El sábado 12 de noviembre, el polideportivo de Lemoa acogerá un evento en la que se fundirá cultura, fiesta y solidaridad para celebrar una nueva edición del festival Día de los Pobres. Fue hace seis años cuando Cáritas Arratia “asumió el reto de traer a nuestros pueblos una acto de sensibilización y encuentro con las personas en situación de pobreza que instituyó el Papa Francisco con el objetivo de estimular a los creyentes para que reaccionen ante la cultura del descarte y del derroche, haciendo suya la cultura del encuentro” pero también abriendo la invitación de participar y colaborar “a todas las personas, independientemente de su confesión religiosa, para que se dispongan a compartir con los pobres a través de cualquier acción de solidaridad, como signo concreto de fraternidad”, explican desde la entidad promotora.
Una vez más, la jornada arrancará a las 12.00 horas con un sonoro repique de campanas de todas las iglesias y ermitas del valle de Arratia, mientras que la fiesta en el recinto deportivo de Lemoa dará inicio a las 18.30 horas bajo el lema Pobreekin pobre “en referencia a la necesidad de hacernos cargo de las situaciones de pobreza, y de compartir con aquellas personas y familias que peor lo están pasando”, precisan. El programa incluye actuaciones de música, danzas, teatro y la animación del grupo de baile EALE de Igorre, conocido por acudir periódicamente a residencias de ancianos para entretener a quienes allí viven. Y para finalizar, se repartirá chocolate caliente a todos los asistentes. El carácter solidario de este evento se materializa a través de unos tiques, que llevan ya un tiempo a la venta, y que incluyen un número para el sorteo de regalos como cenas en establecimientos hosteleros o lotes de productos también cedidos por comercios locales. Y todo lo recaudado se destinará, en esta ocasión, a apoyar el proyecto de inclusión comunitaria Auzo Bizi que trabaja a favor de jóvenes migrantes.
Y todo ello va a ser posible, una vez más, gracias al equipo humano de Cáritas Arratia que tiene ya un largo recorrido en la lucha por la justicia a través de la labor de un grupo de personas voluntarias y comprometidas que sostienen proyectos en los pueblos de la comarca, mejoran las vidas de las personas que más sufren y dan ejemplo de solidaridad, en coordinación con otras asociaciones de la zona y también con los ayuntamientos de todo el valle de Arratia.