Leandro Martínez (Colindres, 7 de julio de 1994) goza de una evidente inspiración de cara a la meta contraria que bien que agradece su equipo, un Sestao River que lidera con solvencia el grupo II de Segunda RFEF. No solo es el pichichi de este grupo gracias a sus 12 dianas, a las que hay que añadir la que firmó en Copa ante el Racing Ferrol, sino que también lo es del total de los 90 conjuntos de toda la categoría a nivel estatal, condición que comparte con Carlos Martín, del Atlético de Madrid B, y Carlos López, Charly, del Zamora. “Soy un delantero distinto, más estilo de segundo nueve”, se define el cántabro, que conversa con DEIA la tarde del lunes antes de disfrutar de jornada de descanso de cara al exigente compromiso del sábado en la visita del conjunto verdinegro al Mutilvera.
¿Está en su mejor momento como goleador?
—Sí es verdad que los goles, cuando estás acertado de cara a puerta, te acompañan, pero otras temporadas también he tenido muy buenas rachas. Estoy muy contento con lo que hice la pasada allí en La Balona (Balompédica Linense) y sí que es verdad que este año sumo 12 tantos en Liga y uno en Copa (el que firmó para eliminar al Racing Ferrol). En el ámbito goleador es una muy buena temporada y puede ser de las mejores que he tenido a lo largo de mi carrera, pero deportivamente se puede asemejar a las últimas, ya que llevo varios años a un nivel muy bueno y estoy contento de poder seguir en esa línea.
Llama la atención que en las seis victorias consecutivas que encadena el River en Las Llanas, en las seis ha marcado.
—Sí, es cierto. Desde el partido contra el Brea, en la que es nuestra única derrota en casa, el equipo ha ganado todos sus partidos y he podido hacer gol en todos ellos. La verdad es que en Las Llanas es un campo en el que yo me siento muy a gusto, estoy muy cómodo, también con el cariño y la ayuda de la gente.
¿El gol se trabaja o se tiene?
—Yo creo que ambas cosas. Si se fija, en Primera División uno de los mejores equipos que hay a nivel mundial es el Real Madrid. Vinicius cuando llegó al primer equipo no metía un gol, las tiraba al córner, había algunas veces que las sacaba del estadio y ahora las mete todas. Un goleador como Benzema pues lo tiene y además lo trabaja; y Vinicius ya se ve que lo ha conseguido trabajándolo. Es bueno las dos cosas, tanto tenerlo como algo innato y trabajando también lo puedes mejorar.
¿Usted es un Vinicius o, por el contrario, es un Benzema?
—Me considero más Benzema, pero también lo trabajo.
Tampoco es un nueve típico. Defínase como delantero.
—Sí, soy un delantero distinto, más estilo de segundo nueve, que aprovecha los movimientos y las asociaciones con otro delantero, jugando al lado de él. Si juego solo, me muevo muy bien a los espacios, de cara a gol soy rematador. No sé, es difícil también definirse a uno mismo, pero más o menos soy un delantero de área, rematador y aunque no tenga una altura importante, me muevo bien en el área, me asocio bien con mis compañeros y voy bien al espacio.
¿La cabeza trabaja en milésimas de segundo?
—Sí, y es lo más importante del fútbol, la toma de decisiones, tanto cuando tienes el balón para tomar una decisión acertada y que sea la correcta, como para saber dónde va a caer ese balón; y para nosotros los delanteros eso es muy importante, y eso sí que es intuición. Estoy contento en el sentido de que se me da bastante bien ver dónde va a caer la pelota y me muevo bien en ese sentido.
¿En qué se ha reinventado respecto al Leandro de las dos etapas anteriores en el River?
—En mi primera etapa me marcó la lesión que tuve al principio de temporada, ya que permanecí de baja durante tres o cuatro meses. Sí que es verdad que acabé muy bien la temporada, quedamos sextos, marqué el famoso gol de Toledo… Tengo un recuerdo imborrable y después en el siguiente año no conseguimos mantener la categoría, pero no fueron malos los números. En mi vuelta, el equipo estaba en Tercera División, marqué 16 goles, estuvimos a punto de ascender... sí que es verdad que la pandemia lo cortó todo.
El curso pasado jugó en Primera RFEF en La Balompédica. ¿Sienten vértigo a no fallar?
—El miedo a fallar no lo tenemos. Queremos que no se nos escape este año, ya que lo tenemos en nuestra mano, somos los que tenemos esa oportunidad de ascender. La Primera RFEF es una categoría bonita, tengo buen recuerdo en La Balona. La categoría es otro mundo totalmente diferente, espero y deseo que compita en la misma este Sestao.
¿Qué le hace diferente a este River?
—El grupo, yo creo que somos un gran grupo humano muy bueno, hay un enorme feeling entre los compañeros, vamos todos a una…
A sus 28 años, ¿cuál es su techo?
—Me gustaría tocar el fútbol profesional, sé que es difícil pero por intentarlo no va a ser. Espero que sea aquí y poder devolver al River al fútbol profesional.
Sus números también le ponen en escaparate ante otros equipos de categoría superior.
—Si un delantero hace buenos números y mete goles, los equipos te llaman. Tengo la cabeza centrada en lograr el ascenso y después ya se verá.