Vida y estilo

Carmen Mola: “Las series suelen tener estructura de telenovela”

‘Las madres’ vuelve a poner a Carmen Mola en el mercado editorial y llena la imaginación de los lectores de truculencias creadas por los ya más que televisivos Jorge Díaz, Antonio mercero y Agustín Martínez, un trío perverso al idear tramas.
Los tres integrantes de Carmen Mola acaban de publicar una nueva historia, ‘Las madres’.

Elena Blanco se enfrenta a un nuevo y truculento caso: el cadáver de un hombre presenta un burdo costurón que asciende del pubis al abdomen. Los primeros resultados de la autopsia aclaran que a este toxicómano le arrancaron algunos órganos y en su lugar colocaron un feto. Los análisis de ADN revelan que se trata de su hijo biológico. A los pocos días, aparece en la zona portuaria de A Coruña el cuerpo de un asesor fiscal que ha sido asesinado con el mismo modus operandi... Este es el inicio de la cuarta novela que Jorge Díaz, Antonio Mercero y Agustín Martínez, es decir, Carmen Mola. Su título es Las madres. Los tres escritores tuvieron que descubrir sus identidades cuando ganaron el premio Planeta del pasado año. Ahora se encuentran en plena promoción de esta nueva novela, mientras Atresplayer Medium ha estrenado la adaptación de La novia gitana. Si por oficio ya eran tres televisivos, ahora, con la adaptación, lo son todavía mucho más.

¿No van a parar de escribir maldades? En este libro han llegado a un nivel altísimo: cadáveres masculinos con fetos dentro de su tripa...

ANTONIO MERCERO: A nosotros nos parece una idea estupenda. Tenemos la mente enferma. En el momento en el que surgió esa posibilidad, a los tres nos pareció una gran idea. Carmen Mola está en clave de abrir con una imagen impactante.

JORGE DÍAZ: Hace poco estuvimos en un encuentro con lectores en Valladolid y cuando abrieron la palabra al público, la primera persona que habló nos dijo: Me gustan mucho vuestras novelas, pero en esta me parecéis muy blandos. Es lo que le gusta a la gente. Lo que quiere de Carmen Mola es una barbaridad.

Jorge Díaz, Antonio Mercero y Agustín Martínez. Diego Lafuente

¿Quién de los tres tiene la mente más negra y pervertida?

AGUSTÍN MARTÍNEZ: Esos dos me miran a mí, pero no, quizá en otro tiempo. Ahora ya estamos los tres contaminados por Carmen Mola y tendemos a pensar en ideas muy terroríficas. Creo que la idea surgió de los tres. Uno dijo un muerto, otro dijo un muerto con algo dentro y otro un muerto con un feto dentro. 

J. D.: La estructura de esta novela, como la de La novia gitana, comienza con un muerto en la primera página. A partir de ahí... todo lo demás. Hay un muerto y hay que investigar quién es ese muerto, y a partir de ese punto queremos que todo lo demás sea original.

A. ME.: Más allá de la truculencia, lo que queremos es que ese cadáver genere un montón de preguntas. Que aparezca un muerto con un feto dentro dispara las preguntas. Los lectores quieren saber el porqué, si es un ritual, quién es el hombre y quién es la madre. Eso es lo chulo en este tipo de ideas.

Pensábamos que iban ustedes a dejar a La novia gitana en trilogía...

A. MA.: Esto es una trilogía, pero de cuatro partes, por el momento.

¿Por el momento?

A. ME.: Leída la cuarta parte la gente se dará cuenta de que por lo menos habrá una quinta. El final de esta novela queda abierto.

¿Cuál de la cuatro es la más cruenta?

A. ME.: Para mí la tercera, La nena. Es la única en la que hay violaciones y es la que se vuelve más repulsiva con lo de las agresiones sexuales.

A. MA.: Cuando hablas con los lectores cada uno de ellos tiene su repulsión preferida. Es verdad que La nena es la más salvaje, pero algunos se quedan con La red púrpura. Tiene un enfrentamiento entre la madre y el hijo que a la gente se le hizo durísimo. 

¿Les sirve este tipo de novela para eliminar tensiones y frustraciones?

