La Asociación de Feriantes Autónomos de Euskadi (Afade) ha recibido con alivio y esperanza el regreso de las barracas al Parque de Etxebarria esta Aste Nagusia, después de dos años de pandemia en los que han trabajado mucho menos de lo habitual. "La palabra no son ganas; tenemos necesidad de volver a trabajar", advierte su secretario general, Alberto Domínguez.
Tras dos años de ausencia, las barracas regresarán este mes de agosto al parque de Etxebarria. Aunque sus días estrella serán obviamente los que coincidan con Aste Nagusia –de hecho el recinto se inaugurará el propio viernes 19, víspera del txupin en el Teatro Arriaga–, comenzarán a funcionar el 12 de agosto y se mantendrán abiertas hasta el domingo 4 de septiembre, ofreciendo un total de 24 días para disfrutar de ellas.
Alberto Domínguez recuerda lo duro que han sido estos dos años de pandemia para los barraqueros vascos, en los que apenas han podido llevar sus atracciones de pueblo en pueblo. "Esa falta de ingresos a algunos compañeros les ha costado el embargo de los camiones, de los pisos, gente que ya no va a poder volver a trabajar... Llevamos dos años en el paro, con ayudas que han sido mínimas, y estamos hablando de trabajadores autónomos, no se nos olvide", relata el secretario general de los feriantes de Euskadi.
Solo el verano pasado pudieron instalar barracas en algunos municipios vascos, que en el caso de Bilbao quedó limitado a tres atracciones infantiles por distrito., en un intento por ofrecer a los feriantes la oportunidad de mantener su actividad sin poner en riesgo la salud, limitando los contagios y evitando las aglomeraciones."En Andalucía, por ejemplo, las ferias no han parado; con vallas, con distancias y limpieza, no entendemos por qué aquí no se nos ha permitido trabajar", lamenta.
"MUY CONTENTOS"
Por eso, el anuncio de la vuelta del recinto ferial al parque de Etxebarria para Aste Nagusia les ha supuesto un alivio y un rayo de esperanza al que aferrarse confiando en la vuelta a esa deseada normalidad. "Estamos muy contentos porque vamos a volver a trabajar", admite Domínguez.
Las barracas ya han podido hacer algunas ferias que estaban marcadas en rojo en los calendarios festivos, como las de carnavales y algunas celebraciones de barrios como las de San Jorge, en Santurtzi, pero la temporada más fuerte para ellos es sin duda el verano, con la llegada de las fiestas patronales, incluidas las de las tres capitales vascas, y el buen tiempo. "Empezamos a trabajar fuerte a partir de San Juan, cuando el tiempo se empieza a estabilizar. En las ferias que haces antes solo sacas para cubrir gastos", explica.
"SENSIBILIDAD" A LOS AYUNTAMIENTOS
Ahora, los feriantes solo piden "un poco de sensibilidad" a los ayuntamientos que les contratarán para sus fiestas estos meses, debido al incremento que están sufriendo en los costes. "Las líneas, por ejemplo, que son las que reparten luz en la feria y que aunque en Bilbao están fijas en el suelo, en otros sitios hay que contratar a una empresa aparte para instalarlas, han pasado de costar 3.000 a rondar los 5.000 euros; por no hablar de lo que ha subido la luz, los combustibles, los seguros, la mano de obra... ", enumera su secretario general. "Ya no es por lo que ha pasado, no es que hayamos pasado la pandemia y empecemos a trabajar desde cero; es que la situación ahora no tiene nada que ver con hace dos años; en general los costes han subido alrededor de un 40%", advierte. "Si al final de la feria has hecho 2.000 euros, no puedes tener unos gastos de 2.500".
En total, en esos 24 días de agosto y septiembre, en el Parque de Etxebarria de Bilbao se instalarán 73 atracciones, entre aparatos propiamente dichos tanto para adultos como para niños, churrerías, espectáculos, máquinas de habilidad, bares con terraza, tómbolas o juegos de azar. No faltará la noria gigante, todo un faro de luz en las noches de Aste Nagusia, ni el tradicional circo, que volverá a desplegar su carpa y su magia en el parque bilbaino.