Llegó a la Alcaldía en marzo del año pasado supliendo a Pablo Azcona y, aunque Lourdes San Miguel cree que las comparaciones entre ambos son inevitables, espera haber ido ganándose la confianza de los vecinos y vecinas. Ahora, y con la ropa roja y blanca preparada, espera con ilusión las fiestas patronales a las que, además, ella misma dará comienzo mañana lanzando el chupinazo.
Van a ser sus primeras fiestas como alcaldesa. ¿Cómo afronta estos días?
Con muchas ganas y con ciertos nervios porque, más allá de que son mis primeras fiestas como alcaldesa, también son las primeras tras dos años. Todos tenemos muchas ganas de que todo salga bien porque han sido tiempos difíciles.
¿Qué supone recuperar estos días después de dos años de parón?
La gente tiene muchas ganas y, además, creo que son muy necesarias para retomar las relaciones con la familia y amigos, y para recuperar la vida social de los negocios y hostelería, que han salido bastante perjudicados en este tiempo. Si siempre son importantes para desconectar y volver a cargar las pilas y socializar, pues ahora mucho más.
¿Cómo cree que responderá la ciudadanía?
Creo que muy bien. En San Gregorio salió todo de maravilla. La gente tiene ganas pero también es responsable. Y este año, además, la juventud está bajo mi punto de vista muy bien organizada y creo que estas fiestas prometen.
En marzo de 2021 dimite Pablo y usted le sustituye en el cargo. Su llegada fue inesperada por muchos y esperada por otros tantos. ¿Era algo que tenían pactado desde el arranque de la legislatura?
No. Cuando vas la segunda en la lista sabes que te toca estar ahí, igual que Laura me tendrá que suplir a mí, y eso es algo que asumes desde el principio, pero no, no estaba pactado.
¿Cómo cree que reaccionó la población de Lodosa?
Como todos los cambios, supongo que al principio cuestan, pero ahora ya creo que la gente se va acostumbrando a verme a mí como alcaldesa.
¿Cómo han sido estos meses al frente del Consistorio?
Ha sido difícil porque me han tocado retos inesperados, fuera de un año normal o tal y como estábamos acostumbrados. En cuanto cogí el cargo, cerraron el pueblo por el Covid. Después, aparte de tener que lidiar con la parte sanitaria, llegó el verano y no se podía organizar nada al uso; había que buscar un plan b para adaptarnos. Está claro que no hay un manual de Alcaldía, pero para estas situaciones mucho menos. Y ya en invierno llegó la crisis de suministros, que también ha sido duro de llevar, pero creo que con paciencia, constancia y cabezonería se van sacando las cosas.
Llegar al cargo tras Pablo Azcona, cara visible del partido los últimos años, ¿cree que es beneficioso o por el contrario le puede lastrar?
Al principio cuesta, y las comparaciones son inevitables, pero poco a poco la gente me tiene que ir conociendo también a mí y tiene que ir familiarizándose con mi manera de gestionar y de trabajar. Estoy dispuesta a escuchar las críticas y las opiniones que se me puedan hacer, pero creo que Pablo es Pablo y yo soy yo, y que cada uno aportamos cosas distintas.
Asumió el rol de alcaldesa y le tocó enfrentarse a los coletazos de una pandemia mundial, ¿cómo fue la gestión de este asunto a nivel local?
Fue complicado, sobre todo por el sentimiento de la gente; fue un tema que involucraba la salud de las personas y que limitaba derechos, como cuando nos encerraron. Hay que tener tacto, hay que saber explicar y dar información. Creo que desde el primer momento intentamos dar a conocer todo lo que sabíamos para tratar de justificar las medidas que se iban a tomar.
¿Qué proyectos ha impulsado en este tiempo?
No olvidando el Plan de Reactivación que tuvimos que hacer por fuerza mayor por la pandemia, hemos creado la Sociedad Pública de las piscinas que, a pesar de la crisis de suministros que es lo que más nos ha lastrado, vamos tomando decisiones y sacándola adelante porque consideramos que este tipo de gestión es el mejor. Además, tenemos ya el terreno aledaño a Montserrat y empezaremos a proyectar un espacio público para esa zona. Apostamos también por la eficiencia energética; hemos ampliado las placas solares del colegio y tenemos estudios para el frontón y otros edificios públicos. Además, está la restauración de La Casa de la Torre que, después del verano, estará lista y podrá ser visitable. Por último, estamos pendientes del inicio de las obras del enlace de la AP-68 que parece que después de tantos años va a ser una realidad y que nos traerá seguro beneficios.
