Si fuera un día normal del cineasta bilbaino nominado al Óscar Pablo Berger visitando Los Ángeles entraría en una tienda de cómics como en la que tiene lugar esta entrevista e iría a la sección de novela gráfica. Preguntaría por libros ilustrados sin palabras y buscaría joyas para su colección, como 'Robot Dreams', culpable de que hoy esté en Hollywood.
"Buscaría cómics europeos o cómics americanos underground. No soy un aficionado de los cómics de superhéroes, pero sí de la novela gráfica", cuenta a EFE en una entrevista el cineasta (Bilbao, 1963), que tiene en las manos aquel libro de Sara Varon que halló hace una década y convirtió años después en la película más exitosa e internacional de su carrera.
Si fuera un día normal para Pablo Berger en Hollywood no iría con prisas y horarios marcados, charlas y entrevistas encadenadas, pero tampoco faltarían sólo unas horas para sentarse en un teatro rodeado de los actores y directores más famosos del mundo.
Pero el de hoy no es un día normal para Pablo Berger en la meca del cine, pues faltan menos de dos días para que la alfombra roja del teatro Dolby quite los plásticos que la cubren para protegerla y la pise por primera vez en sus dos décadas de carrera.
Por eso en la agenda del nominado a la mejor película de animación por 'Robot Dreams', basada en aquella novela gráfica de la que se enamoró, se amontonan estos días los eventos, que su jefa de prensa intenta encajar con calzador, luchando contra el tráfico intenso de la mega urbe y la falta de taxis por la lluvia.
Y en el Golden Apple Comics, "La tienda de cómics de las estrellas", dice su slogan, no puede ni hojear un sólo libro que agregar a su colección.
Pese al frenesí de los días, Berger no está nervioso. Solo piensa "en disfrutar", en hacer promoción de su película y en lo que se va a divertir en la alfombra roja el próximo domingo, cuando se celebre la gala de la 96 edición de los Óscar.
Pendiente de la leyendas de Hollywood
"Voy a estar mirando, a ver qué directores o actores de Hollywood veo, estaré curioso, diciendo 'ahí está Steven Spielberg, ahí está Martín Scorsese, ah mira, ahí está Emma Stone'", narra. A los que más ilusión le hace ver es a leyendas como "Meryl Streep o Robert de Niro, esos actores que ya están por encima del bien y el mal".
Los nervios llegarán cuando comience la ceremonia, cuando arranquen "esas fanfarrias que suelen tener siempre todas las ceremonias de premios". "Esas son las que a mí siempre me ponen nervioso, cuando empieza el 'chan chan chan' entonces ahí voy a ser consciente", explica.
Ahí empezará a darle vueltas a su discurso, aunque ya lo tenga medio escrito. "Uno ensaya un poquito con el bote de gel, pero bueno, hasta el último momento lo vas cambiando", añade.
Y es que aunque las famosas proyecciones de medios especializados -que muchas veces se equivocan y tampoco predijeron su nominación- no lo den como favorito, Berger sí siente que puede ganar con la historia de amistad de un perro y un robot en el Nueva York de los noventa.
"Hay 5 películas nominadas y si hacemos matemáticas hay un 20 % de posibilidades. Hay favoritos y sin duda el gran Miyazaki está entre ellos, y Spiderman por el gran éxito que tuvo en este país, pero todos conocemos la historia de David contra Goliat y yo voy con ganas y visualizando que me llevo el premio", relata.
El cineasta de 'Blancanieves' se refiere así a sus rivales, 'El chico y la garza' del japonés Hayao Miyazaki y 'Spider-Man: Cruzando el multiverso', de Sony, una lista que completan 'Elemental', de Pixar y 'Nimona', de Netflix.
Berger estará acompañado en su gran noche por su mujer y su hija y también han viajado a Los Ángeles varios miembros del equipo como el montador Fernando Franco o los productores Ibon Cormenzana, Ignasi Estapé, Sandra Tapia y Jérome Vidal.
"Habrá como 30 personas del equipo que estarán allí en la ceremonia conmigo y estaremos todos visualizando que van a decir un 'and the Óscar goes to 'Robot Dreams'", cuenta, proyectando con su mente la idea de que en Hollywood cualquier sueño puede hacerse realidad.