El comienzo de la segunda etapa de Neven Spahija en el Baskonia no ha podido ser mejor. En su primer encuentro en el banquillo azulgrana, apenas unas horas después de haber conocido a la plantilla, el equipo sumó una contundente victoria contra el Estrella Roja gracias a una primera parte excepcional y a un recital de acierto exterior e interior, que permitió al cuadro gasteiztarra dominar como no lo había hecho en lo que va de temporada en ambos lados del parqué.
De inicio, Spahija dio continuidad a la herencia de Dusko y situó a Baldwin como escolta acompañando a Granger, con Enoch, titular en los últimos compromisos, en el puesto de cinco. Desde la primera jugada se pudo ver a un Baldwin más protagonista –ya sea por orden del técnico o por iniciativa propia–, valiente en las penetraciones y generando espacios para sus compañeros.
De hecho, sus internadas a canastas, unidas al acierto de Sedekerskis y Giedraitis desde el triple, generaron la primera ventaja importante para los locales, que se situaron pronto 16-9 arriba en el marcador. Incluso Nnoko, apartado por Dusko en los últimos encuentros, apareció con buenas canastas bajo el aro y mostrándose agresivo en la pelea por el rebote.
Un triple sobre la bocina de Hollins recortó distancias al terminar el primer cuarto (25-22) para un Estrella Roja que, tras perder a Kalinic en los primeros minutos por un golpe en la rodilla, se mantenía en el choque a remolque gracias al acierto de Ivanovic, más protagonista de lo habitual por la ausencia también de Wolters.
Esa canasta, lejos de suponer un golpe para la moral del Baskonia, hizo que el equipo saliera aún más motivado al segundo cuarto y, con buena circulación de balón y aprovechamiento de los espacios en transición, sumado a una paupérrima defensa y peor ataque del Estrella Roja, lograra encadenar un parcial de 19-2 que llevó la ventaja hasta los 20 puntos. El equipo disfrutaba como nunca en lo que va de temporada y el Buesa Arena, que no se olvidó de Dusko en el arranque del choque, disfrutaba con él. Enoch bailaba en la pintura, Giedraitis, que se fue con 16 puntos al descanso, anotaba triples y canastas de todos los colores y Baldwin también alcanzaba los dobles dígitos en anotación antes de caminar hacia el vestuario. Al final del segundo cuarto, el electrónico reflejaba un tan abultado como sorprendente 55-32 que prácticamente sellaba el triunfo azulgrana.
Segunda parte tranquila
En la reanudación, el Baskonia bajó levemente su intensidad y sus porcentajes de acierto, mientras el Estrella Roja subía sus prestaciones defensivas. Así las cosas, ambos conjuntos se fueron intercambiando canastas a un ritmo menos vertiginoso. Enoch y Giedraitis continuaron con su festival anotador, mientras el combinado serbio hacía la goma. Un triple de Ivanovic para cerrar el tercer cuarto acercaba a los rojiblancos a 15 puntos y metía el miedo en el cuerpo al Baskonia, que no se pudo permitir dejarse llevar y tuvo que seguir activo hasta el final. Los hombres de Spahija respondieron al intento de rebelión del Estrella Roja con dos triples consecutivos de Fontecchio y uno de Marinkovic, que mantenían a los serbios a raya. Otra puñalada desde el perímetro de Granger a falta de cinco minutos para el final del choque colocaba el 84-65 en el marcador, que forzaba a los de Radonjic a arrojar la toalla.
Al final, los gasteiztarras sumaron un revitalizante triunfo por 93-74 que les sirve para comenzar de la mejor manera posible la segunda etapa de Neven Spahija en el banquillo del Buesa Arena. Que el Baskonia superara con holgura el máximo de 79 puntos que había encajado el Estrella Roja en las nueve primeras jornadas de Euroliga habla solo de la resurrección ofensiva y de actitud del cuadro alavés tras la marcha de Dusko, mejoría que deberá confirmarse en las próximas fechas, ya que el Estrella Roja, con la baja de dos de sus jugadores más importantes como lo son Kalinic y Wolters y el cansancio acumulado a causa del reciente clásico serbio contra el Partizan, no supuso ningún problema para el Baskonia.