, pero con poco amargor. Dispone también de otras tres cervezas, que toman nombres de tres montes de alrededor. Auza, cerveza blanca belga, ligera, ideal para beber en verano. Gorramendi, tostada, e Iparla, estilo Indian Pale Ale.
La cerveza es ecológica, “tenía claro que la elaboraría con materia prima de calidad, natural”. Por el momento, la materia prima la importa desde Bélgica, “es la que conozco y con la que he trabajado hasta ahora”, señala, aunque en un futuro próximo quiere trabajar con materia prima de proximidad.
Su máquina fermentadora es de 500 litros, por lo que elabora alrededor de 1.500 botellas cada vez. En un futuro también pretende elaborar cerveza de barril, aunque todavía no dispone de ella.
Acaba de empezar su camino, pero está contento con la acogida que ha tenido la cerveza, “parece que a la gente le ha gustado”.