Leioa Saskibaloi Taldea (Leioa SBT) empezará la próxima temporada en la liga EBA, el gran escenario del baloncesto aficionado, una categoría que ya depende de la federación española. Es un salto gigantesco, un hito histórico para este club tan enraizado en Leioa. El principal equipo masculino logró el ascenso en una campaña "de guion de película", como ilustra su entrenador, Igor Urreta. Y es que el partido decisivo juntó a dos plantillas con las opciones de subir; la victoria conseguida fue en un tramo final para contener la respiración y, encima, ese rival para Leioa SBT era la Fundación del Bilbao Basket, un auténtico hueso duro de roer. Pero ya antes, para clasificarse para el play-off, los leioaztarras remontaron un partido que iban perdiendo por 16 puntos. Y todo ello, claro, en la temporada del coronavirus. De película, en efecto.
El técnico aún recuerda con emoción los últimos compases del pasado curso. "El ascenso se resolvió todo en un partido fuera de calendario que se tuvo que aplazar por cuarentenas. Así que una semana después de terminar la competición, teníamos ese encuentro. Era sencillo: si ganábamos, quedábamos campeones y subíamos; y si perdíamos, quedábamos terceros. Pero los dos equipos estábamos en esa situación", explica Igor. O sea, la tensión era máxima. Leioa SBT contra la Fundación del Bilbao Basket, ahí es nada. "A falta de 20 segundos, metimos un triple que nos puso 4 arriba y fue definitivo", rememora Igor. Explosión de alegría, de sentimientos, de competitividad. En tres años, dos ascensos para este equipo que mira siempre hacia arriba. No obstante, no solo el último duelo estuvo plagado de magia. "Tuvimos un partido muy importante en la liga regular: a falta de dos jornadas, llegamos a Getxo, que estaba invicto, tenía un 9-0. Había que ganar porque si no, nos quedábamos fuera de la fase de ascenso. Al descanso en Fadura, íbamos 16 abajo y al final, ganamos de 2. Luego teníamos que rubricarlo en casa contra Unamuno y ganamos bien", describe el entrenador. Fascinante.
Este es parte del camino del éxito de Leioa SBT, que comenzará la próxima temporada en la máxima categoría del baloncesto aficionado, una liga EBA, que, no obstante, tiene toques de profesionalismo, porque, por ejemplo, los jugadores tienen un salario, algo que no ocurre en este club y que no pasará, porque su espíritu va por otros derroteros. "Somos un club de cantera, un club poco fichador. Trabajamos con gente del municipio y del entorno; siempre se le abre la puerta a la gente que quiera venir, pero nuestra filosofía es tener un volumen importante de jugadores de casa. Luego, dependiendo de la categoría en la que estés, siempre necesitas reforzarte un poco con lo que no tienes, pero hasta ahí llegamos. Esa ha sido la filosofía y de cara a la próxima temporada, va a ser la misma. De hecho, el equipo ya está prácticamente cerrado. Ha habido gente que lo ha dejado por distintos motivos, pero hemos mantenido el bloque añadiendo dos o tres jugadores que nos aportan calidad y experiencia en la categoría", indica Igor, que también es parte de la junta directiva. De hecho, tras la euforia del ascenso en las canchas, había que ver si era posible también a nivel de despachos. "Cuando logramos subir, se nos presentaron dos retos. Por un lado, uno económico y referente a las instalaciones. Agradecemos la ayuda de Argitech, como colaborador, y también tenemos que seguir hablando con el Ayuntamiento, porque la categoría puede duplicar el gasto de la temporada anterior. En cuanto a las instalaciones, tienes que cumplir unas exigencias: hay que tener una ambulancia, un equipo médico concreto, unos determinados accesos, que también podremos asumir€ El segundo reto era la elaboración de la plantilla. Costó, pero más o menos está ya", resume Igor.
Será, así, una campaña para disfrutar, para soñar y para pelear. "La idea va a ser vivir la experiencia, pero sin renunciar a mantener la categoría y estar aquí años. Y eso que va a ser muy difícil la permanencia, porque son 16 equipos y descienden seis", admite el entrenador. Pero Leioa SBT no entiende de límites.