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Vida y estilo

Leticia Sabater revoluciona con su show una residencia de ancianos de Zaragoza

La cantante catalana amenizó la tarde en un centro de mayores como previa a su actuación en Fiestas del Pilar
Leticia Sabater, dándolo todo ante los ancianos.
Leticia Sabater, dándolo todo ante los ancianos. / Instagram (@leticiasabateralonso)

Leticia Sabater sabe cómo llamar la atención. Muy lejos quedan ya aquellos primeros años de los 90 en los que tenía programas propios en televisión dedicados (teóricamente) a los niños, como aquel A mediodía, alegría. Pero a sus 58 años, la catalana ha conseguido seguir muy presente para el público, ya sea por sus surrealistas intervenciones en televisión, por sus operaciones estéticas (se tatuó abdominales) o por sus canciones y villancicos casi todos monotemáticos (‘picantes’) con temas como El polvorrón, La salchipapa, Toma pepinazo o 18 centímetros papi.

El caso es que la barcelonesa se sigue ganando la vida con su trabajo y recorre ciudades y pequeños pueblos ofreciendo su espectáculo: canciones propias, versiones de éxitos recientes y muy poca ropa, sea verano o invierno. Es habitual en fiestas de pueblos, en bolos y eventos de cualquier tipo y suele atraer a bastante público, ya sean fans o personas que acuden por la curiosidad de ver qué puede ofrecer.

En una residencia de ancianos

Lo que no es tan habitual es que, quien se hizo famosa por dirigirse a los niños, lleve su show a una residencia de ancianos. Pero los tiempos cambian y la gente se hace mayor, y este miércoles Leticia Sabater se desplazó a Zaragoza (actuará también en la capital aragonesa el 12 de octubre en las Fiestas del Pilar) para amenizar la tarde a la residencia asistencial Los Ángeles, ubicada en el barrio de las Delicias.

Y a buen seguro que hizo las ídem de algunos ancianos y ancianas (y también de los cuidadores), a los que ofreció su espectáculo: un karaoke con las canciones que más han sonado últimamente (como Potra salvaje, Nochentera o Pedro), dejando a un lado sus temas propios con letras menos apropiadas para ese lugar. Eso sí, Sabater no quiso llevar a la residencia un vestuario más recatado y apareció como es habitual ligera de ropa, mientras los residentes llevaban anudados el cachirulo típico de las fiestas de la ciudad maña, al estar ya en vísperas de la semana más grande de la capital aragonesa.

"Son ángeles para mí"

Y allá lo dio todo, mostrándose muy simpática y cariñosa con los ancianos y ancianas, a algunas de los cuales logró levantarlas de sus asientos y ponerlas a bailar, ofreciéndoles una tarde muy diferente y poco habitual para tratarse de un centro de mayores. La catalana aseguró a Heraldo de Aragón que “el concierto en la residencia fue precioso. La gente mayor son ángeles para mí. Todos me conocían. Es un privilegio poder hacer este tipo de actos. Por un momento bailan, cantan y se olvidan de cualquier problema o dolor que puedan tener”.

2024-10-04T18:17:03+02:00
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