El eurodiputado Jordan Bardella se convirtió ayer en el nuevo líder del partido de ultraderecha francés Agrupación Nacional y recoge el testigo de manos de Marine Le Pen, quien decidió abandonar el cargo para centrarse en las actividades parlamentarias de la formación con vistas a futuras elecciones.
Bardella, presidente en funciones desde 2021 y considerado en sus principios un elemento radical del partido, ha obtenido el 84,4% de los votos frente al alcalde de Perpiñán e histórico del partido, Louis Aliot, un porcentaje muy superior al 67,65% de los votos que obtuvo Marine Le Pen frente a Bruno Gollnisch para suceder a su padre, Jean-Marie Le Pen, hace once años.
“Después de más de diez años al frente del movimiento, era saludable dejar paso, saludable sacar a relucir los talentos, las nuevas figuras”, destacó Marine Le Pen.
En cuanto a la posible candidatura presidencial de la Agrupación Nacional, Le Pen ha mantenido sus aspiraciones: “No dejo la presidencia de nuestro partido para irme de vacaciones. Sigo movilizada más que nunca. No habrá descanso para mí, igual que para todos nosotros hasta que hayamos enderezado el país. (...) Está de más decir que estaré donde el país y la causa nacional me necesiten”.
Marine Le Pen se centrará ahora en el liderazgo del bloque parlamentario de su partido, la fuerza más importante de la oposición en el Parlamento desde las elecciones de junio, con 89 escaños.
Denuncian una “pugna”
Tras la votación, el alcalde de Hénin-Beaumont, Steeve Briois, denunció el “atrofiamiento” del partido tras su exclusión del nuevo órgano ejecutivo presidido por Bardella. “Es el inicio de una purga contra quienes defienden la línea social”, afirmó.
“Si bien durante muchos meses he estado haciendo sonar la alarma sobre una posible rerradicalización, solo puedo ver mi desalojo como una sanción por haber querido crear conciencia sobre un fenómeno que los hechos confirman”, argumentó
Briois lamentó así que “fundamentalistas” hayan impuesto “posiciones de derecha, contrarias en mi opinión al ni derecha ni izquierda que prevaleció durante décadas en el Frente Nacional”. Briois es afín a Aliot, el único competidor de Bardella en la votación interna.
Una carrera meteórica
La prensa francesa destaca que han pasado solo diez años desde que Jordan Bardella empezó a pegar carteles para el partido como miembro de las juventudes del Frente Nacional hasta que se ha hecho con las riendas de la formación.
Bardella está considerado la “sombra” de Marine Le Pen y pretende así culminar el proceso de modernización del partido poniendo el foco en los barrios obreros no solo hablando de inmigración, sino también de vivienda, sanidad, educación o paro, en claro contraste con una línea más identitaria defendida por Marion Maréchal-Le Pen.
En los debates Bardella suele citar a su madre, trabajadora de una escuela infantil que tenía problemas para llegar a fin de mes, aunque a menudo omite su educación en un instituto privado o a su padre, quien en uno de sus cumpleaños le regaló un coche Smart.
Bardella ha apoyado el Frexit o a Generación Identidad, una organización disuelta por el Ministerio del Interior por defender “una ideología que incita al odio y la violencia hacia los extranjeros y la religión musulmana”. El mayor hito hasta ayer de Bardella fue liderar la lista del partido a las elecciones europeas de 2019. El buen resultado hizo que al año siguiente fuera nombrado vicepresidente y se hiciera cargo de facto de una formación política que por primera vez no estará dirigida por un Le Pen. – E. P.