Las tendencias en el mundo del consumo van cambiando de forma acelerada con el auge de las nuevas tecnologías. Nuevos dispositivos que crean nuevas formas de consumir y de comprar y que van a cambiar en un futuro cada vez más cercano el panorama de los supermercados.
En efecto, porque los actuales carritos de la compra que pululan por los centros comerciales o que se agolpan en sus aparcamientos ya no serán tal y como los conocemos hoy en día.
Esta transformación, que será paulatina en cuanto las grandes distribuidoras o franquicias de hipermercados den el último empujón a la inversión que necesita para acometer esta transición pretende ofrecer mayor comodidad a los clientes, agilizar el proceso de pago y obtener información para fidelizar a los consumidores. Y, obviamente, conseguir mayores ventas y márgenes de beneficios.
Esta revolución pondrá fin a la tradicional práctica de usar monedas para acceder a los carritos de supermercado y se basará en la incorporación a estos tradicionales carros de tecnología NFC (Comunicación de Campo Cercano, por sus siglas en inglés) y de códigos QR (del inglés Quick Response) sistemas muy extendidos como medios de pago e información.
El sistema NFC, que incorpora ya la mayoría de los teléfonos móviles actuales, permite la transferencia de datos de forma inalámbrica a corta distancia, mientras que los códigos QR, almacenan mucha información accesible mediante un escaneo también con un smartphone.
Esta modernización tecnológica, que cada vez está más presente en nuestra vida diaria y en nuestros hábitos cotidianos de compra, se está ya ultimando para hacer su aparición en los supermercados españoles tras su implantación con éxito en centros comerciales de países como Alemania, Suecia, Polonia o Japón.
Aunque la incorporación de estos carros de la compra más modernizados a las grandes superficies comerciales aún tiene que pulir su procedimiento de uso y el tratamiento de los datos, el sistema funcionará acercando tu móvil a un lector NFC o escaneando el código QR con el mismo para que puedas identificarte. Al parecer se cobraría una pequeña fianza que se devolvería al finalizar la compra.
Ventajas compartidas
Una de las ventajas que podría incorporar es la posibilidad de pagar directamente desde el teléfono, sin pasar por caja. Los productos se registrarán automáticamente en el carro, y el pago se realizará utilizando nuevamente el NFC o el código QR.
Los impulsores de este nuevo método destacan la agilidad y rapidez en la compra y la mayor seguridad y facilidad del proceso de pago. Obviamente, evitaría las colas en las cajas y reducirá el tiempo en el centro comercial.
Además, los supermercados (siempre respetando las políticas de privacidad y protección de datos del cliente) podrán obtener datos sobre las preferencias y hábitos de compra de los consumidores, lo que facilitará estrategias de marketing, promociones, descuentos y ventas más personalizadas. Un cambio que, a priori, beneficia tanto a las empresas como a los consumidores.
El cambio no es inminente pero los carritos de los supermercados tal y como los conocemos actualmente tienen sus días contados. En su lugar llegarán las cestas o carros inteligentes para facilitarte tu compra, acelerar el pago y eliminar los odiosos tiempos de espera en las cajas que en realidad serán auténticos puntos de información, venta y pago portátiles y con mucha tecnología.