La venta de Robin Le Normand está generando muchas discrepancias en la afición txuri-urdin. Como venimos informando, todo parece indicar que, a día de hoy, el único club que está dispuesto a afrontar un fuerte desembolso para hacerse con sus servicios es el Atlético de Madrid, a pesar que el jugador no descarta la posibilidad de probar suerte en otro campeonato. El Chelsea, en la Premier, y el Nápoles, del Calcio, que no son dos cualquieras en el panorama continental, se interesaron por su contratación, pero finalmente no presentaron ofertas formales. A nadie se le escapa que la Eurocopa es un escaparate espectacular y con una repercusión tremenda para poder revalorizar tu caché y que aparezcan nuevas novias con las que iniciar una puja que pueda acabar beneficiando a la Real Sociedad. Aunque también es una competición dura y que puede marcar la carrera de un futbolista hasta el punto de depreciarle y que desaparezcan las propuestas millonarias labradas en sus respectivos clubes de procedencia.
El caso es que el Atlético ha intentado cerrar todo con rapidez y la Real solo lo ve con buenos ojos si alcanza los 40 millones que ha puesto de precio, algo que por ahora no se ha producido. Es más, desde el entorno colchonero repiten con insistencia que no van a pagar más de 30-32 millones, cantidad que no estaría bien vista en el entorno txuri-urdin por el simple hecho de que considerarían que la directiva no hace valer el peso de las cláusulas. La de Robin asciende a 60 millones, por lo que se quedarían en la mitad cuando es, de largo, el mejor defensa de la exitosa trayectoria de Imanol al frente del equipo.
En Gipuzkoa se ponen en armas porque no les parece suficiente, algo loable y respetable, ya que la única manera que tiene de protegerse del abusón del vecino es subiendo el precio de su libertad y porque la última vez que Jokin Aperribay vendió a un jugador procedente del Sanse salió mal. Fue Yuri al PSG en 2017 por 16 millones de euros, también la mitad de la cláusula, y al verano siguiente recaló en el Athletic por ocho millones más cuando la propia Real se interesó por su regreso.
Y en el Atlético no han tardado en destacar que, si se cierra por los cerca de 30 millones, el bretón se convertiría en el defensa más caro de su historia, superando los 25 de Hermoso. Y si la Real Sociedad se sale con la suya e ingresa los 40 que exige, sería el cuarto mayor traspaso del tercer club más rico de la Liga igualado con Falcao, al que incorporaron en la temporada 2011-12, tal y como desveló en una información el diario Marca.