Si algo caracteriza a Laura Peinado es su espíritu viajero, pero también su amor por la naturaleza. Y esa pasión la comparte a través de sus redes sociales, en las que nos ofrece tips para llevar un estilo de vida saludable, vegano y zero waste (residuos cero).
El origen del movimiento zero waste surge, nos recuerda la propia Peinado, sobre todo en Estados Unidos, y busca reducir al máximo los residuos que producimos. “Siempre me ha interesado mucho el cuidado del medioambiente, la sostenibilidad... Pero sobre todo cambié mucho el chip cuando estuve en Polonia de Erasmus”, confiesa. Y es que ahí empezó a dar un cambio a su vida: el veganismo, el zero waste, el minimalismo...
“Fue todo de golpe y empecé a hacer cambios. Allí descubrí muchísimas alternativas, cosa que aquí en España al menos yo en Málaga no las había visto -tiendas para comprar a granel, etc-. Como tenía un blog e Instagram empecé a compartirlo”, nos cuenta en ese sentido.
Esa fue la primera chispa que prendió un auténtico clima de cambio en su vida. Ahora, con 56.000 seguidores en Instagram y aún más en TikTok, siente que a la gente también le llama la atención el reducir los residuos en casa. “Fue un boom interesante ver la reacción de la gente”. Pero, ¿siente que somos cada vez más conscientes de lo que consumimos, o todavía nos queda camino por recorrer? “Creo que sí somos cada vez más conscientes. La gente se da más cuenta de todo el residuo que producimos. Vemos las campañas, cómo el marketing está evolucionando... La gente se está dando cuenta de que es necesario ese cambio de mentalidad. Ahora, los que están dispuestos a hacerlo no son todos”, reconoce.
Porque hay hábitos que cuesta cambiar. “Yo soy muy realista. No es que produzca cero residuos en mi casa. Es que al final cero residuo es un objetivo muy utópico. Para mí es encontrar el equilibrio entre comodidad, disponibilidad, etc. Me costó y me sigue costando mucho la parte relacionada con el veganismo, con los productos de alimentación, porque la alternativa vegana siempre va a venir envasada”, explica. Por eso, asegura que cuesta pero le compensa porque “siempre va a ser más sostenible un envase de algo vegano que una opción cárnica. Tienes que encontrar ese balance, pero es de esas cosas que veo más complicadas, los envases alimentarios”.
Ahora está afincada en Navarra, donde reconoce que hay más opciones de tiendas a granel. “A Navarra me trajo el amor, por la tierra y porque era la tierra de mi pareja. Ya llevamos aquí tres años”, sonríe. Y de cara al futuro nos comparte que espera que nos estemos encaminando a un futuro “sostenible y con más consciencia.
No pensar solo en nosotros mismos y en nuestro bienestar, sino pensar en el bien común, en las futuras generaciones, y actuar en función de eso”, nos confiesa. Porque recuerda que, aunque estamos viviendo ya los efectos de la crisis climática, “las mayores catástrofes las va a vivir igual mi hija. Yo esos cambios también los hago por ella, porque quiero dejarle un mundo mejor no solo a ella, sino a cualquier otro niño que ha nacido o va a nacer”, resume.
¿Cómo se vive una maternidad ‘zero waste’?
Laura Peinado acaba de ser amatxu y su maternidad también va a ser zero waste. Pero, ¿cómo podemos conseguirlo? Hay cosas, por supuesto, que son más sencillas que otras, pero nada es imposible. “Desde el principio hemos sido muy conscientes de intentar buscar siempre alternativas más sostenibles. Por un lado, mucho de segunda mano y reutilización”, nos explica Peinado, que señala que otro de los desechos grandes es el de los pañales y toallitas.
“En cuanto a toallitas vamos a usar de tela cien por cien, y en cuanto a pañales queremos usar tela. Nuestra idea es usar pañales de tela, que se lavan y se vuelven a utilizar”, asegura. Pero sobre todo, la base, es ser “muy conscientes”, no comprar por comprar sino ir viendo las necesidades que vayan surgiendo.
Consejos para reducir al máximo el consumo de plásticos de un solo uso
Cambiar algunos aspectos de nuestro día a día y nuestros hábitos puede marcar la diferencia
Todos aspiramos a cambiar algunas de nuestras costumbres más arraigadas para tratar de combatir los efectos del cambio climático y aportar nuestro granito de arena en esta empresa. Tanto es así que hay algunas cosas que podemos empezar a hacer. Tal y como nos recuerda Laura Peinado, una de las principales claves es encontrar el equilibrio. Sobre todo ser muy conscientes de lo que consumimos y “que entre todos trabajemos por un mundo al menos más habitable y más sostenible”, comparte. Al fin y al cabo, no tenemos un planeta de repuesto al que acudir.
Es por eso que algunas de las cosas que podemos cambiar son reducir el consumo de agua, reciclar todo aquello que podamos (si tenemos cualquier duda a la hora de desechar algo una buena opción es consultar en las webs acreditadas -como Ecoembes, donde podemos confirmar adónde va cada cosa-), y sobre todo al ir al supermercado podemos ser más conscientes de todo aquello que consumimos. Podemos llevar bolsas de tela para descartar las de un solo uso, comprar a granel en lugar de en paquete las verduras o legumbres, si consumimos carne o pescado acudir a la carnicería y pescadería en lugar de comprar los productos envasados, o evitar comprar las frutas ya peladas y troceadas en un envoltorio de plástico. Son pequeños detalles que pueden marcar la diferencia a la hora de replantearnos nuestro consumo y aportar nuestro granito de arena con pequeños gestos y cambios de hábitos.