J. D.: Creo que somos gente normal, ¿no te parece? Esto es un trabajo, aunque sí que es verdad que en la reuniones nos retamos y nos lanzamos a ver quién dice la barbaridad más grande. Pero juro que no tenemos maldad. La única que nos podrían achacar es que queremos que la gente no pare de leer.

¿Vivían más tranquilos cuando nadie sabía que ustedes eran los que se escondían detrás de Carmen Mola?

J. D.: Eso sí, pero más que vivir más tranquilos es que hasta hace un año teníamos impunidad.

A. ME.: Podías escribir lo que te diera la gana y nadie te pedía explicaciones, cuando ahora sí que nos las piden. Para mí, lo bonito es que no hemos perdido libertad, aunque hemos perdido la impunidad, pero podemos seguir haciendo lo que no dé la gana. 

Se supone que han visto La novia gitana en la tele...

A. ME.: Yo he estado en la coordinación de guiones. Las partes creativas las he hecho junto a Paco Cabezas y José Rodríguez.

¿Y hay muchas licencias en la serie?

A. ME.: Sí, claro, hay varias cosas que se alejan de la novela, pero se trata de otro formato y había que hacerlas, o eso creíamos.

Entre esas licencias está la edad de la protagonista, que en el libro es sensiblemente mayor que Nerea Barros, la actriz que da vida a Elena Blanco.

A. ME.: Eso no estaba en el guion, es una decisión de casting que toma Paco Cabezas, quien cree que tiene que trabajar con Nerea Barros porque es una de sus actrices de confianza. Y sí, ciertamente es diez años más joven que el personaje de la novela.

¿Les hubiera gustado que se hubiera acercado más al personaje literario?

J. D.: Pues sí, pero es necesario también que el director se sienta cómodo con sus actores Él quería a Nerea, una gran actriz, y no hay más que hablar.

En Zinemaldia se anunció por parte de Atresmedia que también se va a adaptar La red púrpura. ¿Creen que se adaptarán las otras dos que quedan, La nena y Las madres?

J. D.: A partir de lo que está anunciado, ya veremos. Nosotros creemos que la intención es ir adaptándolas todas, pero eso va a depender de la cadena. Ojalá que sea así, porque nosotros cobramos los derechos y eso está muy bien.

¿Les permite Carmen Mola proyectos individuales?

A. ME.: Sí, ella es muy comprensiva. Ja, ja, ja... Estoy escribiendo una novela individual ahora mismo. Lo hago a ratos muertos, porque con la promoción no hay mucho tiempo y Carmen Mola demanda mucho tiempo. Es muy tirana en eso.

A. MA.: Cuando no éramos conocidos por Carmen Mola teníamos más vida individual, pero está claro que los tres queremos hacer cosas por independiente. Los tres queremos escribir por nuestra cuenta sin la ayuda de los otros dos.

¿Proyectos de televisión?

A. MA.: Yo sí, sigo haciendo series. Se estrena la tercera temporada de La caza a principios del año que viene y tengo otros proyectos nuevos.

J. D.: Yo de momento no tengo tiempo, pero quiero sacar adelante una novela personal.

A. ME.: Yo he escrito un guion de La red púrpura y ahora estoy en un proyecto de televisión, pero ya veremos si sale. Ya sabemos que la televisión es un medio lento y proceloso.

¿Creen que sería posible hacer ficción ahora sin plataformas de por medio?

A. MA.: Sí, pero ya es difícil abstraerse de la existencia de las plataformas, aunque muchos se preguntan dónde está realmente la casa de la ficción. Muchos pensaron que lo normal era que solo funcionara en plataformas y que no tuviera hueco en la televisión más convencional, aunque hay ejemplos que lo desmienten y de repente sale una telenovela turca que arrasa, o Entrevías, que funciona muy bien en abierto.

¿Nos han invadido los turcos? 

A. MA.: Al final se ha vuelto a lo que se hacía antes en la televisión. Llegaron las plataformas y nos pusimos a experimentar un montón de formatos nuevos, pero la gente a la que le gustaba la telenovela se ha ido a las turcas, aunque también se ven en las plataformas. La telenovela es un género que va a funcionar siempre.

