Vida y estilo

Llevas toda la vida aliñando mal la ensalada y no lo sabes

La sal, el aceite y el vinagre son los tres elementos básicos a la hora de componerla y, en este caso, el orden de los factores sí altera el producto
Chorro de aceite de oliva vertido sobre una ensalada.

Las ensaladas, aunque son las reinas del verano, son una opción perfecta para cualquier día del año. Se trata de un plato saludable que se prepara enseguida y que permite tantas variantes como chefs las elaboren.

En la base puedes poner lechuga, escarola, tomate y todo tipo de verduras de hoja verde, pasta, legumbres, arroz... y para acompañarla cebolla, huevo duro, atún, aceitunas, frutos secos, quesos, así como una amplia variedad de frutas o cualquier otro ingrediente que te apetezca añadirle. Por lo tanto, no hay ninguna receta que acepte tantos ingredientes y tan dispares como una ensalada.

Orden de los condimentos

Su elaboración no suele entrañar mucha dificultad, sin embargo, es posible que lleves toda la vida aliñándola mal sin saberlo. Y es que, en el caso de las ensaladas, el orden de factores sí que altera el producto. Sus tres condimentos básicos son sal, aceite y vinagre, y desde luego no es igual echar primero uno que otro.

Así, según la química de los alimentos, la forma de aliñar una ensalada correctamente es empezar con la sal; al ser soluble en el agua, la sal es absorbida fácilmente por los alimentos con los que entra en contacto.

En segundo lugar, hay que echar el vinagre, puesto que, por su alto contenido en agua, ayudará a deshacer los restos de sal que hayan quedado en la mezcla.

Por último, se añade el aceite, eso sí, siempre que sea posible, un buen aceite de oliva virgen extra. Si lo añadimos al principio, se creará una película de grasa que no permitirá que el resto de los ingredientes se mezclen correctamente. Poniéndolo al final ya no existirá ese problema, puesto que el resto de elementos ya habrán hecho su trabajo.

Ensalada de lechuga, tomate y cebolla.

Cantidad de aliño, al gusto

Respecto a la cantidad de cada ingrediente que hay que poner a la hora de aliñar una ensalada, no hay una regla escrita, por lo tanto dependerá del gusto de cada uno y todos los gustos son respetables. Habrá quien la preferirá con más vinagre que aceite o con más o menos sal. Como medida general para una vinagreta clásica deberíamos echar tres partes de aceite de oliva por una de vinagre y una pizca de sal.

Se suele recomendar no aliñar la ensalada con mucho vinagre, ya que al ser tan potente podría ocultar el verdadero sabor de los alimentos. Por otro lado, hay quien prefiere usar limón o lima en vez de vinagre. Harán la misma función y, además de acidez, aportarán otras propiedades como vitamina C, antioxidantes, etc.

Si quieres huir de la vinagreta tradicional puedes recurrir a otros aliños utilizando hierbas aromáticas, mostaza, ralladura de limón o de naranja, frutos secos, miel o yogur natural. Recuerda que la intensidad de la salsa que utilices nunca puede tapar el sabor de los ingredientes.

Un consejo importante que hay que tener en cuenta es que las ensaladas se deben aliñar justo antes de comerlas, ya que si no corremos el riesgo de que sus ingredientes se ablanden, queden mustios y pierdan consistencia.

Recuerda que la próxima vez que tengas que aliñar una ensalada, esa labor tan sencilla pero que mucha gente trata de evitar por miedo a no encontrar el equilibrio justo, el orden de los condimentos resultará esencial para poder disfrutar de un auténtico manjar.

Ensalada de calabaza con nueces y queso feta.

Beneficios de comer ensalada

Las ensaladas, además de deliciosas, son una opción muy saludable que nos aporta muchos beneficios. Son muy ricas en nutrientes y agua, por lo que nos hidratan y son capaces de saciarnos rápidamente con muy pocas calorías.

Son fuente de vitaminas y aportan nutrientes como las vitaminas A, C y folatos, entre otros muchos. Por su alto contenido en potasio, ayuda a disminuir los riesgos de la osteoporosis.

Contribuyen a regular el sistema digestivo porque tienen un importante aporte de fibra, lo que las convierte en grandes aliadas contra el estreñimiento y el colesterol.

En el caso de la lechuga, que empleamos como base de muchas ensaladas, tiene propiedades relajantes que ayudan a combatir los estados de ansiedad y nos ayudan a dormir. Además, es depurativa, como ya hemos dicho, gracias a su gran contenido en agua, siendo una excelente opción para limpiar el organismo y llenarnos de energía.

Comer ensalada, además, reduce el riesgo de diabetes, enfermedades cardiovasculares, hipertensión u obesidad, y se puede aumentar todavía más sus beneficios, añadiéndole grasas saludables como frutos secos.

Ahora que sabes todos los beneficios que tienen las ensaladas para la salud, componerlas de la forma correcta te permitirá además degustarlas y disfrutarlas al máximo.

20/10/2024