Médico de familia, pertenece a la sociedad científica de Osatzen y a un grupo de eventuales que reivindica la mejora de las condiciones laborales.
Hay un gran déficit de médicos de familia, y encima, en pocos años casi un tercio de la plantilla tendrá edad para jubilarse.
—Decir que faltan médicos por el gran número de jubilaciones, a pesar de ser una realidad, creo que es profundizar muy poco en el tema. Es quedarse solo en la punta del iceberg.
Pues vayamos más profundo.
—El aspecto importante es la falta de planificación. Hace más de diez años se conocía que iba a haber esta ausencia de profesionales y este déficit entre los que se jubilan y los que entramos de nuevo. Pero no ha habido planes de contingencia. También hay que hacer atractiva la oferta para que cuando acabas la residencia de médico de familia, te quedes en un puesto en la Primaria y esto va de la mano de las condiciones laborales y los tipos de contratación.
¿Cuáles deben ser esas condiciones laborales?
—Nosotros tratamos con personas y necesitamos unas condiciones que nos permitan conocer al paciente para poder atenderle bien. El mismo médico debe atender a las mismas personas durante un tiempo prolongado, y eso solo se puede dar si se fideliza a la plantilla. Garantizar que estés en ese ambulatorio con el mismo cupo durante un tiempo largo porque así les vas a prestar atención de calidad y segura. Ahora hay unos contratos durante un año pero estás continuamente moviéndote de un ambulatorio a otro, y con esto tendríamos que acabar porque estos contratos han supuesto un 73%.
¿Por eso este año la convocatoria de MIR ha dejado 200 plazas vacantes en este ámbito?
—Es que somos profesionales que tratamos con personas y el conocer la población que atendemos es clave. Lo que sucede es que los residentes que salen no les dejan desarrollarse y prefieres otro trabajo con más calidad laboral.
Parece que tampoco nadie quiere ocupar las plazas de tarde.
—Si tú haces un horario homogéneo, por un lado, la población puede tener facilidad para acudir a su médico, y además, no castigas a aquellas personas que tengan ese horario porque la conciliación es más difícil. Por otro lado, se deben incentivar aquellas plazas que, por distancia o por el tipo de población, igual muy demandante, resultan más complicadas. Porque, si no, quizá la gente opte por otras a priori más cómodas, o en zonas más urbanas.
Osakidetza no entiende que no haya gente que quiera cobrar 3.000 euros en horario de ocho de la mañana a tres de la tarde.
—Se ve claro que a los profesionales de la Atención Primaria no nos interesa tanto el dinero. Lo que estamos pidiendo es que nos dejen atender a las personas de forma segura. ¿Quién va a querer 3.000 euros si no puedes desarrollarte como profesional? No es solo el dinero, hay que ver qué características tienen esos contratos. Lo que estamos pidiendo es poder mantener la atención longitudinal, es decir, cuanto más te mantienes en el tiempo, mejor se ve el resultado de tu trabajo. Existe ya una evidencia consistente de que la atención continuada durante años es muy beneficiosa.
Pues en cinco años, la falta de profesionales se agravará aún más. ¿Hay que replantearse el modelo?
—No podemos estar con el modelo actual por las jubilaciones y porque nos tenemos que adaptar a los cambios. No podemos seguir con un modelo estratégico que no avanza al mismo ritmo que la sociedad. Si no, siempre vamos a ir por detrás. Tiene que haber un nuevo plan estratégico con objetivos a medio y largo plazo. No se pueden poner solo parches.
El Servicio Vasco de Salud dice que está buscando "hasta el último profesional".
—Me llama la atención que se diga esa frase cuando los recién acabados que acababan un martes en mayo, el jueves anterior no habían recibido ninguna llamada desde Atención Primaria. Si es de tal magnitud la problemática, hay que tener una estrategia definida con tiempo.
¿Cómo se atrae a los facultativos a esta especialidad?
—El punto clave son las condiciones de contratación, sobre todo que estés en el mismo sitio mucho tiempo. Y que los horarios sean flexibles, no significa que sean a merced de los trabajadores. Quiere decir que es una realidad que en aquellos cupos exclusivamente de tarde, la conciliación laboral es mucho más compleja. Por eso, por ejemplo, se puede hacer un mix con algunos días de mañana y otros días de tarde. Osakidetza dice que le resulta difícil saber qué es una contratación atractiva. Pero no pregunta nuestras reivindicaciones, ni pregunta qué falla. Le diríamos que solo demandamos unas condiciones que nos dejen desarrollar bien nuestro trabajo.
En verano se agravará la situación. ¿Se pueden sobredimensionar todavía más los cupos por la falta de médicos?
—Ahora rondan los 1.500 pacientes por cupo y, es verdad, que pueden agrandarse si no hay médicos suficientes. Como sanitarios somos parte de la población y vemos que la situación es grave, que el derecho de la ciudadanía a la salud está en riesgo. Y tenemos que exigir a la administración medidas para no perder una sanidad universal de calidad. l
"Lo único que pedimos son unas condiciones que nos permitan conocer al paciente para poder atenderle con calidad"
"Ha habido falta de planificación. Hace más de diez años ya se sabía que habría un déficit entre los que se jubilan y los nuevos"