Los alaveses madrugan para pedir el cheque de 200 euros

Los alaveses con pocos ingresos económicos que andan mal para llegar a fin de mes han madrugado para tramitar la solicitud del cheque de 200 euros prometido por el gobierno de Pedro Sánchez para los hogares con rentas bajas.

Tal es así que a las diez y media de la mañana habían rellenado el formulario 425 personas y a la una y media del mediodía ya eran 700 los demandantes de esta paga única, según los datos facilitados por la Hacienda alavesa, encargada de gestionar las peticiones que en el resto del Estado cursa la Agencia Tributaria. Y es que, a pesar de que el plazo estará abierto hasta el 31 de marzo, muchos fueron los contribuyentes que se decantaron por realizar el trámite el primer día y a primera hora.

Calculan las Haciendas vascas que hasta 40.000 hogares pueden cobrar el cheque de 200 euros en Euskadi. Se trata de una de las medidas estrella anunciadas por el presidente del Gobierno español para compensar –que no lo hace– la pérdida de poder adquisitivo de la ciudadanía, consecuencia de la elevada inflación que soportan las familias tras las continuas subidas de precios, sobre todo de la cesta de la compra, la energía y los combustibles.

Tramitar por Internet

El trámite sólo puede realizarse por Internet en la dirección habilitada por la Diputación de Álava en su página web. En ella, la institución foral ha colgado el formulario a rellenar para poder optar esta ayuda destinada a personas con bajo nivel de ingresos y patrimonio. Eso sí, para acceder al formulario hay que hacerlo con algún tipo de identificación electrónica.

La normativa prevé que el Estado transfiera a las haciendas vascas y navarra las cantidades correspondientes a los NIF de los posibles beneficiarios que están domiciliados en Álava, Bizkaia, Gipuzkoa y Navarra.

Menos de 27.000 euros

Del cheque de 200 euros pueden beneficiarse contribuyentes con ingresos inferiores a 27.000 euros anuales en 2022 y con un patrimonio inferior a 75.000 euros anuales a 31 de diciembre de dicho ejercicio, excluyendo la vivienda familiar, según los requisitos que marca la Agencia Tributaria española.

Además, para tener derecho al cheque, los beneficiarios tendrán que tener residencia habitual en Álava y haber realizado alguna actividad por cuenta propia o ajena el pasado año que haya supuesto alta en la Seguridad Social o mutualidad. También haber recibido alguna prestación o subsidio de desempleo. Por contra, no tiene derecho a la ayuda los perceptores del ingreso mínimo vital (IMV) ni los pensionistas.

El Gobierno central ha previsto una partida de 1.200 millones de euros para afrontar estos pagos, que prevé que lleguen a 4,2 millones de hogares vulnerables. La Agencia Tributaria abonará el cheque mediante transferencia bancaria, por lo que los solicitantes tienen que escribir en una de las casillas del formulario un número de cuenta de una entidad bancaria, además de los datos personales y de las personas que convivan en el hogar y la cuantía del rendimiento neto de su ingresos.

Aparte de rellenar el formulario, no es necesario aportar ninguna documentación, salvo que se deniegue el consentimiento a consultar el registro de parejas de hecho, ya que la Agencia Tributaria recabará la información necesaria de la Seguridad Social y de otros organismos públicos.

Alegaciones

En caso de que la Agencia Tributaria constate que el usuario no tiene derecho a la ayuda, el solicitante recibirá una notificación y desde ese momento tendrá un plazo de días para presentar alegaciones y documentación que certifique su situación económica.

Con esta nueva medida, el Gobierno central pretende mejorar el alcance del cheque de 200 euros del pasado año que únicamente llegó a 600.000 de las 2,7 millones de personas previstas en un principio. Para ello, ha optado por un procedimiento de solicitud más sencillo y un mayor margen de renta, ya que sube de 14.000 a 27.000 euros. Hoy, como suele suceder con los trámites online masivos, el sistema informático de la Agencia Tributaria ha tenido momentos a primera hora de especial lentitud a la hora de facilitar los códigos de acceso.