Aunque viendo el tiempo que hace en el norte los últimos días no lo parezca, y Amaral insista con su canción, aún quedan días de verano, al menos si uno mira al calendario. Y aún el agua del mar tiene una temperatura que invita a bañarse, aunque a más de uno se le puedan quitar las ganas si ve lo que apareció junto a la orilla en la playa de San Lorenzo de Gijón, el más popular de los arenales de la ciudad asturiana.
Dos millones de visualizaciones
Lo compartió un internauta en TikTok y acumula más de dos millones de visualizaciones en apenas tres día, impactando a muchos de los usuarios de la red social china, como lo hizo a quienes caminaban en ese momento por el paseo marítimo gijonés.
Medusas gigantes
El rótulo con el que Jartoka ha titulado el vídeo va al grano: “Aparecen medusas gigantes en Gijón”. Y en efecto muestra una medusa de gran tamaño en el agua, en un momento en el que con marea alta el agua llega hasta el muro del paseo. “Estamos en Gijón y mirad lo que acaba de aparecer en la playa de San Lorenzo, aquí, donde la escalera 2. ¡Qué barbaridad! Qué barbaridad. Ya no solamente aquí, yo estuve por el Mediterráneo y nunca vi una medusa tan grande”.
Tanto quien graba el vídeo como quienes le acompañan muestran su asombro ante la envergadura de la medusa. “Esta no te pica, esta te engulle”, bromea otra persona. “Esta te come, esta te mete ahí… Madre del amor hermoso. Vaya pedazo de bicho, ahora fuera bromas, de verdad. Y hay otra igual por allí”, asegura el autor del vídeo.
Enorme, pero no peligrosa
El vídeo ha despertado un enorme interés y ha generado casi 1.200 comentarios de todo tipo, entre quienes plantean que es el cambio climático el culpable de que esos ejemplares de medusas lleguen a las playas del mar Cantábrico y entre quienes discuten por certificar cuál es la especie de la medusa, que parece ser una Rhizostoma luteum, un ejemplar con una gran boca, ocho tentáculos orales y algunos tentáculos rastreros que puede alcanzar los 60 centímetros de diámetro y 40 kilos de peso y que, a pesar de su tamaño no es peligrosa para los humanos, ya que su picadura sólo causa irritación y enrojecimiento de la piel.
Es un ejemplar más propio del Mediterráneo y que también se ha visto en el Atlántico oriental, pero es más raro verlo en el Cantábrico y cerca de la costa, ya que lo normal es que se mueva en aguas profundas. Al parecer el calentamiento del agua puede estar modificando su hábitat.