Este lunes ha cumplido 100 años Paulina Fernández Martínez, conocida por regentar durante décadas la Churrería de la Mañueta, establecimiento que este año celebra su 150 aniversario desde su fundación, el 13 de diciembre de 1872. Juan Fernández Calero, abuelo de Paulina Fernández, puso en marcha el negocio, y ella ha mantenido desde entonces la misma elaboración artesanal de churros en el establecimiento del nº 8 de la calle Mañueta. Allí ha estado años despachando tras el mostrador, en las fiestas de San Fermín de 7 al 14 de julio y los domingos de octubre, con ayuda de sus hijos y nietos, que ayer celebraron con ella sus 100 años.
En un emotivo mensaje en redes sociales, sus hijos han recordado que "Josecho siempre le decía a mi madre que iba a llegar a los 100. Mi padre era un tipo listo y con un buen ojo para las previsiones, tanto en lo profesional, cuando hacía planes de viabilidad, como en lo personal. Y en esto no erró el tiro. Churrería, Pamplona, San Fermín, Pañuelo de Honor, La Pamplonesa, el gigante de Trinidad, margarita carlista, más esposa que madre y abuela, Artzai Kantak, recitadora, directora de hogar (que no ama de casa), estofado de toro, actriz, posguerra, esfuerzo, Elías y Fausta, tenacidad, Jose Mari el bueno, Pepe y Maripauly (los hijos que se quedaron en el camino antes que ella), mirada alegre, sopa de pescado del 24 (la que ahora hace Ana), “No puedes ir a la guerra”, carácter, genio, disfrutona, bocadillo de chistorra, Micaela, orgullo, la bota de vino, Hendaya, tradición, devoción y sentimiento… Todas estas palabras y conceptos representan a Paulina; y cada una de ellos permitiría escribir más de una página”, han expresado.
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"La mamá, mi madre, ya no está conectada, pero está con nosotros; e incluso hay días o momentos en los que consigue enseñarnos que sigue ahí, detrás de esa mirada perdida. Puedo decir que me siento muy orgulloso de ella, de todo lo que hizo en todas las fases de su vida adaptándose a los duros años que le tocó vivir y disfrutando cuando las cosas se pusieron más fáciles. Paulina nos enseñó a celebrar, a que la familia se reúne y come, bebe, baila y canta; nos enseñó a discutir, nos enseñó a querernos y, sobre todo, nos enseñó a permanecer siempre con ella", continúa la carta de sus hijos.
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"Paulina cumple cien años. Quizás mire al cielo preguntándose cuándo se reunirá con los que le faltan, dando por cumplida una vida plena de la que puede sentirse orgullosa, y haciéndonos sentir satisfechos a quienes la hemos acompañado en algún momento de su trayectoria. Y nosotros seguiremos cumpliendo la tarea de cuidar a quien nos ha dado la vida (entre otras cosas), como bien me ha dicho esta mañana mi amiga Mónica. FELICIDADES. ZORIONAK", finaliza la familia.
Una vida en imágenes:
Maestra de formación y casada con Josecho Elizalde, el matrimonio tuvo siete hijos. Además de criarlos y atender la churrería, Paulina Fernández es autora de dos publicaciones ‘Churrería la Mañueta’, publicado con motivo del 125 aniversario de la apertura del establecimiento, y ‘Mi calle, sus personajes y la Churrería La Mañueta’ publicado en 1998. Tras el fallecimiento de tres de sus hijos (José Mari, de bebé, y Maripauli y Pepe, en los últimos años), los otros cuatro, Elías, Tito, Ana y Fermín, continúan volcándose en la churrería, junto con sus nietos y biznietos.
La dedicación de Paulina al frente del establecimiento y el especial encaje de la churrería en la tradición y vida de la ciudad, le valieron en 2016 el primer Pañuelo de Oro que entregó el Ayuntamiento de Pamplona, coincidiendo con la celebración del Privilegio de la Unión.
Con esta distinción, el Consistorio quiso reconocer su legado gastronómico-cultural y su tesón para impulsar y proteger el ‘comercio familiar de toda la vida’. No en vano, la Churrería de la Mañueta es una de las churrerías estatales más antiguas y ha sabido mantener la tradición artesanal que ha pasado de generación en generación.