Se estira y gesticula Unai Laso en las cavidades del Frontón Bizkaia de Bilbao, donde el delantero de Bizkarreta-Gerendiain se medirá a Peio Etxeberria el domingo por el cetro del Cuatro y Medio. En la liguilla de cuartos, el de Zenotz se impuso por un apretado 22-19. La final respira otro ecosistema. Es la segunda individual que disputa este curso Laso después de sobreponerse a una operación de cadera y a un duro proceso de recuperación. Rearmado el andamiaje, el navarro enfoca el duelo definitivo con confianza. Busca su primera txapela en la distancia.
Deduzco que llega repleto de moral a esta cita.
Sí, llego con confianza. Estoy haciendo buenos partidos y esta semana haré los entrenamientos que tenga que hacer para llegar bien el domingo.
Alcanza la final del Cuatro y Medio después de ganar a Altuna completando un gran encuentro.
La verdad es que estoy muy contento del partido que hice. Es el rival más fuerte a batir. Le gané jugando bien, sacando mi juego. Estoy muy orgulloso de eso y de jugar la segunda final después de la lesión. Para mí y para todos los que han estado alrededor mío en los momentos malos es un gran orgullo. Estar en la final es una demostración para mí mismo. Cuando me operé tuve muchas dudas de si podría volver al mismo nivel. También dudé de operarme. Pero luego he tirado para adelante y no le he dado muchas vueltas. Los médicos hicieron un trabajo muy bueno con la cadera. De vez en cuando tengo alguna molestia pero me siento muy bien. También había que hacer mucho trabajo interno.
No solo físico, también mental. Supongo.
Al final pasas muchos momentos malos, tienes muchas dudas y hay que trabajar mucho en el aspecto mental. Es lo que te hace estar tranquilo día a día.
¿Todo ese proceso le ha ayudado a la hora de competir?
Todo ayuda. Al final, en los malos momentos trabajas muchas cosas que luego te pueden servir dentro de la cancha.
¿Qué sensaciones tiene ante la final?
Ahora me siento muy bien y hay que intentar mantenerme así estos días. Ese va a ser el objetivo y, sobre todo, estar bien el día de la final.
Le toca medirse a Peio Etxeberria. ¿Cómo ve a su rival?
Es un rival muy duro. Lleva dos años seguidos llegando a la final del Cuatro y Medio y eso dice mucho sobre él. Creo que es una de las mejores modalidades que se le da porque se adapta muy bien a sus características y posturas a la hora de jugar. Hace mucho daño. Es muy explosivo. Ha demostrado que juega mucho y es un rival muy duro. Físicamente está muy bien preparado. Tendré que sacar todo lo bueno que tengo de mí para ganarle.
¿Tiene pensado algún plan, un modo de jugar concreto para superarle?
No. Más que todo, hacer mi juego bien. Lo mismo que hice el otro día contra Jokin (Altuna). Yo sé cuál es mi juego y lo que tengo que hacer bien. Ese es mi patrón. Siempre hay otras tácticas, pero lo más importante es llegar bien a ese día. Estar físicamente bien y gestionar bien la final desde el aspecto psicológico.
¿Cuál es la clave de la final?
No lo sé. La cabeza siempre te plantea una situación y luego casi nunca es como te los has planteado. Es mejor enfocarse en tu juego, en tu saque… A partir de ahí se trata de sacar bien, restar bien y que él no esté cómodo
¿Por qué la liturgia que emplea en el saque?
Lo del saque es para coger bien la carrera y empezar bien el saque. Ahora mismo es el pelotazo más importante. A partir de ahí, durante el tanto también hay que intentar tener paciencia. Lo que hemos hecho toda la vida pero gestionándolo un poco mejor. También hay días que las cosas no salen. Viendo partidos de hace años, la verdad es que no hacía mucho daño con el saque. No iba bien en la carrera. Mi padre me lo dijo muchas veces y yo también era consciente de ello, así que decidimos que había que mejorar el saque y lo entrenamos mucho.
En este campeonato el saque es un arma fundamental por lo que se ha visto.
Tampoco creo que sea tan importante como se está comentado. Que es importante, sí, desde luego, pero hay que hacer más cosas. También es importante restar bien, pero es verdad que el saque es el primer pelotazo y es sobre el que tienes control. Un buen saque también sirve para poder tener luego la opción de un buen segundo pelotazo. Pero tampoco hay que obsesionarse con el saque porque muchas veces hay que seguir y seguir. Hay tantos durísimos, muchos pelotazos, y hay que saber jugar. Eso sí, un buen sacador hace daño. Siempre ha sido así.
