Cuando cumplimos los 18 años nuestra mayor ilusión es sacarnos el carnet de conducir para poder visitar todos aquellos lugares que hemos estado planeando. Ya sea para empezar aventuras con amigos o para llevar a tus padres a cenar, las primeras veces de llevar el coche te sientes con mucha independencia y con una gran ilusión por recorrer nuevos lugares. Habitualmente, el primer coche que se le da a un conductor novel no suele ser ni el más grande ni el más caro que se pueda conseguir, ya que hay una gran probabilidad de que sufra algún roce o un pequeño percance automovilístico.
Pasados los años, cuando ya tenemos más experiencia, un trabajo fijo y un buen sueldo, decidimos mejorar nuestro vehículo y comprarnos uno con mayor capacidad, más potencia y que nos guste más. Aunque el coche con el que tanta ilusión empezamos a conducir siga sirviendo, decidimos optar por uno nuevo y llega el momento de pensar qué puedes hacer con tu coche viejo.
Muchos de los conductores que están en esta situación o que simplemente quieren vender su coche, piensan en venderlo a compradores que estén dispuestos a darle una segunda vida. Conocer a una persona que esté en esa situación no suele ser del todo fácil, por lo que muchas personas deciden poner un cartel de ‘Se vende’ para poder llegar con mayor facilidad y captar la atención de posibles compradores.
Coche aparcado en venta.
Por otro lado, también se está incrementando y popularizando la venta de vehículos seminuevos o de segunda mano por aplicaciones de venta exclusivamente para estos vehículos.
Seguro que paseando por la calle, conduciendo por polígonos o literalmente en cualquier lado que se puedan aparcar vehículos, has visto un coche que lleve este cartel pegado a uno de los cristales del coche. Aunque durante años no haya pasado nada ni fuese una infracción llevarlo, ahora puede suponer una multa de la Dirección General de Tráfico (DGT) que seguramente nadie esté dispuesto a pagar.
Multa por el cartel de ‘Se vende’
La multa por llevar en el coche este tipo de cartel puede variar dependiendo de si el coche está en marcha o si simplemente está aparcado, aunque también varía en función del municipio en el que estemos.