Hoy os traemos en onda vasca para conocerlo en la distancia corta y sin el delantal puesto a un profesional de la restauración hecho a sí mismo, Daniel García.

Bilbaíno de adopción, porque nació en Valdefuentes de Sangusín en la Sierra salmantina de Bejar, llegó siendo adolescente a la capital vizcaína, donde ya había trabajado su padre, albañil de profesión.

Bilbaíno de adopción

Antes de aterrizar en Bilbao, pasaría una infancia feliz pero no exenta de tareas exigentes propias de la vida en el campo. Fue precisamente allí, rodeado de productos kilometro cero que surtían a la familia García, donde descubriría su vocación mientras admiraba a su madre. Con apenas 12 años ya soñaba con convertirse en cocinero.

Una vez en la capital vizcaína comenzaría a hacer sus pinitos como aprendiz en el Hotel Carlton, allí empezó a tomar contacto con el oficio y a conocer el recetario local junto a grandes profesionales.

Trabajador incansable, también probó como panadero y hasta de novillero, llegando a debutar vestido de luces en la plaza de Vista alegre, aunque quedó claro posteriormente que lo suyo era el mandil y los fogones.

Zortziko, su proyecto de vida

Pronto, con solo 22 años, decidiría montar su propio negocio en el que participaron 8 de sus 9 hermanos, ese precisamente fue el germen, el origen del Zortziko, un proyecto a 8 que le convertiría en uno de los cocineros mas prestigiosos de la galaxia gastronómica.

55 años después, ha colgado el delantal, y superados los 70, disfruta de otra vida junto a esa familia que tanto ha sacrificado para triunfar en el complejo mundo de la alta cocina.