NOS acercamos al sur de Nafarroa, a tierras que lindan con La Rioja, para contemplar una curiosidad geológica: las Roscas de Fitero. En las paredes rocosas, la erosión diferencial ha provocado una alternancia de entrantes y salientes que toman formas de lo más variopintas y singulares.
Un sencillo recorrido circular, con apenas desnivel, nos llevará por las huertas que acompañan al río Alhama, para visitar otros lugares de interés como la Cueva de la Mora, la base de las ruinas del Castillo de Tudején y la Dehesa del Castillo. Volveremos entre campos de olivares hasta la carretera de Valverde (Soria), antes de entrar de nuevo en Fitero.
430 m | 0 km
Salimos de Fitero en dirección a Baños de Fitero. A la salida del pueblo, pasada la Cruz del Humilladero, llegamos a una rotonda. Tomamos la dirección a Cintruénigo y Corella. A la altura del depósito municipal, cruzamos un puente sobre el río Alhama. La carretera se bifurca de inmediato. Tomamos el ramal de la derecha, que se dirige hacia Valverde y se adentra en tierras sorianas.
8 min | 420 m | 0,9 km
Encontramos un señalizador que nos invita a tomar el desvío de la derecha. La ancha pista nos lleva cómodamente por las huertas del Combrero, paralelos al río Alhama, guarnecido por las esbeltas choperas.
23 min | 430 m | 2 km
La pista tiende a arrimarse al escarpe que corre por la izquierda. Rocas yesíferas y areniscas dan forma a un pequeño farallón donde contemplamos los orificios en los que anidan unos inconfundibles viajeros de colores llamativos, los abejarucos. Este talud, por el que discurre a media altura una refrescante acequia, nos acompañará un buen tramo y nos dará sombra a primera hora de la mañana.
27 min | 441 m | 2,4 km
El Camino de la Vega continúa sin pérdida hacia el oeste por el valle del Alhama, y pasa por huertas, campos de cultivo y plantaciones de frutales. Nos topamos por la derecha de la ruta con un aislado caserón con un reloj de sol en su fachada. Es la Casa del Soto, de ladrillo, realizada por el maestro local Pedro Angós entorno al año 1670 para los monjes del monasterio de Fitero.
Seguimos en suave paseo junto al escarpe por esta vega donde abundan olmos, tamarices, choperas, frutales, olivos, acacias, álamos...
35 min | 441 m | 2,9 km
Al fondo comienzan a vislumbrarse los baños de Fitero. Un cartel asoma a la izquierda del camino para recordarnos las limitaciones de tránsito por este espacio natural. Debemos evitar arrimarnos a los cortados y hacer ruido para no interferir en la época de anidamiento y reproducción de las rapaces que aquí habitan. Junto al cartel y la alambrada, un sendero sube hasta la cercana Cueva de la Mora, sobre la que escribió Gustavo Adolfo Bécquer, asiduo visitante a los baños de Fitero.
Visitamos esta pequeña oquedad y luego nos adentramos en una amplia barranca que guía nuestros pasos monte arriba, entre matorrales. En el suelo afloran magníficos cristales de yeso cristalino. Cuidado al andar entre las rocas, ahí habitan los alacranes.
50 min | 518 m | 3,5 km
Llegamos a un collado junto a un pabellón ganadero, el Corral del Castillo, situado a los pies de la cumbre de la Peña del Castillo de Tudején.
1 h | 553 m | 3,7 km
Subimos campo a través por terreno de basaltos donde abundan bellos cristales de tonos verdosos (fluorita) y rojos (casiterita). En la cumbre de esta magnífica atalaya encontramos los vestigios de un antiguo recinto amurallado de origen árabe.
Descendemos de nuevo hasta el Corral del Castillo. Buscamos una pista que corre por la parte superior de los olivares en dirección sureste. La Dehesa del Castillo nos lleva hasta un refugio situado en lo alto de un cordal. Asomamos sobre una curiosa formación geológica, las Roscas de Fitero con sus formas erosionadas características. Varios carteles nos advierten de que en la mitad de los meses del año no es posible acceder a los riscos por ser zona protegida para la nidificación de los buitres. Ciertamente, es fácil distinguir esas aves mientras vuelan alrededor del macizo y se posan en las rocas más altas.
1 h 15 min | 520 m | 5 km
Descendemos hacia el paraje de Peña Roya, arrimados a las paredes. Areniscas, conglomerados y arcillas se comportan de diferente modo ante los embates de la erosión y dan lugar a este extraño paisaje. Corremos en paralelo a la sierra, por una rodada de tractores por encima de los olivares. Tras una leve subida, nos incorporamos a una ancha pista. Continuamos por ella a mano izquierda, rodeamos el macizo de Las Rocas por el camino del Ospinete y el barranco de los Blancares. Pasamos junto a varias cabañas de labor y un pequeño puente antes de desembocar en la carretera NA-6991 / Fitero-Valverde.
2 h 10 min | 430 m | 9 km
Tras dos kilómetros por el asfalto, en un tramo de poco tráfico, llegamos de nuevo al punto de inicio junto al almacén municipal de Fitero. Es imprescindible la visita al antiguo monasterio cisterciense de Santa María La Real.
Guía práctica
Distancia: 9 km.
Duración: 2 h 10 m.
Desnivel: 200 metros.
Dificultad: Fácil.
Cartografía: Bardenas. Escala 1:25.000. Sua Edizioak.
Cómo llegar: Fitero está situada en el extremo suroccidental de Nafarroa, en la zona de la Ribera Tudelana, en pleno valle del río Alhama. Podemos llegar por la carretera Cintruénigo-Cervera, un ramal de la carretera nacional Iruñea – Madrid que, en cuatro kilómetros, nos dejara a puertas del municipio.