J. D.: Una vez serán los turcos, otra vez nosotros o los venezolanos. Los venezolanos ya tuvieron su época con La dama de rosa, Cristal...

Parecía que esa temática era prueba superada.

J. D.: Eso nunca. He visto muy pocas telenovelas turcas y las veo muy parecidas a las de siempre. Es lo mismo, el malo tiene cara de malo, la chica es guapa, los hombres tienen bigote... Está claro que el culebrón gusta.

A. ME.: Y a mí me parece bien. A veces demonizamos las telenovelas y son un género que atrae a la gente. Eso es lo que debería importarnos, aunque a veces las hemos juzgado de despreciables.

Manolo Caro es un creador muy reconocido y ha puesto en valor el culebrón.

A. MA.: Cierto, pero todas las series, o al menos la mayoría, tienen una estructura de telenovela. ¿Qué es Anatomía de Grey? Un culebrón.

J. D.: Aunque mejor hecho, con más tramas profesionales... También es una cuestión de presupuestos. Esas telenovelas en grandes escenarios, con localizaciones muy bonitas... Es que las telenovelas turcas están muy bien hechas. Tienen medios para hacerlas porque allí es más barata la producción que en España o en otros países. Están el malo, la chica guapa que se enamora, el amor y el desamor, el pobre, el rico... pero lo que hay que reconocer es que están bien hechas. 

A. MA.: Al final, lo que funcionan son las historias. Una mujer se enamora de un hombre, ella es muy pobre y él muy rico, o viceversa, y ya tienes la trama. Luego le vas poniendo más ingredientes y te sale una telenovela eterna en el tiempo, pero que generalmente engancha a mucha gente. Nos gustan los sentimientos y los turcos lo están haciendo muy bien en ese sentido.

¿Quieren decir que la vida es una telenovela o un culebrón?

J. D.: No te quepa ninguna duda. Las historia de las personas anónimas, esas que ven los culebrones, podrían dar de sí para contar una buena historia. Al final, los sentimientos son los que nos mueven a todos.

Quién es quién

Jorge Díaz

Edad: 60 años.

Lugar de nacimiento: Alicante.

Formación: Estudió Ciencias de la Información en la Universidad Complutense de Madrid.

Trayectoria: Fue el creador junto a Mercero y Moisés Gómez de Hospital Central. Ha estado en los equipos de guion de otras ficciones como El don de Alba, Ciega a citas, Víctor Ros o Acacias 30. También ha trabajado en programas de entretenimiento como Tan contentos, El club de los listillos o La noche prohibida. Además de los libros escritos a seis manos y firmados como Carmen Mola tiene otros suyos: Los números del elefante, La justicia de los errantes, Cartas a palacio y Tengo en mí todos los sueños del mundo.

Agustín Martínez

Edad: 46 años.

Lugar de nacimiento: Lorca (Murcia).

Formación: Estudió Imagen y Sonido en la Universidad Complutense de Madrid.

Trayectoria: Ha trabajado en publicidad y ha estado en series como Sin tetas no hay paraíso, La chica de ayer, El don de Alba, Víctor Ros o Crematorio. Su novela Monteperdido fue adaptada por Televisión Española. Un libro particular suyo es La mala hierba. Sigue en activo en televisión con la serie La caza, y es también, junto a Carlos Montero, creador de la serie de terror fantástico Feria. En El don de Alba también fue creador, aunque en esta ocasión a medias con Jorge Díaz.

Antonio Mercero

Edad: 53 años.

Lugar de nacimiento: Madrid.

Familia: Es hijo y hermano de Antonio Mercero e Iñaki Mercero, respectivamente.

Formación: Estudió Ciencias de la Información.

Trayectoria: Ejerció de periodista en la agencia de Manu Legineche. Ha trabajado como guionista en diferentes series, incluida Farmacia de guardia, creada y dirigida por su padre. Fue cocreador de Hospital Central y ha estado en el equipo de guion de Monteperdido y de Hache. A nivel editorial ha escrito de forma individual La cuarta muerte, La vida desatenta, El final del hombre, El caso de las japonesas y Pleamar.

18/11/2022