La subida de los precios obliga a las familias a contener el gasto y solo hay dos vías para hacerlo: comprar menos o comprar los productos más baratos. Esa respuesta privada de cada hogar se ha filtrado ya en el ámbito colectivo con un estancamiento en las ventas en las grandes superficies vascas. Según los datos hechos públicos ayer por Eustat, las compras bajaron un 1% en julio en términos interanuales y el balance acumulado desde enero apunta a un bloqueo del comercio.
Tras un buen arranque del año, encadenaron tres meses, de febrero a abril, de caídas. El ciclo cambió a partir de ahí en línea con la moderación del IPC y las operaciones crecieron en junio un 1,5%. Sin embargo, el repunte de la inflación coincidiendo con el inicio del verano se trasladó a las ventas de julio.
De modo que en los siete primeros meses del año el comportamiento es plano, un 0,0% de crecimiento acumulado. Técnicamente, ni frío ni calor, pero con la sensación de que se puede iniciar una fase de estancamiento del consumo en Euskadi.
El índice de comercio en grandes superficies y cadenas de alimentación que elabora cada mes el Eustat es un termómetro fiable de la actividad de las familias. Y la temperatura está bajando de forma constante, sobre todo en las ventas de alimentación, que acumulan 28 meses de caídas coincidiendo con el inicio de la espiral alcista del IPC. En este capítulo es llamativa la caída del 5,9% de julio de este año respecto a junio.
Parón generalizado
Con todo la principal novedad este año es que las operaciones ligadas al resto de productos, artículos que no son de primera necesidad como los electrodomésticos, también se están debilitando. Estas ventas continúan en zona positiva, con un discreto crecimiento acumulado del 0,8% hasta julio, pero ese mes se registró una caída del 1% respecto a julio de 2022.
No hay motivos para la alarma en cualquier caso. Todo apunta que el consumo de los hogares se está ajustando al escenario actual, marcado por la inflación, pero también por la ralentización de la economía. De hecho, las grandes superficies siguen contratando personal y en lo que va de año las plantillas han crecido en un 3,8%.
El análisis por territorios históricos es heterogéneo. Así, mientras Álava ofrece números negativos en todos los frentes y una caída acumulada del 2,5% en el índice general de comercio en grandes superficies con especial protagonismo de la Alimentación (-2,7%), Bizkaia crece seis décimas en el dato general y marca un 0,0% en los alimentos y un repunte del 1,4% en el resto de productos.
Gipuzkoa mantiene el tipo –0,0% en el índice general– y acumula un descenso de tres décimas en la cesta de la compra y crece un punto en las otras operaciones de consumo.
Datos todos ellos que reflejan la complejidad del escenario y el empuje de los precios. El IPC arrancó el año 5,9%, cuatro puntos por encima de la zona de confort, y, tras un periodo de subidas y bajadas, se situó en junio en el 1,9%. Julio y agosto han reactivado el riesgo por el efecto de la campaña turística y la inflación ha escalado hasta el 2,6%. De modo, que la nueva piedra de toque para calibrar la situación y su previsible impacto en el consumo será el dato del IPC de septiembre.
Crecimiento “robusto”
Eroski supera las 600 franquicias
Expansión. Eroski ha superado las 600 tiendas franquiciadas, espera inaugurar 65 de estos negocios en 2023 y ha llegado a 52 establecimientos franquiciados con la enseña Rapid. Rebasar las 600 franquicias es un “hito” que pone de relieve un modelo “sólido”, con unos datos que auguran un “ritmo de crecimiento robusto y estable en los próximos años”, destacó ayer el director de Franquicias de Eroski, Alberto Cañas. En una nota, la empresa explicó que en los últimos cinco años se han inaugurado 294 franquicias y que continúa expandiendo su red “con el foco puesto en Catalunya, País Vasco, Andalucía, Madrid, Castilla-La Mancha, Extremadura y Levante”.