Se calcula que las libélulas surgieron hace más de 300 millones de años en la tierra, antes que los dinosaurios incluso. Esto, junto a los maravillosos colores que reflejan sobre el agua en su vuelo, les hacen fascinantes, mágicas. Así conquistaron a Fran Pardo, tanto que ha querido que ellas den nombre a su nueva tienda: Libélula(k). “La K final viene además con mensaje”, cuenta este comerciante villavés de 59 años. Porque “somos la segunda parte de Karmele Berri”, el comercio sucesor de la mítica tienda Karmele de la calle Navarrería.
Moda original, antes alternativa y transgresora, y hoy ya consolidada en Pamplona, que Fran Pardo ofrece desde este jueves en la calle Calceteros del Casco Viejo. Porque mantiene el espíritu de Karmele, pero adaptado al siglo XXI. “Yo me he dedicado siempre al negocio familiar de repostería y pastas, pero Karmele era un sueño que yo tenía pendiente desde los 18 años: siempre he querido tener una tienda de ropa diferente. Cuando ella se jubiló, un año después, hace 4, me metí”, explica.
En marzo de 2019 Fran tomó las riendas de Karmele Berri, y ahora impulsa la segunda parte. “Karmele (se refiere al negocio de Karmele Yera Elizalde, fallecida en 2020) es como la madre de estas tiendas. Ella fue la que hace 40 años (el establecimiento se abrió en 1979) trajo a Pamplona ropa que no se había visto nunca, ropa llegada de Londres, de París... los leggins de leopardo, los de rayas... Ropa muy transgresora y diferente a lo que había hasta entonces en Pamplona”. Y así va a ser Libélula(k), en el nº 14 de Calceteros, donde estuvo una mercería y luego Txirrinta : “La nueva tienda y Karmele Berri van a ser complementarias, porque necesitábamos más espacio”, explica. 50 metros cuadrados en los que Fran Pardo va a ofrecer ropa distinta, pero también bolsos y bisutería. “La idea es ofrecer algo que se salga de lo normal, y traer un soplo de aire fresco a esta calle”.
Fachada de la nueva tienda Libélula (k), en el número 14 de la calle Calceteros.
En Libélula(k) trabajará Arantza Erice, que ya este verano estuvo en Karmele Berri, mientras que en la tienda de Navarrería seguirá Puy Zabaleta, una auténtica “artista del diseño de escaparates”, destaca Fran Pardo, un comerciante que en los 80 fue árbitro de fútbol en Segunda B. “Durante 25 años y llegué a cuarto árbitro en Primera”.
Dejó el negro del uniforme de colegiado y se lanzó al color:“Libélula(k) va a ser eso, buen rollo, alegría y colorido”, anuncia. Moda alternativa, de tendencia, con marcas de diseñadores catalanes detrás como Síndrome, La Gata Maula o Tejemaneje, las mochilas de calaveras de Josune Beúnza y las riñoneras de Bruo. “Mucho color, mucho print o tejidos muy especiales que no se someten a modas”. A Fran Pardo le avala la experiencia con Karmele Berri, una tienda que, según reconoce, funciona: “Vamos creciendo, no nos podemos quejar”. ¿Cómo lo consigue? “Yo creo que es muy importante ser diferente y, luego, unos precios asequibles”. Y color, para salir del negro Pamplona. Y que vuelen las libélulas.