Huesca ofrece la posibilidad de realizar una de las rutas más vertiginosas de senderismo y contemplar unos parajes mágicos. La espectacularidad viene dada por la posibilidad de recorrer pasarelas y escaleras enclavadas en roca, atravesar puentes colgantes y vadear desfiladeros de vértigo.
Las pasarelas de Montfalcó, en la sierra el Montsec en la muga ente Huesca y Lleida, ofrecen una experiencia únicas ya que recorren la escarpada montaña a través de las escaleras y pasarelas suspendidas en el aire. Las dos pasarelas están conformadas por 354 peldaños de madera conectados por tramos en una pared hasta hace poco solo era apta para avezados escaladores y que ahora es una ruta de dificultad media al alcance de excursionistas que no le tengan miedo al vértigo y a la aventura.
La ruta junto al río Noguera Ribagorzana conecta el antiguo pueblo de Montfalcó, hoy deshabitado, con el Congost (desfiladero) de Mont-rebei, en un espectacular camino de algo más de 8 kilómetros que atraviesa dos promontorios rocosos y el embalse de Canelles mediante una serie de pasos excavados en la piedra, puentes volados y estrechas pasarelas de madera ancladas en la roca con grandes desniveles.
Un recorrido con cierta exigencia, pero que deja satisfechos a los más de 150.000 visitantes que recibe cada año. Aunque también hay rutas igualmente de espectaculares que evitan las pasarelas para los más temerosos a las alturas.
El primer tramo de la ruta de las pasarelas de Montfalcó parte del antiguo pueblo al que se llega desde la localidad de Viacamp através de una pista de 15 kilómetros de grava y tierra. Allí hay un aparcamiento y un albergue que ofrece alojamiento y servicios a los senderistas.
El camino arranca con una bajada en dirección al Congost de Mont Rebei hasta llegar a la fuente de Montfalcó. De ahí la ruta lleva al barranco de Tartera paseando entre pinos, olivos y madroños hasta llegar a la primera zona de pasarelas.
Ahí se supera a través de la roca el primer tramo de escaleras, de 30 metros, serpenteando entre pasarelas y escaleras (bastante estrechas en algunos tramos) protegidas por gruesas sirgas de metal.
Al acceder a esta 'cima' el camino bordea y salva un pequeño barranco para enseguida llegar al impresionante segundo tramo de escaleras, con 97 metros de largura y que salva un desnivel vertical de 44 metros. Este es el tramo más espectacular, desde aquí podemos ver ya el congost de Siegué y su puente colgante que une las provincias de Huesca y Lleida. El camino se retoma descendente entre increíbles vistas y sobre unos tablones que facilitan la ruta de las pasarelas hasta llegar al puente colgante que se debe cruzar para comenzar ya la ascensión por una senda en busca del Congost de Mont Rebei.
Tras un leve ascenso se llega al increíble Congost de Montrebei que se atraviesa através de un camino horadado en paredes de roca que en algunos tramos llegan a superar los 500 metros de altura.
El desfiladero es impresionante y en algunos tramos apenas supera los 40 metros de anchura. Todo el tramo está expuesto y dispone de una sirga de acero en su parte interior para dar mayor seguridad aunque el camino es bastante ancho y no supone ninguna dificultad.
En este punto nos encontramos en la mitad de recorrido después de recorrer 8,4 km ya que tendremos que realizar el recorrido de vuelta a no ser que previamente se reserve un servicio de taxi hasta Montfalcó o realizar el camino de vuelta navegando en canoa.
Tras unas obras técnicas que empezaron en agosto de 2022 para reforzar los sistemas de seguridad las pasarelas abrieron de nuevo al público el jueves 11 de mayo consolidando los dos segmentos aéreos sujetos a la pared natural, que superan dos escarpes rocosos de 30 y 44 metros, respectivamente.
Ambos pasos refuerzan la seguridad, resistencia ante la degradación y mantenimiento, y adaptación al medio con una nueva construcción con una longitud de 90 metros y 120 metros, en la que se cuentan 139 y 215 peldaños.