Se conoce que Lezama es el corazón del Athletic. Y este puede presumir de latir a pleno rendimiento. No en vano, este mediodía la factoría rojiblanca ha abierto sus puertas y ha presentado en sociedad los tres nuevos espacios construidos o remodelados durante el mandato de la Junta Directiva de Aitor Elizegi y que suman más de 9.000 metros cuadrados de superficie, unas instalaciones modernas, de última generación en cuanto a sus servicios y que marcan un antes y un después para la entidad bilbaina, ya metida en toda su sustancia en unas infraestructuras vanguardistas a imagen y semejanza de lo que se reclama en las canteras de los clubes más presitigiosos de Europa.
Se ha tratado de una visita guiada, con la presencia, además de los miembros de la Comisión Gestora y del personal que ejerce en Lezama,de ex jugadores como el mítico José Ángel Iribar, Andoni Goikoetxea, Jabo Irureta o Miguel de Andrés, entre otros, o los expresidentes Ana Urquijo y José Julián Lertxundi. El acto, por tanto, ha tenido su punto protocolario, aunque el verdadero maestro de ceremonias ha sido Óscar Malo, director de Infraestructuras del Athletic, cabeza visible de los proyectos y el encargado de desgranar la letra pequeña del nuevo edificio del primer equipo, del edificio principal, remodelado sobre el antiguo, y de la residencia para los canteranos, denominada Iribar. Un tridente que reúne la esencia de Lezama.
Nuevas instalaciones del Athletic en Lezama. Vídeo: José Mari Martínez
Tres espacios para alardear, según revelan los responsables de Lezama. El edificio del primer equipo, de 3.000 metros de superficie, se inauguró en enero de 2021, coincidiendo con la conquista de la Supercopa y se entiende como una referencia de presente y futuro. Tiene de todo. Gimnasio de alto nivel, la llamada green room, comedor, zona recreativa, zona médica y de farmacia, un SPA de cinco estrellas, salas de reuniones... Una búrbuja para los leones.
El edificio central, de 4.400 metros cuadrados, se ha levantado sobre el antiguo, es una versión acorde al siglo XXI. Alberga el pabellón cubierto, vestuarios para 90 futbolistas y entrenadores, zona de agua, 20 despachos, salas de reuniones, biblioteca... Un bloque que se conecta con el de la residencia Iribar, de 1.100 metros cuadrados, formada por 29 habitaciones dobles y una individual, y en la que de forma continua residen 30 chavales sobre un aforo total de 58. Lezama es pasado, presente y futuro.