Su juego ha evolucionado y se le ve más tranquilo en la cancha. ¿Está en ese punto de madurez que quería Unai Laso?
No sé si estoy en ese punto que uno quiere. Pero sí tengo las cosas claras a la hora de jugar. Siempre te pueden venir malos pensamientos o acelerarte durante el partido, pero hay que intentar llevarlo de la mejor manera posible. Ahora estoy en buen momento, al igual que en la final del mano a mano. Hay que aprovecharlo y disfrutar. No solo se trata de jugar o de competir, hay que disfrutar de la situación. Es nuestro trabajo, pero es lo que nos gusta. Somos unos privilegiados y por eso hay que disfrutarlo.
¿Considera que ha recuperado su mejor versión tras la lesión?
Siempre digo que cada momento es único. Este es el que es ahora. Es el presente. No creo que sea mejor que cuando llegué a la final del mano a mano ni peor. Nunca te voy a contestar que sí o que no. Es el Laso que está ahora y el que se está sintiendo muy bien jugando. Y que siga así. El objetivo de todos los años es llegar a estar entre los cuatro mejores todo el año y ser regular. Creo que lo estoy logrando.
¿Cree que va a ser una final de tacadas?
Puede ser. En el Cuatro y Medio suele haber muchas tacadas, pero, a decir verdad, no sé por dónde puede ir la final.
Son dos pelotaris muy eléctricos. De mucho ritmo. Parece que estamos ante una final de alta intensidad
Puede ser un partido que se juegue a muchas revoluciones. Mi juego es intentar ser agresivo y el suyo, también. De todos modos puede pasar de todo. Es la modalidad que más rápido se juega, que más decisiones tienes que tomar en milésima de segundo. Es muy intenso pero a la vez crea eso tan bonito.
Peio Etxeberria ralentiza mucho la vuelta de tanto, táctica que emplea para recuperarse físicamente. En su caso, su liturgia para iniciar la carrera del saque también amaina el ritmo del partido. Hay voces que se quejan de ello. ¿Considera que están señalados en ese aspecto?
Puede ser. Yo respeto su vuelta de los tantos. Cada pelotari tenemos nuestras costumbres. Él tiene las suyas. Además, no tenemos un tiempo estipulado para volver a sacar. Al final, cada pelotari tiene sus estrategias y respeto la suya.
Estamos asistiendo a muchas tacadas con el saque, a un material muy veloz, que anda mucho por abajo
.No le doy muchas vueltas al material. Hay que jugar con las pelotas que nos ponen en el cesto. Material rápido siempre hay. No tengo queja.
¿Qué le parece el frontón de Bilbao como sede de la final?
Para mí es un buen frontón. Es de las sedes de finales y de partidos importantes. Es un buen frontón. Aquí he jugado muchos partidos, unos buenos y otros malos, pero hay que adaptarse al frontón. La verdad es que es un buen frontón.
Jon Ander Peña pudo con Peio Etxeberria, que no se jugaba nada. ¿Le dio alguna pista de cómo acometer el partido?
La verdad que no tengo como referencia aquel partido. Peña es un pelotari distinto a mí. Tengo que tener referencia de los partidos que he jugado contra él, pero también es bueno saber en qué puede flaquear en otros partidos.
¿Cómo gestiona estos días previos?
Es bastante más agobiante que otros momentos del año porque todo el mundo está enfocado en la final, empezando por la prensa. Yo intento, después de las entrevistas, no aislarme, porque eso es imposible, pero sí gestionarlo de la mejor manera posible e intentar estar mucho con mis amigos. Entre amigos no hablamos de pelota. Intentar estar tranquilo y trabajarlo, que no es fácil. Durante muchos ratos del día piensas en la final. También es importante llegar lo más fresco posible.
Lleva varias finales a cuestas. ¿Se acostumbra uno a esta clase de partidos?
No te acostumbras a jugar finales. Llegar a la final es de lo más grande que hay. Mi idea es intentar estar lo más tranquilo posible y disfrutar del camino y del día a día. No hay que darle solo el valor a llegar a la final. Ha sido un camino complicado. El primer partido contra Salaberria no era sencillo. Era pasar examen a examen. Una vez que entre en semifinales era un gran premio. Hay que valorar lo conseguido hasta ahora.
Ha mantenido una línea sólida en su juego.
Estoy siguiendo una buena línea de juego. Cuando tienes un momento bueno hay que aprovecharlo.