Los ministros de Exteriores de la Unión Europea (UE) abordan este lunes el conflicto entre Israel y el movimiento islamista Hamás mostrando su apoyo a los civiles pero con divergencias sobre un posible alto el fuego humanitario en la Franja de Gaza.
"Creo que una pausa humanitaria es necesaria para permitir que entre el apoyo humanitario y sea distribuido", afirmó el alto representante de la UE para Asuntos Exteriores, Josep Borrell, a su llegada al Consejo, en el que el objetivo, según fuentes diplomáticas, será mantener la unidad europea sobre la situación en Gaza.
Borrell manifestó su opinión sin querer entrar en el resultado que pueda salir de la reunión, pero en todo caso previó que los líderes de la Unión seguirán debatiendo el asunto en su cumbre del jueves y el viernes.
En la misma línea que Borrell y la que manifestó el sábado pasado el secretario general de la ONU, António Guterres, se pronunció hoy el ministro luxemburgués, Jean Asselborn: "Haría falta un alto el fuego humanitario para liberar a los rehenes y después para hacer todo lo posible para que la gente que vive en Gaza pudiera estar segura si comienza la operación militar" israelí, dijo.
Para la ministra eslovena, Tanja Fajon, la UE debe enviar un "fuerte mensaje" pidiendo un "alto el fuego humanitario urgente" a fin de establecer pasillos humanitarios para asistir a los civiles.
La ministra neerlandesa, Hanke Bruins Slot, consideró "muy necesario que haya pausas humanitarias" y el titular irlandés, Micheál Martin, subrayó que es "lo mínimo para que pueda llegar la ayuda".
Matices desde Letonia
Algunos ministros matizaron su apoyo a que haya un alto el fuego, como el ministro letón, Krisjanis Karins.
"Como persona, ¿quién estaría en contra de un alto el fuego? El alto el fuego significa que nadie muere ese día. Pero tenemos que pensar en cuáles son los objetivos, y para Israel y creo que para el mundo occidental, el objetivo sería ir a por Hamás", indicó.
Karins advirtió no obstante de que "la dificultad estriba en que Hamás está integrada en la población civil de Gaza", por lo que "no es en absoluto una situación fácil; creo que no hay una solución en blanco y negro".
Desconfianza de Austria
Más contundente se expresó el ministro austriaco, Alexander Schallenberg, quien se mostró partidario de revisar los camiones de ayuda humanitaria que pasan a Gaza desde el paso fronterizo de Rafah, para asegurar que el material llega a la población y no a Hamás.
"Nos tenemos que poner en la piel de nuestros amigos israelíes y ver cómo hubiéramos reaccionado en Austria si hubiéramos vivido un atentado en territorio austriaco", afirmó, y apuntó que los israelíes tratan de "evitar víctimas civiles" al "avisar antes de bombardear".
"Pero Hamás hace lo contrario. Buscan a víctimas civiles. Filman cuando masacran a gente. No es lo mismo. No hay equidistancia entre los dos", concluyó.
República Checa
El ministro checo, Jan Lipavsky, se preguntó "cómo se establecería tal alto el fuego con un interlocutor dentro de Gaza, donde la organización terrorista Hamás controla la situación".
El alto el fuego "tiene que establecerse en ambos lados para que sea válido, y espero que nadie no entienda que Israel tiene derecho a defenderse", añadió.
"La lucha contra el terrorismo, que también ha generado mucho sufrimiento a la gente de Gaza, es esencial. Y al mismo tiempo (hay que lograr) que se reduzca el sufrimiento increíble de los 2 millones de personas que viven en Gaza. Es una cuadratura del círculo, pero esta cuadratura del círculo la tenemos que acordar conjuntamente", dijo la ministra alemana, Annalena Baerbock.
Ayuda a la población civil
Como Baerbock, otros ministros tampoco hablaron de alto el fuego aunque subrayaron la necesidad de ayudar a la población civil y apoyar la solución de dos estados, como el titular chipriota, Constantinos Combos, o el sueco, Tobias Billström.
El ministro italiano, Antonio Tajani, dijo que tratan de "evitar una regionalización de la guerra" y que el Líbano e Irán "no formen parte del conflicto", y destacó que ha pedido a Israel que "reaccione golpeando a Hamás pero evitando golpear a la población civil, que no tiene ninguna responsabilidad".
"La UE está del lado de las víctimas", zanjó la ministra finlandesa, Elina Valtonen, quien se mostró "a favor de cualquier situación que ayude más a los civiles".
El ministro lituano, Gabrielius Landsbergis, pidió una "posición coherente de Europa que entiendan los que nos están observando", pero dejó claro que la "prioridad" para la UE es la guerra en Ucrania, que consideró "la madre de todos los conflictos del siglo XXI".