El grupo de Ramstein, la coalición militar de más de 40 países que apoya a Ucrania bajo el liderazgo de Estados Unidos, ultimará este martes en una reunión en Bruselas el suministro de carros de combate de Kiev, en una cita en la que tratarán cómo reforzar la ayuda antiaérea al Ejército ucraniano pero en la que está descartado cualquier anuncio sobre los cazas de combate que reclama el presidente, Volodimir Zelenski.
La cita del Grupo de Contacto para Ucrania de este martes, previa a la reunión de ministros de Defensa, servirá para definir los detalles junto al ministro ucraniano de Defensa, Oleksi Reznikov, del despliegue de tanques prometido por una serie de países a finales de enero, una coalición de la que forma parte el Estado español aunque su contribución sigue pendiente de confirmación mientras Defensa realiza revisiones técnicas a media docena de tanques.
Blindados, vehículos de infantería y tanques
"Mi prioridad principal es que el compromiso de los aliados para administrar blindados, vehículos de infantería y tanques se concrete lo antes posible porque cada día cuenta", ha afirmado el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, en rueda de prensa antes de la reunión de ministros de Defensa aliados.
En el caso del Estado en este momento, la empresa Santa Bárbara trabaja ya en la reparación y rehabilitación de cinco carros de combate Leopard 2A4, una información que adelantó la ministra de Defensa, Margarita Robles, que mañana acudirá a la reunión del formato Ramstein.
Otros aliados
Otros aliados sí han detallado su apoyo a Ucrania en el frente terrestre, caso de Reino Unido que ha 14 tanques Challenger, mientras que Alemania, Dinamarca y Países Bajos confirmaron al menos 100 tanques Leopard del modelo 1A5, un armamento considerado fundamental para que Ucrania pueda repeler la ofensiva de Moscú en el Donbás y recuperar territorio ocupado por las tropas rusas.
La coalición podría movilizar por encima del centenar de carros de combate occidentales, a lo que se sumaría la aportación de tanques de Polonia o los bálticos. "Esto no cambiará las reglas del juego, pero ayuda a mantener la dinámica de apoyo. Ucrania necesita armas y se necesitarán más tanques, pero el tabú se ha roto", explica otra fuente aliada sobre este paso.
"Todavía tenemos que acercar posturas sobre los tanques, ya que algunos aliados todavía no se comprometieron", han indicado estas fuentes.
Primer aniversario
Ante la reunión ministerial que llega a escasos diez días del primer aniversario de la invasión rusa sobre Ucrania, Stoltenberg ha reiterado que la agresión rusa ha demostrado la vigencia de la OTAN demostrando "la importancia de que los aliados se mantengan unidos", "tanto para brindar apoyo a Ucrania como para protegerse mutuamente, asegurando que la guerra no se intensifique más allá de Ucrania".
Mismo mensaje que recalcan fuentes aliadas que indican que la unidad en la OTAN es "inquebrantable" ante el pulso planteado por Moscú. "Algunos cuestionaban si los aliados mantendrían el nivel de apoyo, estoy impresionado por el nivel de unidad y no veo señales de que ningún país ceje en su apoyo a Ucrania", ha indicado.
Cazas para más adelante
Sobre la mesa de los ministros aliados estará también el refuerzo de la ayuda antiaérea de Ucrania, una de las peticiones más claras de Kiev desde finales de año ante la oleada de bombardeos contra infraestructuras críticas como la red eléctrica, aunque los miembros del grupo de Ramstein descartan por el momento el suministro de aviones de combate.
Esta fue una de las peticiones más claras de Zelenski durante su gira por Europa que le llevó a Londres, París y Bruselas, sin embargo la coalición militar y los miembros de la OTAN abogan por la prudencia y descartan dar el paso, apuntando al riesgo de escalada y tras recordar que está por ver si Rusia emplea su fuerza aérea contra Ucrania.
Mientras que Stoltenberg no ha descartado el envío de cazas en un futuro, afirmando que el apoyo de los aliados a Kiev ha ido evolucionando desde el inicio de la guerra, ha insistido en que ahora el foco debe ser garantizar que los tanques prometidos llegan al campo de batalla y que el armamento administrado al Ejército ucraniano tiene suficiente munición y componentes.
"Nadie dice que no, pero eso no quiere decir que vaya a haber aviones (para Ucrania)", expone una fuente aliada sobre el envío de aeronaves de combate, mientras que otra señala que está en la mano de cada aliado decidir que ayuda presta a Kiev, aunque incide a la vez en la importancia de tomar decisiones a través del Grupo de Contacto.
Aumentar la producción de armas
Otro de los asuntos en la agenda de la OTAN es la necesidad de escalar la capacidad de la industria armamentística para reponer las reservas militares, mermadas por el apoyo sin precedentes prestado a Ucrania.
"El tiempo de espera para municiones de gran calibre ha aumentado de 12 a 28 meses. Los pedidos realizados hoy se entregarán dentro de dos años y medio", ha señalado el jefe político de la OTAN insistiendo en que hay que producir más para, a la vez, poder entregar suficiente munición a Ucrania y garantizar la protección de los aliados de la OTAN.
A su juicio, la mejor forma es abordar contratos multianuales con el sector de la Defensa, de tal forma que asegure el reabastecimiento de las reservas al tiempo que se apoya a Kiev. "Estamos en el buen camino", ha indicado el ex primer ministro noruego.