El Lointek Gernika Bizkaia ha salido del abrigo de Maloste y ha cosechado esta semana dos derrotas seguidas que han apagado las buenas sensaciones del inicio del curso. En ambos casos, el pasado miércoles en Gasteiz y ayer en Bembibre, el equipo de Anna Montañana se ha encontrado con rivales más intensos ante los que las gernikarras se han hecho pequeñas. La ausencia de un pívot dominante fuerza a buscar soluciones defensivas con escaso éxito porque están obligando a hacer grandes esfuerzos y ayudas más largas que acaban desnudando demasiado el perímetro.
Parecía que el Lointek Gernika tenía el partido bajo control con el 0-7 inicial y luego con una ventaja que alcanzó la decena de puntos en el inicio del segundo cuarto. Sin embargo, ya entonces se había manifestado un problema de difícil arreglo con la configuración actual de la plantilla. Las bercianos llegaron al descanso con diez rebotes de ataque, lo que les permitió compensar sus malos porcentajes de tiro y mantenerse en el partido. Después de un 13-23, Helena López anotó tres triples consecutivos que, aunque fueron contestados por las visitantes, dieron alas al Bembibre, que empezó a imponer su ataque y a forzar errores con su defensa y empujado por su público llegó al descanso en igualdad y con doce lanzamientos más que su rival.
Ese impulso no aflojó en los vestuarios y dos triples seguidos de Whalen pusieron por primera vez por delante a las locales, que ya siempre tuvieron la iniciativa. La estadounidense siguió percutiendo con su buena mano mientras que el Lointek Gernika empezaba a entrar en ataques atropellados porque sin dominar el rebote no podía jugar al ritmo que le gusta. Brooque Williams demostraba que también tiene puntos en las manos, pero el Lointek Gernika pecaba de falta de contundencia en su zona, que es lo que necesita encontrar urgentemente el club. El Bembibre, con mucha fluidez y confianza, llegó a colocarse diez puntos por delante (61-51) acabando el tercer cuarto, pero las gernikarras no perdieron la calma y con una defensa en zona recuperaron el hilo. Wojta, ayer en versión terrenal, igualó por dos veces, la última (70-70) a 2.12 del final, pero, curiosamente, las locales jugaron mejor ese tramo final.
Decide Silva
Sin poder jugar de dentro a fuera, las opciones se redujeron. Spreafico erró un triple y Cvitkovic un tiro debajo del aro antes de que la venezolana Roselis Silva, en el Lointek Gernika la pasada temporada, sentenciara a su ex equipo con un triple a medio minuto del final y dos tiros libres que pusieron el lazo a la victoria de las suyas a ocho segundos. Las vizcainas pagaron de nuevo caros sus discretos porcentajes en el lanzamiento, que es lo debe sujetarlas hasta que no encuentren el equilibrio en la plantilla ahora que los partidos se van a empezar a acumular porque esta próxima semana arranca en Alemania la fase de grupos de la Eurocup.