Economía

Los 10 errores que debes evitar en una entrevista de trabajo

Una buena primera impresión es esencial para dar el siguiente paso hacia tu trabajo soñado

Cuando damos el primer paso hacia el mundo laboral suelen ser difíciles las tomas de contacto iniciales y la adaptación a esta nueva etapa de nuestras vidas. Durante el comienzo, si no tenemos experiencia como suele ser habitual, cuesta encontrar algún puesto donde te den una oportunidad como novato. Para ello, en muchas ocasiones se debe pasar primero por un filtro para descartar a gente que se ha presentado o para seguir con el proceso de selección.

Durante el desarrollo de estas entrevistas se suelen cometer una variedad de errores que pueden ser clave a la hora de que los entrevistadores te den o no el visto bueno.

10 errores más comunes en una entrevista

Para tener una entrevista sin contratiempos es vital que revises estos posibles errores:

  • Falta de preparación. La poca o nula investigación sobre el puesto de trabajo al que aspiramos, la historia y cultura de la empresa o los productos y servicios que ofrecen, demuestra una importante falta de interés y compromiso hacia el trabajo.
  • Llegar tarde. Quien dijera por primera vez: “Llegar pronto es llegar a tiempo, llegar puntual es llegar tarde y llegar tarde es inaceptable” tiene toda la razón. Si optamos a un puesto de trabajo y en las entrevistas llegamos tarde, damos una impresión muy negativa sobre nuestro compromiso y organización. Es fundamental planificar cuánto tardamos en llegar al lugar para poder mostrar respeto hacia la oportunidad que nos están brindando.

Por otro lado, cuando hacemos acto de presencia en la entrevista es muy importante cómo se saluda por primera vez al entrevistador. Los besos en la mejilla dan a entender demasiada confianza , mientras que un gesto frío y vago se considera falta de respeto. Para no equivocarnos es mejor dejar que la otra persona se presente de la forma que considere adecuada, con lo que solo hará falta esbozar una sonrisa y mantener una buena compostura.

Dos personas en una entrevista de trabajo.

  • Vestimenta inapropiada. Hay que entender y conocer el puesto de trabajo al que nos estamos preparando. Si es dentro de una oficina, por ejemplo, no estará bien visto presentarnos con una camiseta de tirantes y unos pantalones cortos. Una vestimenta formal, sin colores llamativos ni exceso de accesorios, en la mayoría de ocasiones será el conjunto perfecto para mostrar profesionalidad.
  • Hablar mal de empleos anteriores. Aunque está claro que es un desacierto, mucha gente sigue cometiendo este error. Faltar al respeto a tus antiguos compañeros y al propio empleo genera desconfianza y una actitud negativa hacia el trabajo que te están ofreciendo. A su vez, puede significar una dificultad para adaptarse a nuevos entornos y para manejar situaciones de mayor complejidad. A este punto se pueden sumar las indiscreciones. Revelar datos e información supuestamente confidencial de tus antiguos puestos de trabajo es lo peor que se puede hacer al dar una primera impresión.
  • Falta de sinceridad. Si mentimos deliberadamente, lo más probable es que nos acabemos liando con las farsas que decimos y seamos descubiertos. La sinceridad es primordial en cualquier entrevista. Mostrar quién eres en realidad es la forma adecuada de conseguir algo que encaje contigo. Ser honesto y transparente te abrirá muchas puertas del mundo laboral.
  • No conocer tu CV. No es necesario memorizar todo lo que tenemos escrito, pero estar seguros de nuestra experiencia y de qué hemos puesto muestra integridad profesional.

Dos personas en una entrevista de trabajo.

  • Falta y exceso de interés. Es importante mostrar interés hacia el puesto de trabajo. Realizar preguntas, conocer detalles de la labor que realizarías o cómo va a seguir el proceso de selección son aspectos que muestran responsabilidad. Por otra parte, balbucear, mirar hacia otro lado o no hablar de nuestras habilidades de forma confiada son signos claros de falta de compromiso.
  • Lenguaje corporal. En este apartado entran todo tipo de gestos, movimientos e incluso vocablos. Es una herramienta esencial para que demos a entender lo que realmente queremos saber o decir. Para ello, es bueno que mantengamos contacto visual y posturas abiertas para proyectar confianza al entrevistador. El lenguaje corporal puede influir para bien y para mal en la percepción que tienen los demás de ti durante el proceso de selección.

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  • Informalidad. Sobre este punto falta resaltar la demasiada cercanía que puede darse entre el entrevistado y el entrevistador. Se debe evitar caer en la familiaridad ya que nos tenemos que mover en el entorno de la formalidad y profesionalidad. Hay que evitar bromear continuamente. Así mismo, mucha gente mastica chicle durante las entrevistas como evasión de los nervios, pero esto también está visto como una falta de respeto y muestra una mala impresión.
  • No enviar un correo de agradecimiento. La mayoría de las personas al salir de la entrevista simplemente esperan a ser contactados, pero lo que marca la diferencia entre los entrevistados que optan al puesto de trabajo es aquellos que mandan un correo de agradecimiento a la empresa por la oportunidad que le están dando.
09/09/2024