La nueva medida del uso del aire acondicionado a entorno de los 25 grados, frente a los 27 grados, no ha sido suficiente para los trabajadores de la capital vizcaina. En los bares y comercios de La Plaza Nueva, muchos de ellos se muestran totalmente disconformes ya que no creen que les pueda ayudar a trabajar a una temperatura más agradable.
Esta medida que afecta a todo el territorio estatal, sin tener en cuenta la diferencia de las temperaturas en cada comunidad, ha dejado más de una opinión en contra del Gobierno español, por parte de los hosteleros bilbainos.
Muchos de ellos han mostrado su frustración al nuevo cambio, pero algunos pocos también se han mostrado receptivos ya que creen que ayuda en el ahorro de energía. Para la mayoría, poner como límite 25 grados centígrados dentro de un establecimiento no supone ninguna diferencia porque “sigue haciendo calor”. “Es como estar en la calle, hace la misma temperatura fuera que dentro”, ha asegurado una trabajadora del comercio de comida precocinada Lautxo, al tiempo que ha advertido que la comida no se puede mantener con este límite de temperatura.
“Estamos todos muy cabreados con los políticos”, ha admitido el encargado de la tienda de souvenirs Bilbao Camina. Antonio es malagueño y hace una comparación con las comunidades del sur, ya que estando allí a 25 grados en un establecimiento y después saliendo a la calle, el contraste de temperatura "es muy alto”. “Aquí en Euskadi se puede aguantar pero en otros sitios no, porque salen a la calle y se encuentran de repente con 45 grados. Deberían tomar una medida global, no local”, ha propuesto.
En Antxoa Taberna no tienen aire acondicionado todavía, pero Richard espera que “pronto” su jefe lo instale pronto. “Tenemos ventiladores porque nuestro departamento de electricidad no tiene mucha potencia y se saltan los plomos”, ha indicado. Su compañera, admite que no sabe valorar esta medida para que bares y restaurantes pueden limitar el uso del aire acondicionado. Pero al menos está con la ilusión de que la implantación del aire acondicionado en el local “les salve” del “bochorno” que días atrás han tenido que soportar mientras trabajaban. “Hasta nuestro jefe nos ha pedido perdón porque tuviéramos que pasar tanto calor”, ha confesado entre risas.
Gorka es camarero de Ekain y no nota ninguna diferencia respecto a la medida aplicada. “Yo paso calor. El aire acondicionado no da a la barra. Está puesto sólo para los clientes”, ha razonado. Trabaja detrás y fuera de la barra sirviendo. “Trabajar a 25 o 27 grados es muy duro. Lo ideal sería a 21 o 22”, ha considerado, por su parte, un camarero del bar Víctor Montes situado en la Plaza Nueva. En cuanto a los pintxos de este local, uno de los camareros ha compartido una técnica: en días de mucho calor tienen que poner vasos de agua con hielo dentro “para que no se estropeen”. Además, señala que a 25 o 27 grados centígrados “no se conservan bien”. A la plantilla de este bar no les parece “nada bien” la medida.
También hay quien comprende la medida establecida. Es el caso de un trabajador del Café Bilbao. “En mi opinión 25 grados está bien, por debajo de eso sería ya gastar mucha electricidad”, ha explicado en declaraciones a DEIA. Según él, los pintxos se mantienen mejor a una temperatura más baja que 25 grados, pero “habrá que aceptarlo”, ha rematado.