Llega a Berriozar ‘Monet y Debussy. Reflejos en el agua’

El espectáculo Monet y Debussy. Reflejos en el agua llega el domingo a las 19.00 horas al Auditorio de Berriozar de la mano de su creador y director, el músico Ekhi Ocaña. Uniendo música, danza, pintura y poesía sobre el escenario, la pieza establece relación entre la obra musical de Claude Debussy y la pintura de Claude Monet, con el impresionismo como telón de fondo y la búsqueda de la belleza como latido constante.

En este espectáculo interdisciplinar estrenado en 2020, sonarán en directo sobre el escenario el arpa de Alicia Griffiths y la flauta de Ocaña interpretando la música de Debussy.

La pintura de Monet se proyectará al fondo del escenario con unas sutiles animaciones digitales, tratada digitalmente para crear una sensación tridimensional.

La danza y las coreografías son de Andrés Beraza (en el personaje de Monet) y Agurtzane Pérez (en el personaje alegórico de La Pintura). Las voces en off de Paco Ocaña (Monet) y Edurne Aizpún recitarán reflexiones de Monet y poemas que completan una sencilla dramaturgia.

El diseño de iluminación recreará con atmósferas impresionistas el paso de las horas del día del jardín donde Monet pintó sus Ninfeas: mañana, mediodía, tarde, noche y amanecer. El espacio sonoro traerá los sonidos de la lluvia, la brisa de verano, cigarras, grillos y el amanecer.

Durante la pieza se recitarán breves poemas, citas de entrevistas y cartas de Monet, que forman el hilo argumental; textos escritos por Marc Elder y por el propio Monet, y serán leídos por Paco Ocaña y Edurne Aizpún.

El argumento

“En una filmación privada de 1915 se ve a Monet, anciano, casi ciego, paseando y pintando en su jardín de nenúfares. Se ha refugiado allí al estallar la Primera Guerra Mundial para combatir el dolor buscando la belleza. Atormentado, Monet ha destruido con un cuchillo sus cuadros más recientes. Confiesa a un amigo escritor su ceguera casi total y se lamenta: ‘Ya no soy capaz de hacer nada hermoso’. Entonces, sobre el escenario, se escucha la música de Debussy, la flauta, el arpa, surge la danza, los sonidos del agua, la brisa, la luna. Todo viene en socorro del viejo maestro. Y su pintura se mueve, vibra sobre la pantalla, se funde con la danza, se llena de color y de música. Y entonces Monet, octogenario, con su mano aún joven, toma de nuevo su pincel. Luz, color, aire y reflejos en el agua”, describe la sinopsis.