"Los artistas y protagonistas son los niños y niñas que usan este espacio en la ikastola"

Manex San Sebastian, TTaka, de 23 años, que ha cursado los estudios de Bellas Artes en la EHU/UPV en Leioa, decidió retrasar un año su Trabajo de Fin de Grado (TFG) para poder hacerlo como quería y en condiciones.

Dándole muchas vueltas se decidió por plantear a los resposables de su ikastola, Jakintza, en el barrio de El Antiguo, la posibilidad de llenar de color el patio de juegos. Para ello ha contado con la complicidad, colaboración e ideas de los principales protagonistas y beneficiarios de su intervención: los niños y niñas que a diario juegan en ese patio.

¿Cómo surgió la idea de hacer este TFG?

–Me hubiera tocado hacerlo el pasado año, pero no estaba inspirado. Dándole vueltas y al vivir cerca de la ikastola Jakintza, a donde fui de pequeño, se me ocurrió que podía hacer algo en una fachada que es algo dura. Pregunté, pero me dijeron que sobre la fachada no se podía intervenir, es obra de Peña Ganchegui, pero sí en el interior. Me propusieron intervenir en la terraza del edificio del paseo de Hériz, donde juegan los más pequeños, y me pareció buena idea.

¿Cómo ha ido tomando cuerpo esta propuesta?

–Fui proponiendo ideas y desde la ikastola me dieron luz verde. Se me ocurrió inicialmente hacer un mural. Empecé dibujando bocetos, yo principalmente hago ilustraciones, pero lo que se me iba ocurriendo no me acababa de encajar. Pensé que yo era el extraño, el que llegaba de fuera, que el espacio era de los niños y que tenía que darles el protagonismo. El proyecto se llama Haurren Begietatik (Desde la mirada de los niños). Por eso comencé a ir de clase en clase, desde infantil a tercero de primaria, invitándoles a dibujar y, posteriormente, recogiendo sus dibujos.

¿Y después?

–En el patio hay cuatro paredes, pintadas previamente cada una de un color. Con cartulinas de uno de esos colores por curso me fui presentand0 en las aulas. Me presenté, les expliqué que necesitaba su ayuda para pintar el mural y les di la cartulina. Les pedía que pintaran lo que quisieran, lo que les apetecía que apareciera en los muros. Así fue y tengo cerca de 50 dibujos con cuatro fondos. Hicimos una selección y los he reproducido en los muros, para que su mundo sea el protagonista. Lo que he hecho es casi copiarlos, ampliarlos y quizá desplazarlos, porque ellos y ellas son los los artistas.

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¿Fueron explicando lo que dibujaban?

–Un poco de todo. Fui a muchas aulas, doce, y las reacciones eran diferentes. Había niños y niñas que lloraban porque no les hacían caso y no conseguían que se pintara lo que querían en la cartulina, los más pequeños pintaban en las esquinas del papel, unos explicaban lo que habían dibujado para que se entendiera, otros no... Era lo que buscaba, que dibujaran lo que les apetecía. Ahora, en la pared hay manchas que son barcos o círculos que querían ser coches, balones o nubes. Cuando los ven, ya saben lo que son. Se lo han pasado bien viéndome dibujar, les oía los comentarios y las advertencias cuando caía una gota de pintura. Pero no hay que pensar que los niños dibujan solo flores y árboles, de eso nada, dibujan lo que sienten, lo que quieren sacar.

¿Cuánto tiempo le ha llevado el proceso?

–Tengo que entregar el TFG en junio. En mi caso la parte de literatuta es menor que en otros Trabajos de Fin de Grado y se incluyen muchas fotos y vídeos del proceso, porque el resultado no lo puedo lleva materialmente. Mi intención era comenzar a dibujar en las paredes en Semana Santa, pero el tiempo no acompañó. Empecé en marzo a hacer bocetos que presenté a la ikastola, pero comencé la intervención en los muros algo más tarde de lo que esperaba. He tenido el respaldo de toda la comunidad educativa: el profesorado, personal de limpieza y comedor, madres y padtes y los niños y niñas, que cuando lo ven se enorgullecen al comprobar que su dibujo está allí.

¿Antes de esta experiencia ha tenido otras previas?

–Por ejemplo, en el barrio pintamos la persiana de la iglesia de Benta Berri, porque una conocida contactó con nosotros. También en Altza, con motivo de la Korrika, hicimos un mural con unos amigos, a petición del Euskaltegi. Pero aunque no tenía tanta experiencia, sí el convencimiento de que iba a salir bien y estoy muy contento del resultado.

¿Y mirando al futuro?

–Lo primero que voy a hacer es un máster de dibujo científico. He hecho unas prácticas en el museo Butrón de Plentzia. Van a organizar una exposición titulada la Prehistoria en Uribe Costa y he colaborado en el diseño de carteles y folletos, dibujando desde piedras a humanos de la prehistoria. Además, voy a colaborar con ellos en la realización de un juego de cartas sobre la histora de Plentzia. Siempre me ha gustado la ilustación y ahí me di cuenta que puede tener otras salidas laborales. Solo hay un máster en ilustración, el de ilustración científica. En Bellas Artes están más vinculdas con el arte. El máster que voy a hacer se imparte en la facultad de Ciencias. Ahora toca cruzar los dedos, porque solo hay 16 plazas.

¿Y en el ámbito laboral?

–Mi sueño sería vivir de mis dibujos. Por encargo ya hago algunos y me gustaría probar en animación, seguir haciendo murales, etc. Quiero que la gente disfrute con lo que dibujo.