Los alimentos se encarecen un 300% del campo a la mesa

La cesta de la compra se ha encarecido, y mucho, estos últimos años, como bien comprueban los consumidores cada vez que pasan por caja en el supermercado.

La diferencia de precio de los alimentos entre el campo y la mesa no es nueva, pero alcanza ya el 300%, según el Observatorio de precios en origen y destino que acaba de crear el Gobierno Vasco para analizar el margen de diferencia en cada producto. “En los puntos de venta, los precios se incrementan de media alrededor de un 300% respecto al precio que percibe la persona productora”, aprecia el Observatorio del sector agroalimentario vasco, tras comparar alimentos de la cesta de la compra con origen en Euskadi, algunos con sellos de calidad tipo Eusko Label, Euskal Baserri, Euskal Sagardoa o Rioja Alavesa.

El por qué de este amplio margen entre los precios que cobran agricultores y ganaderos por sus productos frente al precio final de venta al público, sin impuestos, viene determinado por los beneficios que se van quedando los diferentes eslabones que trabajan en la cadena de producción: gastos directos o indirectos de comercialización, limpieza, calibrado, clasificación, envasado, transporte, gestión de residuos, embalaje, envases y almacenamiento. Todos influyen en el dinero que, al final, abona el cliente.

Así, el consumidor paga 7,57 euros por la alubia pinta que en origen tiene un precio de 2,25 euros. La diferencia también es notable en el cordero de leche, que pasa de 8,34 euros en origen a 17,55 euros en destino y en los huevos, de 1,85 a 3,04 euros.

El vino, la mayor diferencia

En general, ocurre lo mismo con todos los alimentos básicos que se sirven a la mesa. El precio del pollo en origen es de 3,20 euros y en destino se dispara a 8,26 euros; el de la patata sube de 0,33 a 1,29 euros y en el caso de la merluza, la diferencia es de 3,79 a 9,95 euros, mientras que el incremento entre lo que cobra el ganadero y lo que paga el cliente varía en la ternera de 5,55 a 15,40 euros. Otro tanto sucede con las bebidas. Desde su elaboración hasta la venta, el vino tinto se encarece de un euro a 5,81 euros y la sidra de 1,47 a 3,11 euros.

Si la diferencia real entre precio en origen y destino ronda el 300%, es el vino tinto el producto que diferencia subida registra entre su elaboración y venta, nada más y nada menos que un 581%, y el cordero (210%) y los huevos (164%) son los que menos. En el caso de la patata, el aumento es del 395% a fecha de enero de este año; 336% la alubia pinta; 311% la lechuga; 310% el conejo, 277% la ternera..., cita el documento. “Son incrementos bastante constantes en el tiempo, ya que tanto las subidas como las bajadas en origen, se reflejan también en destino”, apunta el observatorio.

Venta al público

Al comparar la subida de precios durante 2021 y 2022 entre origen y destino se comprueba que la mayoría apenas ha variado, lo que quiere decir que las subidas y bajadas se reflejan de igual manera en el precio de venta al público. Así, la anchoa y la patata, ambos productos con precios muy variables en origen, en función de cada campaña, son los que estrechan la diferencia entre origen y destino.

Y al comparar los precios en origen en enero de éste y el pasado año, se ve cómo el cordero, los huevos y la carne de vacuno son los que han experimentado mayores subidas, como consecuencia del aumento de los costes de producción para los ganaderos. Aumentos que tienen su reflejo en el precio de venta en las tiendas, registrándose subidas porcentualmente parecidas en los mismos productos.

Pasan las semanas y el precio de los alimentos continúa al alza y avanza a un ritmo interanual del 15%, según el observatorio. Así, en el último año, el precio de la cesta de la compra ha aumentado diez puntos porcentuales y alcanza ya unos niveles preocupantes para la ciudadanía. Otro dato a destacar es que en la industria de alimentación y bebidas, el observatorio cifra en 9.800 personas menos las afiliadas al comienzo de este año.

Subida generalizada

En un año marcado por la subida de precios generalizada, tanto de los alimentos como de los costes de producción; la sequía y también el aumento de las subvenciones extraordinarias para paliar la inflación derivada de la invasión de Ucrania, los datos del sector primario no son demasiado halagüeños, ya que la población ocupada en agricultura, ganadería y forestal baja un 2%. Además, la producción final agraria desciende el 4,5% en cuanto a producciones, aunque sube en precios (21,9%), con lo que su valor crece un 15,1%, según analiza el Observatorio del sector agroalimentario vasco.

En agricultura, destacan las subidas de precios generalizadas en todos los cultivos, especialmente en patata de consumo (+61%), cereales (+40%), tomate (+39%) y pimiento (+40%). En cambio, la producción ha bajado en herbáceos extensivos, han sufrido un descenso de la producción en cereales (-35,6%), patata (-46,1%) y alubia (-32,1%).

En ganadería, se incrementa el precio de todos los productos ganaderos sin excepción, principalmente huevos (+60,6%), leche de vaca (+29,7%), carne de vacuno (+20,3%), pollo de engorde (+25,9%) y cerdo de cebo (+11,9%).

Gastos de producción

En cuanto al coste global de los consumos intermedios, es decir, los gastos, aumentan un 28,3% debido, por un lado, a un leve ascenso de cantidades del 1,6% y, por otro, al incremento de precios del 26,4%. Sobresalen el encarecimiento de los fertilizantes (+80,4%), del gasoil (+75,2%), de los piensos (+24,8%) y de los productos fitosanitarios (+20,5%). l