El colegio Paula Montal Ikastetxea-Escolapias regresó a los años 80 el pasado viernes por la tarde con una exposición bajo el título de Tecnología del siglo pasado, a la que estuvo invitada toda la comunidad educativa, en la que se mostró todos los objetos que una profesora había depositado en una caja, a modo de cápsula del tiempo, como ayudas tecnológicas en la enseñanza.
"Esos objetos junto con otros muchos que hemos ido recopilando, los hemos sacado a la calle en forma de exposición. Todo esto forma parte del proyecto científico-tecnológico STEAM, que estamos llevando de forma interdisciplinar en todas las etapas del colegio. En esta ocasión, el alumnado de 1⁰ y 2⁰ de primaria, estuvimos recopilando objetos tecnológicos de hace unos cuantos años e hicimos la exposición en el pasillo del colegio", explica Ana Cordero, responsable de Pastoral de este centro educativo.
Los objetos ochenteros
Máquinas de escribir; proyectores de diapositivas y unas cuantas colecciones de filminas; la primera Nintendo con videojuegos; cámaras de video y de fotos con carretes con sus correspondientes negativos; tocadiscos con vinilos de 33 y 45 rpp; disquetes de 3½ y los difíciles de conseguir de 5 ¼; teléfonos de ruedecita "y de los que para que no te escucharan las conversaciones en casa, tenías que estirar del cable y esconderte en el pasillo", recuerdan.
En la muestra no faltaron tampoco las cintas de cassette "con su inseparable boli BIC para rebobinar"; radiocassettes en funcionamiento "y grabadoras que hemos usado en clase para grabar nuestras propias voces y que al oírse los alumnos y alumnas más pequeñas les hacía mucha gracia".
En fin, todo un arsenal de artilugios que para el alumnado eran la primera vez que los veían. "Hemos sacado esta exposición al patio para disfrute, sobre todo, de los más mayores y es que, tanto padres y madres como abuelos y abuelas que se han acercado por el patio han podido recordar la mayoría de esos objetos que formaron parte de sus vidas en el día a día.
Y como complemento a todo esto, hemos tenido la visita de dos vehículos clásicos de los años 70 pertenecientes al Araba Classic Club y un Seat 600 gracias a unos buenos amigos, Fernando y Fani. Ha sido una bonita experiencia y sobre todo el recordar tiempos pasados, que no decimos si mejores o peores, pero sí que son recordados con nostalgia", destaca.