Leticia Sabater ha acostumbrado a su público, que alguno tiene, a regalarle dos canciones por año, una en la época navideña y otra cuando se acerca el verano, cual posado de Ana Obregón, salvando las distancias. Eso sí, sea verano o invierno, la reina del bisturí siempre aparece con poca ropa, que hay que rentabilizar las operaciones estéticas y sus abdominales fabricados en el quirófano.
Ya está aquí su canción estival un año más dispuesta a impactar como lo hicieron en su día La Salchipapa, Toma pepinazo o La bananakiki. El tema se llama La puta ama y el videoclip es similar a todos los precedentes: cutre y con grafismos que parecen hechos en Paint. ¿Lo bueno? Que la canción es un alegato a la diversidad, al feminismo y a la integración. ¿Lo malo? Muchas cosas, pero una de ellas es que hay un intento descarado por imitar a Rigoberta Bandini. Hay voces, ritmos musicales, el falsete cercano al final y sonidos que recuerdan demasiado a la canción Perra de la emergente cantante catalana.
Claro, la fórmula Rigoberta funciona, y Leticia ha buscado unir su sonido con las reivindicaciones LGTBI, que el Orgullo está al caer y la expresentadora quiere que su canción suene en todas las fiestas. El resultado es bastante perturbador, pero al menos el tema llega con un mensaje integrador y no con burdos juegos de palabras sexuales como en sus singles anteriores.