En lo que resta de año hasta las elecciones, ¿qué iniciativas le gustaría cerrar o, al menos, poner en marcha?
Me gustaría planificar el espacio público para Montserrat y proyectar qué uso se le va a dar al edificio, y empezar las obras. Además, estamos pendientes de la segunda fase de La Cava de la mano del PIL. Y en la parte social, seguir trabajando por la igualdad, por el ocio saludable y por el envejecimiento activo, que creo que con la receta deportiva y la jubiloteca se hace muy buen trabajo. En cuanto al turismo, intentaremos retomar y potenciar las ferias y seguiremos apostando por la visibilización y la normalización del euskera.
¿Cuáles son las principales carencias que tiene Lodosa?
La vivienda joven, un tema en el que estamos trabajando. En Lodosa no hay oferta de vivienda y la que hay tampoco cumple muchas veces con los requisitos que se piden hoy en día. Tenemos un reto que estamos abordando con Nasuvinsa para que la juventud pueda y quiera quedarse a vivir aquí. Creo que la clave de vivir en un pueblo es la calidad de vida que te ofrece, y aquí tenemos todos los servicios. Tenemos que seguir en esa línea.
En algunos plenos se ha palpado la tensión entre LOIU y Navarra Suma. ¿Cómo es la relación con la oposición?
Es buena. Hemos demostrado que sabemos trabajar juntos cuando lo hemos necesitado, como con el Plan de Reactivación, y ahora con las piscinas, que es donde más problemas estamos teniendo. En el Consejo de Administración estamos todos. Es cierto que, por otro lado, falta un año para las elecciones y entiendo que la oposición está haciendo su trabajo de crítica hacia el Equipo de Gobierno. Sin embargo, y más que criticar por criticar, lo que deberían hacer es aportar, que es lo que ahora a veces echo en falta.
LOIU ha sabido hacerse un hueco en los últimos años y ha pasado a ser el partido a batir tras muchos años de Gobierno de UPN, ¿a qué cree que es debido ese giro a la izquierda de la ciudadanía?
La manera de gestionar el Ayuntamiento es más sostenible con la forma de gobernar de LOIU. Se mantienen los servicios y se están llevando a cabo importantes proyectos sin endeudarnos, sin necesidad de obras faraónicas que después han resultado o ni si quiera eso por estar sobredimensionadas. Apostamos por una sostenibilidad a todos los niveles; económico, social, y en el día a día, y creo que en eso es en lo que confían los lodosanos.
Un quebradero de cabeza a día de hoy son las piscinas climatizadas, ¿qué futuro les augura? ¿Podríamos hablar de cerrarlas?
El proyecto que se ha iniciado de gestión pública es interesante y estamos intentando solventar los errores que hemos heredado de la anterior gestión. Necesitamos tiempo y la crisis de suministros no ha ayudado. ¿Qué futuro les espera? El que más convenga a los lodosanos y al pueblo. Estamos trabajando continuamente para ver qué se puede hacer y qué decisiones tomar. No me gustaría cerrarlas y, si es así, sería por causa mayor y para poder mejorar en otros aspectos que también tengan carencias.
Hasta ahora, ¿con qué momento se queda por encima de otros y cuál es el principal sinsabor que tiene?
El peor, el brote que hubo cuando entré a la Alcaldía, con muchos vecinos confinados; el hecho de hacer llegar eso a la gente fue muy duro para mí, y el mejor, la vuelta a la normalidad poco a poco y poder celebrar un San Gregorio como lo recordábamos.
Está a punto de ser madre, función que compaginará con la Alcaldía y con su trabajo, ¿cómo cree que se organizará?
Como toda mujer que está trabajando y decide ser madre; seguiré trabajando y utilizaré todos los recursos que pueda tener a mi alcance. Mi pareja es un gran apoyo y mi familia, también. Sé que voy a poder llevarlo a cabo.
Es la primera alcaldesa del municipio, ¿cómo le gustaría que le recordasen en el cargo?
En la parte material, como una alcaldesa que tomó decisiones coherentes y cabales, y en la parte personal, como una vecina que visibilizó cuestiones como que, por ejemplo, siendo mujer puedo ser alcaldesa, y que por ser madre puedo ser alcaldesa y puedo trabajar. Me gustaría fomentar la idea de que las niñas y mujeres pueden llegar a ser lo que quieran y, de esta forma, romper con ciertos estereotipos.
Y para terminar, ¿será usted la cabeza de lista de LOIU el año que viene?
Estoy valorándolo. Sí que es algo que me haría ilusión pero, evidentemente, ahora voy a tener un gran cambio en mi vida y lo decidiré con el tiempo y, tras hablarlo con el grupo.