¿Estamos preparados para las variaciones que afectarán a la movilidad? La reducción de velocidad en las ciudades, la Ley del Clima europea o los esfuerzos por ahorrar en tiempos de crisis son factores que, si se tienen presentes, harán que resulte más fácil el paso hacia la conducción del futuro.
Cambios en los motores
Son tiempos convulsos y lo mejor en estos casos suele ser aceptarlo y adaptarse a lo que nos espera. En el horizonte hay una fecha marcada a fuego que repercute a quienes hacen de la conducción su modo de vida, su herramienta para desarrollar el día a día o su placer.
¿El motivo? La Ley del Clima europea, unida a la del Cambio Climático y Transición energética, aprobada este año en España con el apoyo de todos los partidos, a excepción de la abstención del PP y el voto en contra de VOX. Esta norma busca que para 2030 se reduzcan en un 23 % las emisiones de CO₂ con respecto a 1990. Pero son más los objetivos trazados para mitigar los daños al medio ambiente. Estas metas deberán cumplirse a lo largo de la trayectoria 2020-2050 que propone el acuerdo provisional entre Parlamento y Consejo europeos.