Las coloridas camisetas que iluminan siempre a los cantantes de Leioa Kantika Korala en sus actuaciones son esta vez oscuras. Los amarillos, los morados, los verdes… se funden a negro en Galerna, azken bidaia, un nuevo desafío artístico para la coral que se sale de los estándares y rompe moldes. Esta vez asombra al adentrarse en la ópera formando parte del espectáculo de Loraldia Produkzioak, en su vocación por promover la cultura en euskera. Esta obra parte de la galerna que en 1912 provocó que 143 marineros fallecieran cuando se encontraban faenando a 45 millas de Matxitxako. De ellos, 116 eran bermeotarras y el resto de localidades cercanas como Elantxobe, Lekeitio y Ondarroa.
Kultur Leioa asistirá el próximo domingo al preestreno de este proyecto en el que Leioa Kantika Korala ejerce un papel fundamental. “Hay 48 cantantes de entre 9 y 18 años en escena en todo momento. Serán las viudas, las lamias, el mar… Es un espectáculo oscuro, pero también luminoso, como puede serlo el mar”, apuntó ayer en rueda de prensa Basilio Astúlez, el hombre apasionado que dirige la batuta en Leioa Kantika Korala. “Estamos muy ilusionados, para todos nosotros es una aventura, es un viaje de vida muy emocionante a todos los niveles”, reconoció. En efecto, para esta agrupación coral es un salto al cielo, un propósito mayúsculo, una nueva ambición que conquistarán. Su genética se ha caracterizado por la innovación, por coreografías y conciertos originales, por colaboraciones para arriesgar y crecer… Y así han conquistado certámenes de medio mundo. Esa revolución es ahora galerna. “Se han juntado muchos elementos para hacer posible este espectáculo que es una joya; para Leioa Kantika Korala, de forma individual, habría sido imposible hacerlo”, agradeció Astúlez. El coro da alas a esta ópera que contará también con un grupo de seis instrumentos, el tenor solista Aitor Garitano y el actor Jon Ander Urresti.
Mar y mitología
Galerna, azken bidaia es una mirada emocional sobre el mar: el miedo a lo desconocido, el misterio de la profundidad, la impotencia ante las fuerzas de la naturaleza, la poética del océano inabarcable, el riesgo de perder familiares, la ilusión por descubrir nuevos mundos, la alegría de la gente de mar o el goce de dibujar a las criaturas que allí habitan. Además, la historia extrae una raíz vasca (mitología, sonidos, textos, tradiciones, danzas…). “Es una visión poliédrica del mar. Desde la mitología, la superstición, los recuerdos, los sueños, las pesadillas, nuestros ancestros, nuestros miedos, las tragedias climatológicas presentes y pasadas, el mar como infinito, y como vida eterna”, resume Lucía Astigarraga en conversación con este periódico. Esta getxotarra es la directora escénica de este montaje que es un “viaje sensorial de una hora de duración, con diferentes capas de significado en función del espectador”, como ella explica.
Este espectáculo comienza a volar el domingo en el hogar de Leioa Kantika Korala (19.00 horas, 10 euros) y luego irá, el 19 de marzo, al Teatro Arriaga, de Bilbao. Después, a continuar soñando: dos años de gira.