El Ayuntamiento de Lezo afirmó recientemente que “continúa firme” en su apuesta por el proyecto de construcción de 52 apartamentos dotacionales y un nuevo ambulatorio en la calle Aralar. Sobre una cesión del suelo del Ayuntamiento de Lezo y promovido por el Gobierno Vasco, se decidió construir apartamentos dotacionales.
A este respecto aseguraron que “por iniciativa y trabajo del actual equipo de gobierno, se le ha sumado la construcción de un nuevo ambulatorio que responde a las necesidades del pueblo”. De hecho, se trata de un proyecto que traerá muchos beneficios al municipio.
Por una parte, esta operación dará una respuesta efectiva al grave problema existente en la actualidad en Lezo en relación al acceso a una vivienda, especialmente de colectivos prioritarios y más desfavorecidos como es el caso de muchos jóvenes. “Esta promoción de apartamentos de alquiler para jóvenes facilitará su emancipación al dotarles de una primera vivienda asequible y adecuada a sus necesidades”, subrayaron desde el Ayuntamiento.
Por otra parte, la reubicación del ambulatorio en los bajos dotará a Lezo de un centro sanitario moderno y eficiente, lo cual mejorará la asistencia sanitaria de la ciudadanía. Así, el pueblo tendrá un centro de salud tres veces mayor que el actual y en el centro de la localidad.
No obstante, en el transcurso de este proyecto han surgido varios problemas. Los primeros de ellos fueron la eliminación de las plazas de aparcamiento al iniciarse las obras, a lo que poco después se sumó un desprendimiento de tierras. Por ello, el Ayuntamiento entiende las molestias y la incertidumbre de los vecinos de la zona, pero aseguró que el problema del corrimiento de tierras está solucionado.
En este sentido, el Consistorio recordó que el 12 de diciembre de 2022 el presidente de la comunidad de vecinos y vecinas de Aralar 3 y 5 recibió una carta del director de Vivienda, Suelo y Arquitectura del Gobierno Vasco con el correspondiente informe que aseguraba la seguridad de la zona. “Además, los vecinos y vecinas de estos inmuebles eran conocedores de estas obras antes de su llegada allí, puesto que es un proyecto que comenzó a establecerse hace catorce años”, manifestaron desde el Ayuntamiento.
En segundo lugar, con las obras comenzadas, se tuvieron que paralizar por la necesidad de licitar nuevamente las mismas como consecuencia del sobrecoste sobrevenido por el encarecimiento de los materiales de construcción.
Según recordaron fuentes municipales, esta operación urbanística deriva de un convenio firmado entre el Gobierno Vasco y el Ayuntamiento de Lezo en 2009, en virtud del cual el Ayuntamiento cede el suelo para la edificación y el Gobierno Vasco asumirá el coste de la construcción y la posterior gestión del alquiler de los 52 apartamentos a través de la sociedad pública Alokabide.
Por todo ello, el alcalde, Jesús Mari Martiarena, (EAJ-PNV) afirmó: “Velaré por que se cumplan a rajatabla todas las normativas cuando comiencen a ejecutarse las obras y los técnicos municipales estarán pendientes de ello”. A su vez, no comparte la posición de EH Bildu de poner en entredicho la necesidad de este proyecto en base “al impacto que tendría el mismo en la zona”, cuando dicho convenio fue promovido y firmado cuando el Ayuntamiento estaba siendo gobernado por la izquierda abertzale.
Para Joxean Sánchez (PSE-EE), “no es el momento de poner palos en las ruedas de este proyecto”. Además, apostilló que “no es exacta la afirmación de que únicamente sean diez los apartamentos destinados a los lezoarras, sino que serán los 52 y solo en el caso de que queden libres se abriría a otros municipios”.