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“Lo extraño es que no haya pasado algo similar antes”

Un hombre, en estado crítico tras ser apuñalado en una discoteca de Gasteiz
Imágenes de la discoteca y restos de la pelea.

Gasteiz – Un hombre se encuentra ingresado en estado crítico –al cierre de esta edición– en el hospital de Txagorritxu como consecuencia de una agresión por arma blanca pasadas las seis de la mañana de ayer domingo en el interior de una discoteca de Gasteiz (calle Florida). El suceso movilizó a varias dotaciones de la Ertzain-tza y servicios sanitarios desplazados para atender y evacuar al hombre herido más grave, que presentaba heridas en el brazo y en el abdomen. También tuvieron que curar en Santiago a otras tres personas con diversas heridas por arma blanca, aunque no revistieron gravedad.

“Lo extraño es que no haya pasado algo similar antes”

Minutos después del apuñalamiento efectivos de la policía autonómica procedieron a la detención del presunto autor de los hechos, un hombre de 21 años, al que se le acusa de intento de homicidio y lesiones. Antes de su captura abandonó de manera precipitada el local con el arma blanca. Una vez trasladado a dependencias policiales, la Ertzaintza inició un minucioso proceso de búsqueda del arma por la plaza Santa Bárbara, según pudo conocer este periódico por testimonios de testigos. Hacia las nueve de la mañana se inspeccionó la parte superior de la pérgola de Santa Bárbara y también el andamio en las obras de una fachada de la céntrica plaza peatonal.

A medida que se desperezó la fría mañana de domingo, se pudo comprobar a las puertas de la discoteca la magnitud de la trifulca que comenzó en el interior y dejó evidentes pruebas de su violencia en la acera exterior. Una patrulla de la Ertzaintza acordonó la fachada impidiendo a los transeúntes acercarse a los grandes restos de sangre sobre las baldosas de la calle Florida, mezclados con los guantes empleados por los servicios sanitarios durante la atención a los heridos.

Cuatro horas después de los hechos y con la policía autonómica aún presente en el local, los vecinos de la zona y residentes en los edificios colindantes al local nocturno deslizaban sus primeros comentarios.

“Lo extraño es que no haya pasado algo similar antes”

Habituados a ese escenario

Las violentas madrugadas empiezan a convertirse en habituales, unas veces más graves que otras hasta alcanzar el extremo de lo vivido ayer y que mantiene a un hombre en estado crítico. “Lo raro es que no haya pasado antes algo así”, acertaron a decir, poco después de las 11.30 horas, vecinos de la zona al ser cuestionados sobre la gresca.

Lo vivido la anterior madrugada dentro y fuera de la discoteca supone una vuelta de tuerca más a los hechos que observan y padecen un fin de semana tras otro. “Cuando sales de fiesta un sábado por la noche con un cuchillo, una navaja o un puño americano, mala señal”, reflexionaron al ser cuestionados sobre el último percance de este primer fin de semana de febrero. “Todos hemos salido con nuestra cuadrilla a tomar algo un fin de semana por la noche. Podían darse situaciones en las que saltaba la chispa entre varias cuadrillas que derivaban en algún empujón o puñetazo que se escapaba, pero en muchas ocasiones hasta terminábamos tomándonos juntos una cerveza entre todos para olvidarlo todo”, admitió uno de ellos rememorando sus tiempos jóvenes y festivos. Sin embargo y como reflejo de la evolución de los tiempos ya no se producen ese modo de resolución tan amistoso de posibles altercados y “terminan saliendo cuchillos y navajas de manera habitual”.

Quienes viven en los portales cercanos al local de baile tienen que transitar por unas estrechas aceras tanto para salir como acceder a sus domicilios y son testigos de desagradables situaciones. Ese listado lo encabezan hechos ya considerados banales, como “ver a chicos orinando entre dos coches o chicas haciendo sus necesidades contra el cristal del escaparate de uno de los negocios cercanos”, relataron.

Hay también ocasiones en las también “se puede ver a parejas teniendo relaciones sexuales encima de un coche y se ha dado el caso de pasar un padre con un hijo pequeño y tener que taparle los ojos y girarle la cabeza ante ese hecho”, lamenta. Quienes acuden a la discoteca suelen ocupar también las escaleras de acceso a los portales y “hay que levantar las piernas para sortear a las personas que están sentadas y se complica un hecho tan simple como poder entrar o salir al portal de tu casa”, relata con un elevado nivel de indignación. No olvida tampoco otra situación en la que tuvo que sortear a “varias personas delante del portal que estaban sentadas en las escaleras y tenían unas rayas sobre la parte trasera del móvil”.

07/02/2023