En el caso de la presidenta de Asasam, Mª Ángeles Arbaizagoitia, su implicación en la causa por la que lucha esta asociación comenzó en 1987. Sus motivos para continuar siendo actualmente su presidenta se basan en que uno de sus dos hijos desarrolló una enfermedad mental. Se trataba de la esquizofrenia. Desde entonces, y sin recursos alternativos a los que acudir, él no era capaz de reconocer su enfermedad.
Eso ocasionó que en su veintena el joven decidiera acabar con su vida. Por eso, y tras ver lo mal que lo pasaron ella y sus familiares tras la tragedia, Arbaizagoitia permaneció en la asociación en apoyo de todos los afectados por esta causa.
En el caso de Rocío Matías, su gerente, comenzó su labor en 2009 tras sus prácticas de psicología y fue en 2017 cuando comenzó en su actual cargo. En este momento, son más de 170 personas con enfermedades mentales las que reciben asistencia en Asasam, además de sus familiares. Y es que en dicha asociación, ofrecen recursos tanto para personas con problemas de salud mental, como para aquellas familias que lo precisen, aunque estas no estén directamente afectadas.
Una rueda de prensa de Asasam.
Por lo tanto, sus funciones principales actualmente y las más importantes son gestionar recursos públicos y reivindicar mejoras y derechos para las personas con enfermedad mental y para sus familias. Por esto mismo, uno de los valores más importantes que intentan transmitir es la implicación, ya que aparte de su junta directiva y su equipo educativo, Asasam está formado por personas socias y voluntarias.
“Trabajar en una asociación no es como trabajar en una empresa con un horario establecido. Cuando surge una dificultad, o un momento poco habitual en el que se necesita apoyo estamos ahí. Al final las entidades cuando desarrollamos estos servicios públicos hacemos mucho más. Llegamos mucho más lejos de lo que lo hace la administración”, señala su gerente.
Si quieres contarnos tu historia, puedes escribir a: igandeaplus@ntm.eus
Sin embargo, y lo más gratificante de su actuación según Arbaizagoitia, es ver como acaban siendo felices y haciendo amigos, salidas, actividades deportivas como fútbol y son capaces de obtener un proyecto de vida. Y es que tal y como nos recuerda Matías, con un apoyo complementario al médico, estos servicios sociales sanitarios que da Asasam les ofrecen estabilidad, y tras un momento complicado, es posible ver como la gente sale adelante y puede convivir con su enfermedad igual que el resto de personas convivimos con otras enfermedades.
Con una labor tan importante como la suya, ambas nos recuerdan que si alguien necesita ayuda, información u orientación, que no dude en ponerse en contacto con ellos, ya sea a través de su página web, sus redes sociales o su teléfono de contacto.
Asasam reclama un acceso universal a la salud mental.
Visibilización y educación como vías para reivindicar la importancia de la causa
El aumento de la demanda de los recursos para las personas con enfermedades mentales es cada vez mayor
No son pocos los desafíos y obstáculos a los que Asasam ha tenido que enfrentarse a lo largo de los años. Y es que, tal y como nos lo cuentan Rocío Matías y Mª Ángeles Arbaizagoitia, hay proyectos que todavía no se han realizado y que llevan más de una década esperando. Consideran que cada vez aumenta más la demanda de personas que vienen a solicitar apoyo, acompañamiento u orientación y los recursos son escasos.
Y es que las necesidades son inmediatas en muchos casos. “Si esto no mejora, de aquí a un tiempo tendremos que empezar a tener listas de espera, cosa que ya está empezando a suceder en otras entidades”, explica la gerente de la asociación.
Por esto mismo, ambas creen que es muy importante potenciar la concienciación de este tipo de causas desde la infancia, y es que Asasam lleva a cabo proyectos educativos. En institutos, más centrados a la relación de la salud mental con el consumo de sustancias tóxicas, y en la infancia, con los hábitos saludables y las rutinas.