Fue una decisión unánime y sin ningún tipo de dudas por parte de la Comisión de Fiestas y a buen seguro que compartida por todo el pueblo de Laudio: la lectura del pregón correrá a cargo, a las 19.00 horas de esta tarde en la Herriko Plaza, de Jose Ignacio Goikoetxea, Txetxu, y Sebastián Martín, Txanin, encargados de bailar y pasear a los tan queridos y entrañables gigantes Don Terencio y Doña Tomasa por las calles del municipio a lo largo de más de 30 años, mientras que la llama del txupinazo que dará inicio a los festejos, mañana a las 12.00 horas desde el balcón de la Casa Consistorial, será encendida por Jabi Arteta, técnico del Consistorio que, también durante más de tres décadas ha asumido las tareas de coordinar y gestionar la organización de los Sanroques y que se jubila este año.
Don Terencio y Doña Tomasa son, sin duda, un referente de las fiestas patronales de Laudio y están presentes desde el mismo día del txupinazo, acto que presencian en el centro de la Herriko Plaza, mirando de frente a la balconada de la casa consistorial. Tal y como plasmó el historiador local Juan Carlos Navarro Ullés en el libro Entre gigantes y cabezudos, Don Terencio y Doña Tomasa en Llodio publicado en 2001, la construcción de las figuras fue obra de Vicente Larrea y Serafín de Basterra y fue “un día del mes de abril de 1906 cuando llegaron al municipio para realizar la actividad propia de su especie, que aún se mantiene en nuestros días”. Desde el primer momento, tanto la pareja de gigantes como su comparsa de cabezudos “fueron utilizados, casi con exclusividad, para las fiestas patronales de San Roque, a excepción de su primera aparición en sociedad con motivo de la festividad de Santa Lucía, el 4 de junio de ese año, y esporádicas actuaciones al principio de su existencia, en festejos muy importantes” como aquel viernes 27 de septiembre de 1918, “una de las ocasiones en que vino el rey Alfonso XIII a esta localidad”.
Desde entonces, han sido numerosos los porteadores de estas figuras, siempre ocultos en su interior y dando lo mejor de sí mismos para que las kalejiras y paseíllos se desarrollaran sin incidentes ni contratiempos. Algunos de los mencionados en los archivos municipales de aquellos primeros años eran Pedro Lejarreta y Felipe Larrea que cobraban cuatro pesetas, cada uno, por sacar dos días a los gigantes. La memoria popular aportó a la investigación de Navarro Ullés otros nombres propios posteriores como Josemari, el de Altzarrate, Enrique Mendibil y miembros de la familia Unzaga, en torno a la década de los 40 del siglo pasado, y más tarde José María Bárbara, Miguel Manterola Magrach o José Calleja. Así hasta que tomó el relevo de la actividad el conocido y querido Dionisio Salcedo Unzaga que “desde los 15 años, y junto a los hermanos Martín Manzano, se alternaron en los trabajos añadiéndose a la lista de porteadores”.
Txetxu y Txanin se jubilan
Las caras ocultas de Don Terencio y Doña Tomasa han sido, durante las últimas décadas, las de Txetxu y Txanin que no han dudado en expresar “el orgullo que sentimos al dar el pregón de San Roque de 2022” y en dar las gracias “a quienes nos han elegido ya que nos ha hecho mucha ilusión y la verdad es que no lo esperábamos”. Y es que ambos laudioarras se definen como “gente normal, que no ha hecho nada más que pasear a Don Terencio y Doña Tomasa. ¿Hay algo más bonito que eso? En nuestra opinión, no”, aseguran. A pesar de esa gran satisfacción, de vivir y sentir las fiestas patronales desde un lugar privilegiado y llevar décadas haciendo disfrutar a txikis y grandes, “todo tiene un tiempo y ha llegado el momento de nuestra jubilación, pero aunque pasemos el relevo, Terencio y Tomasa siempre estarán en nuestro corazón, porque los sentimos un poco nuestros”, anuncian, eso sí, con la seguridad de que “dejamos a Don Terencio y Doña Tomasa en las mejores manos”.
