Vida y estilo

Llega el invierno, ¿qué debemos hacer si encontramos una salamanquesa en un rincón de la vivienda?

En esta época del año, cuando la temperaturas empiezan a bajar, estos reptiles se guarecen para hibernar en espacios apartados y algo cálidos
Una salamanquesa asciende por una puerta de madera. / Pixabay

Con la llegada del otoño y asomándose el invierno en un futuro inmediato, son muchos los animales que se retiran a sus refugios de invierno para para sobrevivir a la caída de las temperaturas y llegar vivos a la próxima primavera. Comienza la época de hibernación para muchos. Entre los que se reducen su actividad y desaparecen de nuestra vista están los reptiles. Lagartos, lagartijas, tortugas y salamanquesas son animales de sangre fría, ectotérmicos, que necesitan del calor ambiental para activarse. Para ellos el invierno es el momento de ocultarse para evitar a los depredadores mientras permanecen aletargados por el frío.

Pero al buscar un rincón donde pasar lo meses más fríos del año, también tratan de que les proteja de las temperaturas más extremas, por lo que no es raro que sea en rincones de edificios cerca de puntos de calor que mitiguen la situación. Por eso no resulta extraño que ocasionalmente tropecemos, en el curso de una limpieza profunda, una remodelación decorativa o una obra menor, por ejemplo, con una salamanquesa escondida en algún lugar discreto.

Una salamanquesa se desliza por una pared. Daniel García Mina

En las vivivendas

Este pequeño reptil se muestra muy activo a lo largo del verano cazando todo tipo de insectos y cada vez es más frecuente verlo en las ciudades, donde junto a los puntos de luz encuentra durante la noche abundantes bichos con los que alimentarse. Suele trepar por paredes y fachadas y puede acabar accediendo al interior de las viviendas. En muchas ocasiones se le confunde con la salamandra, quizás por el parecido de sus nombres, pero la verdad es que no tienen ninguna similitud. Este último, es un anfibio de color negro y manchas amarillas de mayor tamaño que habita solamente en las zonas acuáticas.

Por el contrario, aunque las salamanquesas son animales que habitan en zonas de riberas de ríos, también lo hacen en ciudades, sobre todo en edificios antiguos, ya que los muros son gruesos y porosos y encuentran pequeños huecos donde esconderse.

Lo primero que hay que saber acerca de este reptil es que resulta inofensivo para el ser humano. Su presencia puede sorprendernos, pero no supone ningún riesgo tenerlo dentro de los hogares, es más, contribuirá al control de plagas de insectos, ya que es la base de su dieta. En caso de encontrar una salamanquesa dentro de casa, en caso de que fuera verano podemos intentar atraparla y soltarla en la ventana o en el jardín. En esta época del año, ante el frío que ya se deja notar, lo mejor es dejarla donde está. Cuando llegue de nuevo la primavera nos lo agradecerá comiéndose todo tipo de insectos que entre en casa, convirtiéndose en nuestro insecticida personal más ecológico.

Debido a su tamaño -alcanza entre los 14 y 20 centímetros de largura-, pueden colarse por ventanas abiertas, puertas o incluso pueden haber hecho su nido en algún rincón de las paredes de casa. Son trepadoras natas ya que las patas tienen unas láminas que se pegan haciendo efecto ventosa en las superficies, pero como se ha mencionado, no son peligrosas.

Especies de salamanquesa

En nuestro entorno las especies más comunes que se pueden encontrar son la salamanquesa común (Tarentola mauritanica) y la salamanquesa rosada (Hemidactylus turcicus). La más numerosa es la salamanquesa común y se caracteriza por sus colores pardos y grisáceos, pero sus tonalidades pueden variar según el entorno en el que se encuentra o la incidencia de luz a diferentes horas del día.

La salamanquesa rosada en menos numerosa que su pariente, la salamanquesa común. Solo animales

La cabeza y el tronco son voluminosos y anchos aunque aplanados, por esa razón puede colarse con tanta facilidad por las ventanas o las puertas. Su piel es puntiaguda, está recubierta por unas protuberancias que se afilan en los laterales y en la cola. Este reptil cuenta con dos peculiaridades, tiene la capacidad de regenerar su cola y de sus cinco dedos, los únicos que presentan uñas son el tercero y el cuarto.

En cuanto a las salamanquesas rosadas, estas son más pequeñas que sus parientes, en su edad adulta no llegan a superar los 12 centímetros de largo. Al contrario que la salamanquesa común, estas cuentan con un color muy característico, blanquecino y rosáceo y su dorso es menos rugoso. Su cola presenta unos anillos de color oscuro y tiene uñas en los cinco dedos de cada pata.

13/10/2024