Entrado el otoño, y de noche, el viernes arrancaron seis días de celebraciones en Lekunberri. Y lo hicieron de la mano de Inma Etxarri Sukuntza, bibliotecaria y técnica de cultura; el alma de Mitxausenea, elegida por votación popular. Acostumbrada a estar detrás, pendiente de que todo estuviera dispuesto para que el programa siguiera adelante, ayer era la protagonista. “Claro que hace ilusión pero me da un poco vergüenza. No soy amiga de los reconocimientos públicos, creo que se ganan en el día a día. Me quedo sobre todo con las felicitaciones que he recibido estos últimos días”, confesaba.
Inma Etxarri, con su blusa de fiestas, prendió la mecha del cohete.
Lo cierto es que quiso compartir tal honor con todas aquellas personas y colectivos que hacen posible las fiestas, desde txistularis, dantzaris, gigantes, batukeros grandes y txikis, trikitilaris, paelleros, encargados de la barra, Musika Eskola, Pilota Elkartea, el coro, los jubilados y la brigadilla; hasta el que acarrea el toro de fuego, el que sirve la comida popular, el que organiza el trial, el que trae partidos de pelota profesionales, la bertso eskola, los que organizan el cross infantil, los padres y madres implicados en actividades infantiles, los expertos en campeonatos de cartas, los que lanzan las txapelas… enumeró ante las numerosas personas que se acercaron ayer al exterior de la casa consistorial. “Aunque a muchos no los parezca, también quiero agradecer al Ayuntamiento y sus concejales, trabajadores y su presupuesto para fiestas. Porque las fiestas son eso, un compendio de actividades del pueblo y para el pueblo. Nuestra es la responsabilidad de seguir haciendo de ellas las mejores fiestas del mundo”, destacó.
De festejos Inma Etxarri sabe mucho. No en vano comenzó con 15 años, como parte de la comisión de fiestas del entonces concejo de Larraun y desde 1991 como profesional. “Es imposible organizar unas fiestas sin el pueblo. Nunca he estado sola. La institución tiene que apoyar y guiar, sobre todo cuando en la comisión de fiestas abunda la junventud pero no hay representantes de diferentes sectores. La puerta siempre ha estado abierta”, señaló Etxarri, en la actualidad de baja.
En su opinión, unas buenas fiestas tienen que tener un esqueleto. “No hay que cambiarlo, aunque se puede variar e introducir novedades. No se pueden quitar los herri kirolak, pelota, bertsolaris, programación infantil, dantza, música. Si mezclas todo eso ya tienes un programa”, observó. Al respecto, recordaba que cada día hay en torno a 15 actividades. “Si tienes gente con ideas y ganas, las fiestas están hechas, muchas veces no entran todas las propuestas”, recordaba. Al respecto, incidía en la importancia de su trabajo como interlocutora entre la Administración y la ciudadanía. “A veces es complicado y no hay dinero. Pero siempre hemos puesto facilidades, dentro de nuestras posibilidades”.
Un día más de fiestas y más presupuesto
Con el lanzamiento del cohete se puso en marcha un mecanismo que no parará hasta el próximo miércoles, día grande de unas fiestas más largas de lo habitual. También se ha incrementado el presupuesto, 54.000 euros, un 60% más que la media de los últimos años. “Además de un día más, los precios de todo han subido. En 2020 no hubo fiestas, y entre el Covid, la guerra de Ucrania y la crisis energética, la sociedad en general y nuestros vecinos y vecinas queremos y necesitamos de pequeñas alegrías y motivaciones, si quiera por unos pocos días”, contaba el alcalde, Gorka Azpiroz.
El presupuesto medio de los últimos años ha sido de 30.000-35.000 euros, 40.000 euros el año pasado, que se organizaron las fiestas en pocos días, lo que supuso mayor coste. “Las propuestas que han ido llegando para la elaboración del programa se han ido aceptando prácticamente todas, intentando optimizar al máximo el aspecto económico pero sin dejar de incluirlo en el programa”, observó.
Los sonidos de la txalaparta anunciaron la llegada de las fiestas.
Así, son seis días con sus seis noches para dejar al lado la rutina y disfrutar, siempre desde el respeto, como destacaba el alcalde, tanto de las personas como del mobiliario urbano. “No se admitirá ningún tipo de vandalismo y todo el que actúe de este modo deberá asumir responsabilidades económicas”, advirtió. El pasado año se produjeron daños evaluados en 968 euros, que se cobraron. Asimismo, está prohibida la utilización de petardos o pirotecnia. “Las fiestas son de todos y todas con lo que es imprescindible ser respetuosos”, apuntó el alcalde.
Tampoco se tolerará ningún tipo de agresión sexista. Por ello, se ha puesto en marcha un protocolo con la colaboración de bares y personas que lucen un pañuelo blanco, a quienes se debe acudir en caso de sufrir una agresión o ser testigo de alguna. Esta persona acompañará a la víctima en todo momento y preservará su anonimato. Después se reunirá con la comisión de fiestas y se concretará la respuesta para denunciar el hecho los días siguientes.
Este año anuncian las fiestas de Lekunberri Iker Arretxea, ganador del concurso de carteles en la modalidad adulta y Ainhoa Arregi, en la infantil