A buen seguro que durante la lectura del pregón, esta tarde, recordarán buena parte de su trayectoria, los momentos sufridos y disfrutados o las anécdotas, pero también “a nuestro compañero Dioni Salcedo que no está físicamente con nosotros, pero sí en el pensamiento, y es que con él empezó esto hace muchos años. Y, cómo no, debe quedar claro que detrás de nosotros, hay una cuadrilla de personas sin las cuales todo esto no hubiera sido posible”. De las fiestas patronales que, tras dos años de pandemia, se retoman este mes de agosto esperan, sobre todo, “que la normalidad sea el estado natural de nuestra vida” y, por ello, invitan a vecinos y visitantes “a disfrutar de nuestros sanroques con alegría, tolerancia, respeto hacia todas las personas y, por supuesto: “No, es no”.
En el despacho y en la calle
Y si alguien conoce todos los entresijos de lo que es organizar y coordinar las fiestas patronales de Laudio, ese es Jabi Arteta, técnico del Consistorio que, que a lo largo de este año, comenzará a disfrutar de una merecida jubilación. Tal y como él mismo recuerda, su puesto en el Ayuntamiento de Laudio era, en un principio, encargado técnico del Área de Cultura y Deportes cuando en 1990 “me encomendaron las labores específicas de técnico de Fiestas, y parece que fue ayer, pero ya han pasado 33 años”. Más de tres décadas de gestiones, tramitación de expedientes, llamadas y reuniones desde su despacho y de recorrer las calles para comprobar que todo se ajusta a las necesidades y características de los actos y los eventos festivos programados.
Las tareas específicas de su puesto han hecho que Jabi Arteta mantenga un estrecho contacto y relación “de coordinación y colaboración con todas aquellas asociaciones, grupos culturales, grupos deportivos, grupos musicales, peñas festivas, comisiones de barrios, comisión de fiestas, etc... que han venido desarrollando sus actividades en los diferentes programas festivos” y mañana lunes se convertirá en el principal protagonista del inicio de los Sanroques al ser designado txupinero, una función que califica como “todo un honor”. Consciente de que el éxito de cualquier festejo reside en la implicación de vecinos y agrupaciones, Arteta lanza un mensaje de agradecimiento a “todas aquellas personas que desinteresadamente han dinamizado, organizado o colaborado en las diversas fiestas” y les felicita “por su aportación a la cultura y personalidad al pueblo de Laudio”.
Y en estas tres décadas como técnico de Fiestas reconoce que “han sido muchos los momentos difíciles vividos para que todos los actos se desarrollasen sin ningún tipo de incidencias”, pero a pesar de esas inevitables dificultades, inconvenientes y contratiempos “creo que entre todos y todas lo hemos conseguido”. Lo que seguramente nunca imaginó Jabi Arteta es que tanto los Sanroques como el resto de eventos populares iban a sufrir un parón de dos años debido a una pandemia y ahora que se retoman los festejos más importantes de la localidad “animo a toda la ciudadanía laudioarra a que los de este año los viváis y disfrutéis de manera muy especial”.
Así lo desea, también, el alcalde de Laudio, Ander Añibarro, que en el tradicional saludo a la población a través del programa festivo afirma que, por fin, “es tiempo de volver a ilusionarnos y de volver a disfrutar. Tiempo de vestirnos con nuestros tradicionales trajes festivos, de reencontrarnos y, por supuesto, de compartir la felicidad que nos une hoy, y de recordar con cariño a todas las personas que por una u otra razón no van a poder acompañarnos a disfrutar de estas fiestas”. Y, por supuesto, invita a “a la ciudadanía a participar con entusiasmo y alegría en los actos del programa festivo, así como a ejercer de anfitriones con quien nos visite para que se lleven el mejor recuerdo”.