Los abusos sexuales a menores se han disparado un 130% en el último año. Así lo apuntan los últimos datos de los servicios de protección de las comunidades autónomas, que señalan además que más de la mitad de las víctimas de maltrato a menores son adolescentes y aumenta la gravedad de los casos.
El Registro Unificado de Maltrato Infantil (RUMI), que recoge las sospechas de violencia contra los menores, registra 21.521 casos notificados en el Estado en 2021, un aumento del 37% respecto al año anterior, cuando fueron 15.688, aunque hay que tener en cuenta que fue el periodo de pandemia y cayeron las notificaciones.
En el Día Internacional para la Lucha contra el Maltrato Infantil, expertos de infancia consultados por EFE atribuyen una parte de ese aumento a una mayor concienciación de la sociedad en general y de las propias víctimas sobre la necesidad de comunicar cualquier situación de sospecha de violencia, aunque se estima que apenas un 10% de los casos salen a la luz.
“No hay que perder de vista que las cifras son sólo la punta del iceberg de la magnitud real de la violencia que sufren los niños y niñas, que permanece oculta en la mayoría de los casos; nos encontramos ante un enorme problema que requiere ser abordado de manera contundente”, asevera Laura Barroso, técnica de Incidencia Política de la Plataforma de Infancia.
Más de la mitad de las víctimas de maltrato infantil son adolescentes: de los 21.521 casos notificados, en 11.759 se dirige contra menores de entre 11 a 17 años. Aunque el tipo de violencia más frecuente es la negligencia con el 42,75% de los casos y la emocional en un 30,75%, aumentan las notificaciones graves y suponen el 52% del total de los casos. Se incrementan las de maltrato físico, que suponen un 63% más con respecto a 2020, y especialmente las de abuso sexual, que suben un 133,16%.
Son más las víctimas masculinas (11.048), que femeninas (10.473). “En 2020 durante el confinamiento hubo un descenso de las denuncias porque las víctimas no podían pedir ayuda, no contaban con el apoyo escolar o sanitarios para visibilizarlo y esa falta de canales hizo aumentar la vulnerabilidad”, añade. Ese año se registraron 15.688 notificaciones.
Maltrato en adolescencia
Sobre el impacto entre los adolescentes, Almudena Olaguibel, de Unicef, destaca que a esa edad “pueden verbalizar mejor lo que les pasa y gracias a ello se ponen en marcha los mecanismos necesarios”.
“También es cierto que es una etapa donde puede haber más conflictos, o más motivos para el conflicto”, opina la especialista en políticas de infancia. Olaguibel señala que este registro recoge las sospechas de maltrato de los profesionales que están más en contacto con niños y niñas, o que tienen acceso a esas situaciones: cuerpos policiales, ámbito sanitario, sector educativo y servicios sociales.
Informe de Save the Children
El 25% de los niños sufre violencia
Se estima que en el Estado más del 25% de los niños y niñas han sido víctimas de maltrato infantil por parte de sus cuidadores, pero “en muy pocos casos se denuncia mientras ocurre, alrededor de un 10%”, asegura Cristina Sanjuán, experta en prevención de la violencia hacia la infancia de Save the Children. “El ciclo de la violencia se puede romper, pero hay que actuar desde la prevención y es crucial la implementación efectiva de la ley y de sus medidas, como las herramientas para las familias en crianza positiva, educación a los menores en sus derechos y en cómo pedir ayuda, o la formación especializada de los profesionales que trabajan con infancia”, concluyó.