“Lo que tenemos que hacer es creérnoslo y sentir que aunque vayas última no eres inferior a nadie”

Las Iñigo Juaristi visitan a las madrileñas como colistas de la Primera División, pero con la salvación a tan solo dos puntos. Por eso, la capitana Alba Aznar se muestra confiada y tiene fe ciega en esta plantilla.

¿Cómo ve al equipo después de dos semanas de parón? 

–El escenario no es el que nos gustaría. Evidentemente, la clasificación dice que vamos últimas, pero estas semanas de descanso nos han venido muy bien para coger confianza.

Han tenido un calendario muy duro y parece que ahora da una tregua. Aún así, ¿cómo puede afectar esta situación a nivel anímico?

–A veces llegas en situaciones más cómodas y puedes permitir dejarte algún punto que otro en campos complicados. Sin embargo, la realidad es que tenemos que pelear cada punto, sin importar el campo ni contra quien sea. Y qué decir de la importancia de los encuentros de casa, que es donde tenemos que sumar de tres en tres para conseguir la salvación. 

Tal y cómo están, ¿a qué le da más importancia, al aspecto mental o al físico?

–Lo que tenemos que hacer es creérnoslo y a partir de ahí sentir que aunque vayas última no eres inferior a nadie. Creo que a raíz de este sentimiento o sensación, el equipo va a crecer y luego en lo futbolístico las cosas fluirán mejor. En una situación más delicada, como es la nuestra, el nivel de confianza puede hacer que la forma de jugar quizá no sea tan alegre como cuando las cosas van de cara. Pero, si mentalmente somos conscientes y creemos que podemos hacerlo, se acabará logrando, porque el equipo está más que capacitado. 

¿El equipo cree en la salvación? 

–Claro que es posible. La realidad es que ganas un partido y sales del descenso e incluso adelantas a otros equipos. Nosotras estamos ahí entre cuatro y cinco equipos, muy apretados con una diferencia de uno o dos puntos. Por eso creo que la situación no es tan negra como nos podríamos imaginar. Las opciones están ahí y la cosa es no descolgarse y sumar cuanto antes una victoria que le cambie la cara a esta situación. Ahora, estamos focalizadas en eso, en conseguir una victoria y que a raíz de ahí, nos de algo de luz para poder salir de esa zona.

A día de hoy sigue existiendo mucha diferencia entre el Alavés de Ibaia con el equipo que juega como visitante

–El rendimiento fuera de casa es una asignatura pendiente que arrastramos desde la temporada pasada y que no hemos conseguido revertir. Nos cuesta muchísimo fuera, aunque sí que es cierto que cada vez competimos mejor, pero a nivel de puntos nos cuesta la vida sumar fuera. Estamos muy acostumbradas a nuestro campo en Ibaia y a nuestra gente y mentalmente nos sentimos muy fuertes. No sabría muy bien cómo justificar eso, pero sí que es una realidad que lejos de Vitoria nos cuesta mucho, pero estamos trabajando muy duro en ello para darle la vuelta a esto de una vez por todas.

¿Cómo vivió el cambio de técnico?

–Al final no es fácil, cuando las cosas no van bien, el primero en caer es el entrenador. No puedes cambiar una plantilla a mitad de año. Al final, nos supo mal porque él era el que nos había llevado a esta Primera División, pero estaba claro que el equipo necesitaba una reacción y con la llegada de Iñigo hubo un cambio y es que se consiguieron dos victorias seguidas. 

Quizá el equipo también arrastró esa mala dinámica de la segunda vuelta de la temporada pasada.

–Queríamos cambiar esa imagen de esa segunda vuelta, pero a nivel de resultados pareció que seguíamos en la misma dinámica. Esos malos resultados fue lo que acabó causando la marcha de Crespo. A pesar de que cuando empiezas una temporada nueva, la ilusión es máxima, a nivel de resultados nos quedamos estancados con la mismas sensaciones que la temporada anterior. 

Suelen decir que la segunda temporada en la élite siempre es más difícil que la primera. ¿Lo ve así?

–Sí, históricamente muchos equipos han tenido esa trayectoria. Aunque sí que sabíamos que iba a ser complicado, pero al final las cosas se nos han puesto más en contra de lo que muchos pensábamos. La situación y la realidad es que ahora estamos últimas, pero la parte positiva es que en un fin de semana y con un resultado positivo, esto cambia. No hay que enfocarlo como negativo y la realidad es que los rivales están a un par de puntos y lo que tenemos que hacer es lograr esa victoria y aprovechar ese impulso para coger una buena dinámica. 

¿Cómo ha visto los refuerzos de invierno?

–Son unas jugadoras con mucho nivel y han empezado a sumar desde su llegada. Son fichajes que casi no tienen tiempo para adaptarse y tienen, como recién llegadas, que ponerse las botas y empezar a sumar. Y creo que eso ya lo han conseguido. Es cierto que tampoco podemos darle toda la responsabilidad. Ellas vienen a sumar y todo lo que puedan aportar, será bienvenido.

El acento catalán se comenzará a notar por Ibaia...

–La verdad es que casi se escucha más el catalán que el euskera (risas). Es cierto que eso te hace sentir un poco más como en casa y se agradece y estamos bastante unidas.

A nivel individual no está siendo su mejor temporada. Esa lesión en el primer tramo del curso le ha marcado bastante. ¿Cómo se encuentra ahora?

–En la primera vuelta estuve fuera casi tres meses y por momentos parecía que no avanzaba. Además, era una lesión que no parecía para tanto y se complicó hasta dejarme fuera bastante tiempo. Al final, esa situación te hace estar a un nivel y ritmo inferior que el resto y cuando te incorporas tienes que acortar esos plazos cuanto antes. Hay que reconocer que no está siendo mi mejor año, pero aún así yo intento entrenar duro y todo lo que está en mi mano lo voy a dar y siempre voy a estar ahí para dar el 100%.

¿Tiene algún mensaje para la afición?

–Que sigan confiando en nosotras. En Ibaia competimos y hemos dado la cara en casi todos los partidos y solo les pido que se sigan enganchando a nosotras, ya que la afición en Ibaia nos da muchísimo. Solo pido que confíen porque un resultado bueno cambia la cara a todo esto y además tenemos que sacarlo porque nos costó muchísimo llevar al equipo a Primera División y creo que por plantilla y proyecto, este equipo se merece seguir en la élite.

Después de tanto tiempo por aquí, Vitoria ya será como su segundo hogar

–Me siento como en casa, pero ahora lo importante es la salvación. Ojalá pueda sumar y aportar mucho más para ayudar a lograr el objetivo. Eso sí, Vitoria siempre será mi casa y siempre me he sentido como una más aquí.