CUARTO clasificado en la Liga Endesa (balance de 14-6), brillante finalista de Copa (perdió el título ante el Unicaja) y líder invicto del Grupo L del Last 16 de la Basketball Champions League, competición de la que es vigente campeón, el Lenovo Tenerife de Txus Vidorreta va camino de protagonizar otra excelente temporada. Instalado ya por trayectoria, resultados y potencial económico en la élite de la competición doméstica y de la BCL, la entidad insular va año tras año arañando ese techo que marcan los grandes trasatlánticos de la Euroliga y logrando acceder a nuevas cotas competitivas. Su ambición es absoluta y se constata con su último movimiento en el mercado de fichajes. Ante la lesión de larga duración de Joan Sastre –fractura de muñeca izquierda–, su secretaría técnica se ha movido con decisión reclutando a un jugador más que apetecible para cualquier equipo europeo: el argentino Leandro Bolmaro. El Tenerife aprovechó las apreturas económicas del Barça, conjunto en el que se formó y jugó de 2018 a 2021 y que aspiraba a volver a contar con sus servicios, y firmó hasta final de temporada al polivalente exterior de 1,98 metros y 22 años que quedó libre en la NBA tras una aventura de temporada y media muy poco satisfactoria.
Jugador que se desenvuelve en las posiciones de escolta y alero y que destaca por sus magníficas cualidades físicas, Bolmaro es la guinda del pastel del Tenerife, un conjunto ya de por sí notablemente armado. Debutó con su nuevo equipo el pasado domingo en la derrota sufrida en la cancha del Valencia Basket (77-72) y su actuación fue prometedora, pues en menos de once minutos de juego aportó nueve puntos. Gran penetrador a canasta, con excelentes cualidades para destacar en defensa y con un tiro exterior que en Europa puede ser sostenible, el argentino debe mostrar en Tenerife todas las virtudes que apuntó en su fugaz periplo como azulgrana y que no pudo poner sobre la cancha en la NBA por falta de oportunidades.
Bolmaro fue elegido en el puesto 23 del draft de 2020 por los New York Knicks, y traspasado después a los Minnesota Timberwolves, pese a que su experiencia en la ACB aún era muy escasa (jugaba sobre todo en el filial, con el que en LEB Oro hizo un auténtico destrozo en Miribilla al Bilbao Basket, con 31 puntos en 29 minutos con apenas 19 años). Decidió seguir una temporada más como azulgrana, ganó Liga y Copa, fue elegido jugador más espectacular de la ACB y durante el verano de 2021 puso rumbo a la NBA. En su primera temporada jugó 35 partidos con los Wolves (6,9 minutos por partido, anotando 1,4 puntos de media) y el pasado mes de julio fue traspasado a los Utah Jazz, donde apenas ha contado con oportunidades, llegando en febrero finalmente a un acuerdo para rescindir su contrato con el objetivo de regresar a Europa. Y cuando todo el mundo le ubicaba de regreso en el Barcelona, el Tenerife aprovechó la oportunidad para ponerle la guinda a su pastel.