Después de diez meses de obras y una inversión de cerca de 1,6 millones de euros, la población de Llodio ha visto abrir esta semana al tráfico peatonal y de vehículos el puente Altzarrate o de Villosa, que permite cruzar el río Nervión, en las inmediaciones del actual ambulatorio. En concreto, las pruebas de carga se realizaron el lunes por la mañana con varios camiones cargados para comprobar la resistencia de la estructura y fue el miércoles cuando se llevó a cabo la apertura definitiva del nuevo puente. Un proyecto de la Agencia Vasca del Agua (URA), en colaboración con el Ayuntamiento local, cuyo objeto pasa por reducir el riesgo de inundaciones en el municipio.
De hecho, el anterior de 1934 fue el único que no fue demolido y remodelado tras las inundaciones de 1983, y llevaba ya tiempo incumpliendo la normativa de Gobierno Vasco en materia de aguas y presentando numerosas deficiencias en el ancho de la calzada, así como en el estado del firme, las aceras y las barandillas. En este sentido, ha sido sustituido por otro de una anchura de 18 metros, que da cabida a dos carriles de circulación de 3,5 metros cada uno, bidegorris de dos metros de anchura y aceras peatonales de otros dos metros.
Asimismo, el nuevo puente –de más de cien toneladas de acero corten– tiene 25 metros de luz en lugar de los 20 del viejo (en un principio el proyecto redactado por el Ayuntamiento en 2009 estipulaba que iban a ser 30, pero se redujo a fin de minimizar las afecciones urbanísticas) y bajo su estructura irán los servicios que deben atravesar el río, como el tubo de recogida neumática de basura. Algo que permitirá ofrecer servicio a la zona del barrio Latiorro, donde los buzones están ya instalados, pero sin funcionamiento desde hace años. Por lo que respecta a la rotonda, ya se abrió al tráfico el fin de semana pasado, y se ha recuperado la parada de autobús junto al ambulatorio.
La reconstrucción de este puente significará acabar con un punto negro en el lecho del Nervión, pero con esta obra no terminarán las obras con las que se esta intentando blindar a Llodio de las crecidas del río. De hecho, URA tiene previsto iniciar tras las vacaciones de Semana Santa el proyecto que aumentará la capacidad de desagüe del arroyo San Juan, entre Zumalakarregi y Goikoplaza y su encuentro con el río Nervión. Otra obra largamente esperada que se ha adjudicado a la empresa BYCAM, en casi un millón de euros y un plazo de ejecución de siete meses.
El arroyo San Juan es afluente del río Nervión por su margen izquierda y presenta en su tramo final una sección altamente antropizada y caracterizada por su insuficiencia hidráulica. Las cotas de las láminas de agua correspondientes a las diferentes avenidas en el arroyo se ven afectadas por las del río Nervión.
En este sentido, el proyecto está diseñado de forma que se promueve un acondicionamiento hidráulico del entorno, generando una sección suficiente para evitar la inundabilidad provocada por el arroyo San Juan para la avenida de periodo de retorno de 100 años. Para ello, se dotará al arroyo de un cauce a cielo abierto, sustituyendo la cobertura que presenta el trazado actual por un nuevo y único paso en el cruce con la calle Goikoplaza.
Asimismo, la intervención supondrá la recuperación paisajista y medioambiental del cauce y sus márgenes, que actualmente se encuentran totalmente degradadas; y posibilitará culminar el desarrollo urbanístico residencial previsto (75 viviendas públicas), entre el cauce del arroyo y la calle Baias.